Mi mamá se levantó de un salto de la silla.
-Señor Torricelli, no se acerque un paso más. -Felix se interpuso entre ellos.
-Esta bien. Solo que después de todo, es mi ex esposa a quien pretendo saludar. -Espetó.
-¿Ex esposa?. -Mi ebriedad llego al nivel de alucinación.
-Massimo. -Ella lo miró reprimiéndolo y luego me miró a mi. -Nena, nos vamos.
-No, mamá de ninguna manera. -Le dije y de pronto sentí a Alessandro en mi espalda como una columna de concreto.
-Lo sabía, eras tu la mujer del retrato que encontré en una de las bóvedas de la residencia. -Alessandro parecía asombrado.Massimo arqueó una ceja y e intentaba disimular una sonrisa, parecía satisfecho del caos que había causado.
-¿Tú lo sabías?. -Le grite a mi columna de concreto.
Domenico y Olga se acercaron a la velocidad de un rayo.
-Massimo, Chisca vuole ballare con te. -Domenico carraspeó.
-Sarebbe un piacere. -Respondió y se dirigió a la pista de baile muy cómodo consigo mismo.Mi madre resopló y le dijo a Olga que nos iríamos, yo volví a reiterarle que no me iría, pero que no dejaría esta charla a medias, no podía dejar a Chisca en este momento, además quería distraerme y embriagarme aún más después de enterarme de ésto.
Aunque mi mamá no se lo pidió, Alessandro le dejó en claro que cuidaría de mi, igual cinco guardias quedarían conmigo hasta que yo decida volver.
-Tu no vas a cuidarme, aléjate de mi si no quieres ver de lo que soy capaz de hacer con tu linda cara. -Le espeté, ebria y molesta.
-Nena, yo se que estás molesta con todo esto, pero entiende a tu madre si, no te lo dijimos porque no creíamos que fuera necesario. -Olga me llevó hacia un lugar apartado.
-¿No creyeron que fuese NECESARIO?. -Exclamé en polaco. -No lo puedo creer, me han dejado pasar tiempo con Alessandro, ¡HASTA CREO QUE ME GUSTA!, para luego decirme que su padre es ex esposo de mi mamá?, y apuesto a que Chisca y Luca lo saben también ¿no? y yo soy la única estúpida aquí.
-No, ellos tampoco lo saben, Alessandro solo lo sospechaba. -Mi tía Olga me miraba de una manera que deduje que no sabía que hacer conmigo.Yo levanté las manos en señal de rendición cuando empezó la verdadera fiesta. Un mozo pasó al lado mío con shots de tequila y agarré dos.
Los señores que nos acompañaron en la cena entraron en un salón apartado, incluyendo Domenico, Massimo y Alessandro.
Yo te cuido, yi ti cuidi, bla bla bla, para irse a jugar al gángster. Dije para mí sola.
Me encogí de hombros y me tomé los dos shots como agua.
Llegué con Chisca que ya se había cambiado la pollera del vestido por una versión de tul más corta y Luca me tomó por la cintura obligándome a bailar con él.
-Luca hazme el favor y no saques los pasos prohibidos. -Le grité al oído, él rompió a reír y levantó una ceja divertido.
Me encontré que Chisca estaba con Mateus, bailando pegadísimos, logré que Luca y yo nos pusiéramos junto a ellos porque Chisca quería decirme algo al oído.
-¿Qué pasó allá en la mesa?. -Me gritó.
-Ni acordarme quiero, luego te cuento. -Dije envuelta por la música.Saludé a Mateus que estaba disfrazado de bailarín de capoeira, con unos pantalones sueltos blancos y una camiseta blanca casi transparente. Y luego agarré dos copas de prosecco que me ofreció el mozo con la bandeja.
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Tenías que ser tú.
RomanceALERTA SPOILER: SI NO HAN LEÍDO LOS LIBROS, ABSTENERSE DE LEER LA HISTORIA. ¿Qué pasaría si la vida vuelve a juntar a Laura y Massimo?. No por decisión propia... Sino la de sus hijos. Un amor prohibido, por ambas familias. Él, hijo del jefe más po...