-Repítelo. -Él me decía, incrédulo.
-Siii. -Dije arrodillada frente a él, sonriendo como idiota.Alessandro me miraba como si no diera crédito a lo que acabo de decir, tiró su cabeza hacia atrás apoyándola en el respaldo de la cama, riendo felizmente. Yo reí contagiada.
Se abalanzó sobre mí, haciéndome prisionera de sus musculosos brazos...
Desperté porque me sentí ahogada, luego me di cuenta de que Alessandro no me soltó en lo que quedaba de la noche, y que el calor que emanaba me tenía sudada.
Sigilosamente me senté en la cama, me puse su camisa y la abotoné mas o menos cubriendo mis senos, tomé mi teléfono y busqué el contacto de Chisca.
Necesitaba contarle todo, para eso salí al balcón que daba a la piscina del hotel.
-¿Hola?. -Dije.
-¡PERRA INMUNDA DESAPARECIDA! ¿Que es de tu vida, te abdujeron los aliens?. -Chisca exclamó del otro lado.
-Lo mismo puedo decir de ti, que te has mudado a casa de Mateus y ¡sin decirme una palabra!. -Le retruqué.
-Iba a contártelo, lo juro. ¿Como lo sabes?. -Me preguntó.
-Tengo mis fuentes. -Dije sonriendo.
-Dime, y tu fuente está desnudo en la cama cubierto con el edredón y es familiar mío?. -Dijo y me caí de culo, abrí los ojos y empecé a tartamudear.Ella rió.
-Lo tengo bien entrenado a mi hermano, no se me escapa una. Ahora suéltalo todo Stella.
Yo la puse al tanto en un santiamén, menos la parte en la que acepto ser su novia.
-¡No lo puedo creer!. -Dijo y soltó un grito agudo que casi me deja sorda.
-Y todavía no les dije a mis padres que nos vemos. -Le solté y eso le sonó como baldazo de agua fría.
-Tengo miedo, qué quieres que te diga... -Suspiró.Hablamos un rato más y colgué cuando vi que Alessandro estiró su brazo y no me sintió a su lado, entonces me acerqué a la cama mientras él se despertaba lentamente.
-Buenos días, preciosa. -Dijo con voz ronca, yo me recosté a su lado.
-Buenos días... -Sonreí y lo besé.
-¿Ocurre algo?. -Frunció el ceño.
-Acabo de colgar con Chisca, y me hizo dar cuenta de algo... Y es que, no se cómo lo vayan a tomar mis padres. -Lo miré.
-Sabes bien que no le tengo miedo a tu padre, Stella. Y estoy dispuesto, es más, quiero hacer las cosas bien y hablar con él personalmente. -Dijo y sonaba decidido.
-Me pones nerviosa. -Le dije.
-Ya me has dicho que te pongo ansiosa, ahora te pongo nerviosa también... Dime, como más puedo ponerte?. -Sonrió maliciosamente mientras deslizaba una mano por mi cuerpo desnudo debajo de la camisa.
-En cuatro. -Sentencié.Él abrió los ojos como platos, divertido y se le cayó la mandíbula ante la grosería que acabo de soltarle. No pude evitar reír.
Él soltó una risa incrédula y se puso a la tarea de dejarme un camino de besos que descendía desde mi cuello, yo le tomé de su cabellera y se la estiré.
-Tengo una idea. -Murmura y se levanta de la cama.
Vi que se agacha a recoger algo del suelo y vuelve con su cinturón de LV.
-Dame tus manos. -Me dice. Yo logro captar por donde va la cosa y le extiendo ambas manos, encantada.
Metió mis muñecas en el cinto que previamente había acomodado para sujetarme, luego tiró de él y mis muñecas estaban atadas como en grillete. Quedé impactada ante tanto profesionalismo.
-No quiero preguntar como aprendiste a hacer esto. -Dije sin dar crédito.
Él solo rió y me subió los brazos por encima de la cabeza, quedando completamente a su merced.
Sus besos continuaron por mi estómago bajando lentamente, cuando sentí su lengua en mi clítoris bajé mis brazos intentando tomar su cabello.
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Tenías que ser tú.
RomanceALERTA SPOILER: SI NO HAN LEÍDO LOS LIBROS, ABSTENERSE DE LEER LA HISTORIA. ¿Qué pasaría si la vida vuelve a juntar a Laura y Massimo?. No por decisión propia... Sino la de sus hijos. Un amor prohibido, por ambas familias. Él, hijo del jefe más po...