✦◦•●◉✿He said, "It's for all the right reasons" Baby, don't care 'bout grades Just call me your baby If I pass this quiz will you give me your babies? ✿◉●•◦✦
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Otro día más en la escuela, normal para la mayoría de los estudiantes, pero excepcional para él.
Ese día, tendría historia. Su materia favorita, con su profesor favorito.
Lee MinHo y él habían vuelto a salir, y nada lo hacía más felíz en ese momento. Puede que aún siguieran escondiéndose, pero le había prometido a su amado profesor que esperaría a por él.
El castaño entró a la sala, todos sus compañeros lo saludaron, al igual que JiSung.
Ninguno de los dos se miraba en clases, ni hablaban por mensajes. Ésta vez querían ser lo más discretos posible.
Aún así, como siempre, JiSung quería llamar un poco la atención de su profesor.
–Bien, Han-ssi ¿Puedes darnos tu respuesta a la pregunta número cinco?– preguntó cortésmente.
–Uh... No hice la tarea, profesor– contestó fanfarrón, queriendo provocar a MinHo.
–¿Cómo que no? Dí éste trabajo hace una semana, y usted aún no lo a hecho... Han, usted y yo vamos a tener una seria conversación luego de clases.
'Por supuesto, profesor.'
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–¡Ah! Si, más...– JiSung gemía acostado sobre el escritorio del mayor.
MinHo tomaba su cadera y lo embestía con fuerza, mientras trataba de ser un poco un silencioso.
La puerta de la clase estaba cerrada, además no había casi nadie en la escuela, pero aún así no podían correr el riesgo de que alguien los oiga.
Ésta vez, MinHo quiso consentir un poco más a su JiSung. Lo dió vuelta para mirarlo mientras lo penetraba, sabía que al menor le gustaba eso. Con una mano lo masturbaba y con la otra pellizcaba sus pezones. Su pequeño se veía desastroso... Su cabello revuelto, ojos llorosos, todo su uniforme desarreglado, respiraba agitadamente mientras mordía su labio inferior, tratando de no expresar cuán loco lo volvía todo lo que le estaba haciendo su profesor.
–Me gustaría tanto escucharte gritar bebé, pero no estamos en el lugar adecuado– susurró.
–Dígame así... Dígame bebé, por favor profesor– JiSung movía sus caderas para obtener más profundidad, pero el mayor se detuvo.
–¿Debería? Te has portado mal últimamente– tomó su mentón de manera brusca– No has estado estudiando ni haciendo tu tarea, cariño.
–La haré, juro que la haré pero... ¡Oh!– MinHo dió una única estocada profunda– Por favor, necesito venirme profesor, por favor...– rogó.
Tomó el cabello de la nuca de JiSung con fuerza, haciéndole soltar un alto quejido. Lo penetró con fuerza y rapidez mientras mordía y besaba su cuello.
Ambos se vinieron casi al mismo tiempo. Luego de eso, JiSung tenía una sonrisa de oreja a oreja, si, había sido un buen polvo, pero para él era mucho más que eso.
–Entonces... ¿Me disculpara por no haber hecho las tareas, profesor?– luego de acomodar su ropa, JiSung caminó hacia el castaño, abrazándolo por los hombros, seduciendolo.
–No lo sé, quizás debería seguir castigándote, pequeño– sonrió.
Ambos se rieron y volvieron a besarse. Mientras se besaban, el pequeño chico rubio sentía mariposas en su estómago, sus mejillas calientes y sus manos temblaban un poco.
Estaba muy enamorado de Lee MinHo.
–¿En qué piensas?– preguntó su profesor al separarse del beso.
–Nada, solo que... Me trae muy mal, profesor– sonrió hacia él y le dió un corto beso– ¿Sabe? Espero algún día poder hacer ésto en público– su sonrisa brillaba.
–¿Qué? ¿Follar? No sabía que tenías esos gustos, pequeño– se burló y JiSung soltó una carcajada.
–No eso, profesor... Me refiero a... Poder besarnos, tomarnos las manos, decirnos cuánto nos amamos en público, sin necesidad de escondernos de nadie... Me gustaría ser libre.
–A mi también, cariño, pero sabes que no podemos por ahora...– tomó las mejillas de JiSung y lo miró a los ojos– Te amo... Te amo demasiado, pero nadie lo entendería, así que debemos escondernos mientras tanto ¿Si? Solo hasta que las personas dejen de molestarnos, amor.
No era la primera vez que JiSung oía ese discurso, pero aún así seguía sin entenderlo. ¿Qué importaban los demás? Ellos se amaban ¿Eso estaba mal? ¿Por qué?
–Prométeme que agantaras hasta que podamos estar juntos– MinHo apretó un poco su mano.
JiSung lo miró a los ojos y sonrió, un poco triste.
–Lo prometo, profesor– le dió una sonrisa y lo besó dulcemente– ¿Vamos a su casa?– mordió su labio inferior, esperando ansioso la respuesta del mayor.
–Por supuesto cariño, ve a esperarme en el auto– sonrió y le dió una nalgada.
El menor corrió felíz hacia la salida. Todo acabaría pronto y ellos podrían estar juntos, lo sabía.
