My angel|| YoonMin

-10-

Ya habían pasado horas desde que Jimin y YoonGi se quedaron dormidos en la cama del menor.

El de estatura baja abrió sus ojos lentamente, y lo primero que pudo ver, fue una hermosa piel blanca, tan blanca como la nieve, una pequeña nariz, unos ojos con unas hermosas pestañas cerrados, unos labios rosados.

Sentía el peso del brazo de Gi en su cintura, Jimin no se sentía incomodo. Al contrario, se sentía protegido y comodo.

Sonrió y poco, no podia creer lo que YoonGi había hecho, para muchos la acción de Gi puede que no haya sido nada, pero para Jimin fue todo, desde la tarde aun cuando Jimin había tratado tan mal a YoonGi, Gi lo había ayudado, incluso acepto su invitación de comer en su casa, pero claro, todo salio muy mal, su padre arruinó todo, estuvo apunto de besar a YoonGi, ese simple recuerdo hacia que su corazón latiera a mil por hora, pero, no, él no se podía enamorar de Min, porque Jimin ya estaba enamorado de alguien más.

Jimin volvió a cerrar sus ojos, aun sonriendo.

—¿Despertaste?—susurro adormilado Yoon.

—Si...—susurro Jimin, Gi quito su brazo haciendo que Jimin se sintiera extraño por la acción del mayor.

—Creo que debo irme a casa, no creo que tú padre se ponga feliz si me ve aquí...—Gi se sentó en la cama.

—Si, tienes razón, no quiero que te vuelva a decir cosas malas...—Jimin se sento, aun se sentia apenado por todo lo que había pasado antes—Yo...

—No tienes la culpa de nada, ademas, creo que tu padre necesita tiempo para entender todo esto, creo que es mas difícil para él, aceptar que su hijo mayor es gay...—Gi se puso de pie mientras acomodaba su ropa—Si necesitas algo, solo llamame.

—Pero...—el menor miraba a otra parte.

—¿Que pasa, Jimin?—el mayor lo miraba atento.

—No tengo tu numero...

—Oh...—Min comenzó a reír un poco—Lo siento, tienes razón, soy un poco distraído. Dame tu celular y te dare mi numero.

—Bueno...—Jimin se puso de pie y fue a donde estaba su celular, lo tomo y se lo dio a Yunki.

El mayor comenzó a escribir su número en el celular, Jimin miraba atento cada gesto que hacía YoonGi al escribir, estaba muy concentrado, si, Jimin sabía que estaba comenzando a sentir algo por el mayor, pero no sabia que o tal vez no quería ver y aceptar sus sentimientos hacia él.

—Listo, me registre como "Min YoonGi", creo que no habrá problema para que me encuentres entre tus contactos...—el de mirada felina devolvió su celular a su dueño—Bien, me voy.

—Esta bien, gracias, Hyung...—Jimin hizo una reverencia—Te acompañare a la puerta.

—Esta bien.

Ambos chicos comenzaron a caminar escaleras abajo, la madre del menor estaba sentada en el sofá mirando a un punto fijo, el pequeño JiHyun corría de un lado a otro.

—Madre, YoonGi Hyung, se va...—hablo suavemente Jimin.

—Esta bien...—susurro la mujer—Fue un gusto, espero que vuelvas pronto...—ella miro al chico.

—Oh, un chico, ¿no se puede quedar aun rato para jugar conmigo?—pregunto el pequeño JiHyun.

—No, el tiene que irse...—dijo algo triste Jimin.

—Pero volveré pronto...—todos miraron sorprendidos a YoonGi.

—¿En verdad?—preguntaron Jimin y su madre sorprendidos, seguidos de la emoción de JiHyun.

—Si, seguro, pero por hoy tengo que irme—YoonGi sonrio—Bien, cualquier cosa llamame..—miro a Jimin.

—Si...—asintió el menor aun sorprendido.

Después de eso YoonGi se fue, dejando sorprendido al menor y a la madre del chico, la razón por la que Jimin no solía tener amigos era porque siempre pasaba lo mismo. Su padre insultaba a sus visitas sin razón alguna, aun cuando ellos no eran gay o no eran amigos de Jimin.

La madre estaba sorprendida por la misma razón, lo normal después de que alguien se encontrara con el padre de Jimin era que nunca volviera a la casa, pero el joven de piel blanca había prometido volver.

—Él es especial...—habló la madre de Jimin.

—Si, creo que tienes razón...—afirmó el joven de cabellos llamativos.

—Me agrada...—dijo el hermano menor de Jimin.

—Ve a dormir niño...—lo miró Jimin y el pequeño solo hizo lo que su hermano mayor le pidió.

—¿Quieres hablar sobre tu padre?—preguntó la mujer.

—¿Crees que sea el mejor momento?—el joven miro a otra parte.

—Creo que si...

—Madre, no pasó nada, en verdad... Estoy acostumbrado.

Ambos se entendían, los dos estaban cansados de los comportamientos del señor Park, cada vez eran más insoportables, pero era el esposo de la señora Park y el padre de Jimin y Jihyun.

Nadie se atrevía a decir algo de nuevo. Ya lo habían dicho antes, las cosas cambiaron para bien cuando el se fue, pero, cuando regreso nada cambio.

Jimin estaba en su límite, y su madre igual, era cuestión de minutos para que la bomba estallara.

No me maten por el capitulo tan corto...