Capítulo 4 [Sin Corregir]

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Entre a mi casa al rededor de las ocho, con la plena convicción de entrar directamente a la habitación que compartía con mis hermanas y solo acostarme a dormir; cerré la puerta y salude a Emma y Helena, junto a Embry que estaban sentados viendo la televisión.

Embry, el compañero de mi hermana estaba comiendo algo que olia muy dulce, pero ni siquiera ka comida me llamo mas la atencion que el ir directo a mi cama. Sin embargo, después de subir las escaleras e ir camino a mi cuarto me tope con Valeria, mi hermana gemela. Me saludo con un gesto de cabeza, cepillándose el cabello después de la ducha que se acababa de dar; honestamente planeaba seguir directo a mi cama, pero tenia algo que decirle pendiente. Ataque el tema de tajo.

—Oye, Valeria —la aludida me miro. —Creo que empecé una relación hoy, pero dije que se trataba de ti.

—Um.

Lo pensó unos segundos; después se encogió de hombros.

—¿Seth lo sabe?

Carraspe, incómoda. —Si, lo sabe.

—¿Y no le gusta el hecho?

—Creo que no.

Su sonrisa resaltó las pecas en sus mejillas.

—Entonces esta bien.

Me quede ahí, a medio camino a mi habitación sorprendida por su respuesta. Ella, como si nada, seguia cepillándose en cabello, y no me miró más, incluso cuándo seguia hablando. Supongo que yo ni era la única herida en la casa por la traición de Seth; aunque ellas podrían verlo como un golpe en el orgullo y no en el corazón.

—Puede que hoy antes que Nessie nos trajera a casa hayamos dado algunos arreglitos al auto de Seth.

Bien, eso explicaba el hecho de que el auto de Seth estaba descompuesto, como dijo esta tarde.

Esta vez fue mi turno de encogerme de hombros; continúe mi camino hasta que en el umbral de la puerta la voz de Valeria me detuvo.

—Con respecto a tu nuevo noviazgo, ¿tengo que hacer algo porque usaste mi nombre? ¿Cuanto tiempo durará?

—No, yo me encargo de todo. —aventé mis tenis para descansarlos por  alguna parte, mientras finalmente en cansancio me venció me despedi con un gesto de ella. —Y, no lo sé, unos cuantos días probablemente. 

Si, no duró unos cuantos dias.

Y lamentablemente, tampoco el enojo de mis hermanas hacia Seth.

En estas dos semanas había descubierto lo mandón y poco paciente se volvía Jeremy cuando quiso ayudarme a sacar a pasar a mi oso un rato. Descubi en los primeros días que era más una tortura que algo de provecho, pero me era bien estirar las piernas un rato y mantenerme fuera de casa ahora que Seth pasaba la mayor parte de tiempo en ella y yo no tenía ganas de salir de la cama.

Las mañanas estaba segura, resguardada por la escuela él se mantenía apartado durmiendo para el turno de noche en el hospital, pero en la tarde era un cuento diferente porque Seth se las empeño en pasarse por mi casa y (de alguna manera incomprensible) se había ganado de nuevo la confianza de mis hermanas. Ahora, ellas eran sus complices en hacer que los dos estuviéramos juntos y se empeñaban en que Seth pase tiempo en la casa sin ningún motivo valido.

Papá y yo eramos los únicos que oponían resistencia, pero papá acabó aceptando que no podía hecharlo sin mas y le daba tareas de la casa, reparaciones, pintar de nuevo una habitación o lo que se le ocurriese, la verdad; pero se esforzaba en que estuviera tan lejos de mi habitación como fuera posible, por lo que estaba perfecto. Incluyendo que Bruno se pasaba mucho tiempo en casa, este era relativamente mi espacio personal de entrenamiento y me gustaba salir a  respirar aire fresco.

Snarl Down ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora