Tu serás mi omega - Rubegetta

Capitulo 01: El pueblo de Karmaland

Karmaland... un pueblo tranquilo y sin emoción, donde viven humanos con una manada; esta consistida por Samuel, conocido por Vegetta (Líder y alfa dominante), Guillermo, conocido como Willy (Omega y mejor amigo de Samuel), Borja, conocido como Luzu (Alfa - mano derecha de Vegetta y el otro mejor amigo de Samuel) y Francisco, conocido por Staxx (Alfa - amigo de todos y el más misterioso). 

Ellos encontraron el pueblo sin querer, ya que anteriormente vivían en un tierra lejana que era protegida por una gran montaña, por esa razón su pueblo se llamaba "pueblo de la montaña" (que original soy xd); en este pueblo vivían las razas alfa, omega, betas y algunos humanos, todos vivían en armonía hasta cierto día que apareció un grupo que se auto-proclamaban como "La hermandad oscura" . Un grupo de cuatro héroes se presentaron ante ellos y pelearon por el bienestar de su pueblo; la batalla no fue fácil, lo enemigos eran muy fuertes y habilidosos en todos sus ataques, pero nuestros héroes estaban muy bien entrenados para lograr vencer a la mayoría de ellos. El que destacaba entre el grupo fue Vegetta, poseía las habilidades de cada una de las razas, haciendo de este él más fuerte y protector de todos, ayudaba a sus compañeros cuando lo necesitaban y era él mas rápido en matar a los enemigos. 

La pelea estaba llegando a su clímax, ya no había muchos enemigos y el único que se mantenía en pie era el líder, este se presentaba con una túnica negra y una máscara blanca con dos ojos negros y huecos, sin boca. Nuestros héroes pensaron que derrotándolo se acabaría toda esta masacre; entonces sin titubear se lanzaron hacia el misterioso líder, este los miro con una sonrisa de oreja que se iba abriendo en la máscara y unos ojos que tomaban forma a un gesto de burla; rápidamente levanto el brazo señalando con su palma hacia ellos y produjo una fuerza de empuje contra ellos haciendo que retrocedieran; los cuatro cayeron de pie y volverían atacar, pero el extraño hombre comenzó hablar. 

- Ustedes... - agacho la cabeza - ¡Serán estúpidos! - ahora mostrando su sonrisa - ¡Creen que pueden ganar a nuestra hermandad! ¡No son nada contra nosotros! y si destruimos este pueblo... es porque su mera existencia es un desperdicio de oxigeno - con una voz grave y tenebrosa.

- Nosotros no hicimos nada contra ustedes - Hablo Vegetta - ¡Que quieren de nosotros!

- Tu eres el líder de estos inútiles ¿No?  

- Yo soy el alfa de esta manada - respondió furioso 

- Como habrás visto... soy el líder de la hermandad oscura ¡Enviado por los dioses oscuros! - dando un grito al cielo - y mi misión es acabar con el traidor que se oculta entre su raza. 

- ¿Traidor? ¡En nuestra manada nunca hubo alguien que se pacten con los dioses oscuros! - Grito Vegetta 

- Jajaja - burlándose - Puedes ser el líder Samuel... pero un líder no muy preparado por lo que veo.

- A que te refieres ... - tomo un tono de molestia.

- Sabes algo... y ustedes también bola de imbéciles - se dirigió a los otro tres - ese alguien que mencionó, vino aquí por una petición... - sonriendo - hizo un pacto con nuestros dioses, pero el tenia que cumplir una orden. 

- ¿Cuál es? - pronunció Vegetta

- Si mata a mi hermano... - todos se quedaron sorprendidos - verán... mi hermano resulto ser más poderoso y malvado que yo - con un tono de fastidio - era el favorito de mis reyes - dirigiéndose a los dioses - pero cuando recibió los poderes, este se rebeló ante ellos y huyo... amenazando que los mataría y que el se convertiría en el nuevo dios oscuro ¡Pueden creerlo! - en tono de burla - él... ¡Un Dios! - se rió ante su propio comentario. 

- ¡Y esto que tiene que ver con nosotros! - gritó Luzu

- Que él traidor... quien encargamos la ejecución, lo consideramos como parte de nuestra familia y saben ¿Por qué? ... porque fue el único que nos mostró que no somos tan malos después de todo - ellos... ¿Un lado bueno? - lo entrenamos y tratamos como parte de la hermandad... al principio fue duro, pero gracias a su corazón el logro reformarnos y no agarrarle odio - puso su mano en su frente - que estúpidos fuimos ¿No?... Un día que mi hermano vino hacia nosotros, teníamos un ejercito con él liderando para acabarlo... pero quien diría... - su voz comenzaba a ser más grave - él... siendo una persona tan amable con nosotros... se uniría con mi hermano antes de la batalla - riéndose - ¡El maldito nos traicionó a todos en nuestras caras! ¡Dando vergüenza antes nuestros dioses! - estaba molesto - ustedes... ¿Aceptan una traición? - nadie hablaba - ¡Respondan! - levantó su brazo y lo bajo con fuerza transmitiendo una fuerza de presión que no los dejaban pararse correctamente; todos cayeron boca abajo al no resistir.