Uno, dos, tres...

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Esto empieza en un campo de amapolas un domingo. Esto empieza con un sentimiento. Esto empieza con una taza de café con marcas de dos barras de labios distintas. Esto empieza en silencio. Esto, ya ha comenzado y si termina, que lo haga en ti.

Estoy perdida, lo sé. No espero que me encuentres ni que me ates al suelo, no espero que me cures. Solo quiero... quererte. Quiero quererte hasta obtener un doctorado por ello. Quiero quererte hasta olvidarme que se puede querer a alguien más. Quiero quererte y que tus iniciales se confundan con las mías. Quiero quererte y quiero que me quieras. Quiero querernos en cada tiempo verbal porque juntas seríamos un futuro perfecto.

Si el amor es ciego, déjame aprender braile en tus lunares. Quiero volver a aprender a ver el mundo a tu lado. Quiero... ponerle nombre a las cosas y reinventar los colores empezando por el rojo de tus labios. Sigue robándome el café y también los pantalones y déjame mudarme a la curva de tu espalda.

De la electricidad de nuestras miradas chocar en el vagón del ave nazco yo y nace este momento. Nacemos nosotras.

"Perdón, pensé que era mi taza."

"Si quieres volver a probar mi pintalabios no tendrás que pedírmelo dos veces"

Sangre doradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora