Un pensamiento. Una idea que vuela como pájaro. Una visión de lo que necesitamos ver.
Un sueño te atrapa como en una trampa, te deja indefenso y te inhabilita los sentidos, ¿por qué entonces nos aferramos tanto a ellos?¿ Qué tienen que tanto apreciamos? ¿Qué es lo que ganamos nosotros con algo que no controlamos?
Huir. Escapar. Crear.
Huimos de lo que nos rodea y nos asfixia. Huimos de aquello que nos produce malestar. Huimos del mundo ya creado y de todo lo que se nos ha impuesto como ley inquebrantable.
Escapamos de tener que ser nosotros mismos. Escapamos de ser lo que quieren que seamos. Escapamos de la mano, aquella silenciosa mano, que nos tapa la vista y cuando ya no nos atrevemos a mirar, baja y nos corta la respiración. Escapamos del no. Escapamos de aquella respuesta que nos atormenta. Escapamos de un futuro incierto y un pasado pesaroso.
Creamos ilusiones. Creamos esperanza. Creamos un mundo a nuestro gusto y placer. Creamos un lugar en el que nosotros somos un pilar, un rey, uno más. Creamos amores. Creamos sentimientos. Sensaciones. Creamos una puerta de salida. Creamos una respuesta. Creamos miles de preguntas. Nos creamos a nosotros. Nos creamos como desearíamos soñar ser. Creamos nuevos espacios por descubrir en nuestra mente y corazón. Creamos caminos. Creamos opciones. Creamos dolor. Creamos miedo. Creamos placer. Creamos cicatrices a heridas que nunca estuvieron ahí. Creamos destrucción.
Destruimos. Nos despedimos. Luchamos.
Destruimos lo que somos. Destruimos lo que nos imponen. Destruimos aquellas palabras que sin decirlas nos matan. Destruimos pensamientos. Argumentos. Amistades. Amores. Es complicado. Destruimos aquellos días jóvenes donde nada importaba. Destruimos la simplicidad. Destruimos nuestra mente para empezar de cero. Destruimos lo que debemos ser. Destruimos personas. Destruimos sonrisas. Destruimos lágrimas. Destruimos el mundo.
Nos despedimos del pasado. Nos despedimos de las respuestas que no se han dado y nunca lo harán. Nos despedimos de lo que fuimos. Nos despedimos de lo que podríamos llegar a ser. Nos despedimos de personas. Nos despedimos de sentimientos. Nos despedimos de prioridades. Nos despedimos de cosas banales. Nos despedimos de las voces. Los gritos. Las miradas. Las "miradas". Nos despedimos de lo que queremos. Nos despedimos de aquello que nos aterra. Nos despedimos de aquellos que nos aterran. Nos despedimos de lo que somos. Nos despedimos de nuestra libertad. Nos despedimos de nuestros grilletes.
Luchamos contra aquello que no podemos ver. Luchamos contra nuestra mente. Luchamos contra nuestros sentimientos. Luchamos contra la razón. Luchamos contra la sociedad. Luchamos contra el pensamiento. Luchamos contra la lucha. Luchamos contra la paz. Luchamos contra el miedo. Luchamos contra el ego. Luchamos contra las normas. Luchamos contra las ideas. Luchamos contra los estereotipos. Luchamos contra nuestro pasado. Luchamos contra lo que queremos ser. Luchamos contra lo que debemos ser. Luchamos contra nosotros.
Somos una cuerda. Una fina y larga. Una hecha a partir de hilos. Donde la cuerda acaba, hay un hilo que sigue. Un hilo de cristal. Un hilo con aspecto frágil, pero más fuerte que el diamante. Hay un hilo que sigue y sigue sin fin. Un hilo que empieza donde acaba el hombre y que termina donde uno lo quiera rematar.
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Sangre dorada
RandomEsta es una pequeña recopilación de algunos escritos míos. Espero que gusten y si no, espero también una crítica sincera y sin malicia. Algunos tocan temas más delicados que otros y me gustaría poder ayudar a amenizar el día de alguien. Hacer que un...