Sirvienta de los Uchiha's [+18]

Momento

-S..Sasuke sama _me acerqué a él rápidamente_ l...lo lamento _saqué un pañuelo de mi delantal y lo coloqué en su rostro para quitar el líquido_

Le dije que se sentara en la cama y así lo hizo, mientras mojaba el pañuelo y lo pasaba por su rostro. Parecía muy obediente, pensé que se iba a lanzar sobre mi y a golpearme.

Su rostro perfecto, no tenía ni una sola imperfección, sus cejas bien rellenas por cabellos negros y bien formadas, su nariz fina y labios suaves, ojos negros en los cuales podrías perderte por horas.

La irritación por el producto había desaparecido, tenía su tez completamente pálida, como siempre.

La pelirosa acarició el rostro del jóven involuntariamente, sus manos se movían solas; el pelinegro tenía la mirada perdida en el suelo, sentía las delicadas y suaves manos de la chica en su rostro.

-Lo siento _dijo sin mirarla y sin inmutar expresión_

-¿Uh? _retiraba sus manos_

El pelinegro no volvería a repetir esas palabras que tanto le habían costado salir.

-Sas...

El pelinegro abrazó a la chica sin pronunciar palabra, quedó completamente atónita. Aquel chico frío y odioso, que la había golpeado y que muchad veces la había humillado ahora se mostraba frágil.

La pelirosa colocó sus manos en la espalda del chico abrazándolo suavemente mientras cerraba sus ojos, éste solo podía mirar al vacío.

La chica se separó del abrazo lentamente y colocó su índice en el mentón de pelinegro.

-Tranquilo, Sasuke sama _sonrió dulcemente_

Su sonrisa era tan blanca como la nieve, expresaba cariño, gentileza, alegría, amor y calidez, por eso la amaba tanto.

Le miró y sonrió mientras ella quitaba su flequillo de su ojo izquierdo y le regalaba una dulce sonrisa.

Se separó del abrazo y se puso en pie, extendió su mano para ayudar a la pelirosa a incorporarse, lo cual ella acepto.

-Yo te avisaré cuándo debes servirme la cena.

-Vale.

-Puedes retirarte.

-Oye, Sakura _decía una rubia con platos en mano_

-¿Qué pasa? _los colocaba a mi par mientras los lavaba_

-Sasuke está encerrado en su oficina desde hace horas.

-Hmm ¿Y?

-¿Cómo que "Y"? ¿No te ha pedido cena? Ya es hora de dormir.

-Me quedaré un tiempo más, avisó que comería un poco más tarde.

-Hmm vale, me iré a la cama, estoy exahusta _se estiraba_

-Vale _terminaba de lavar y secaba mis manos mientras Ino se retiraba_

Secaba y organizaba los platos en su lugar mientras tarareaba una melodía en voz baja, todo se volvió negro cuando unas manos taparon mis ojos.

-¿Quién soy? _se escuchaba una voz masculina distorcionarse a la de mujer_

-Hmm _palpé sus manos_

Tomaba mi mano delicadamente mientras dejaba un beso en ella.

-Un placer, señorita.

-¿Alucard?

-¡Vaya! Nunca se te olvida nada, eh _retiró sus manos de mis ojos_

-Pues no _sonreí y me giré_