A la inversa
Cap. 7
Más y más… demasiado
-¡Ahhhhh!-me separo de Zeus tomando sus hombros con fuerzas buscando apoyo. Las piernas me fallan. Él me toma por los brazos. El dolor me sega y cierro los ojos con fuerzas. Es muy fuerte y quema, quema dentro de mí.
-¿Qué ocurre?-pregunta con espanto. Abro los ojos y las lágrimas saltan de mis ojos.
-Duele, quema –trato de decirle lo que siento en mi espalda. Lloro con fuerzas, la cabeza me bombea y siento el pulso quemándome en la espalda.
-¿Qué cosa?-pregunta muy preocupado. Poco a poco baja hasta que está en el suelo y yo abrasándolo. Lloro fuerte.-¿Qué te duele? Háblame-pide desesperado.
-Mi… mi espalda-digo sollozando con dolor y apretando mi mandíbula.
-¿Qué?-dice incrédulo y con impresión
-Quema-lloro. Él, técnicamente, con la mirada me pide permiso para alzar mi camisa. Asiento mientras mis labios tiemblan, ahora que he dejado de apretar mis dientes. Él poza la mirada en mi espalda y toma el borde de mi camiseta y la levanta levemente. Su cara se tensa y su mandíbula se endurece.-¿Qué es?-pregunto sin aliento
-Un latigazo-dice entre dientes. Cierro los ojos con fuerza. Duele demasiado.-No puedo ayudarte a sanar-se culpa. Tomo respiros profundos y me calmo, por lo menos mi respiración lo hace y las lágrimas bajan en menor cantidad que puedo hacer que caigan.
-Hey-trato de sonar normal, algo fallido. Me incorporo con la cara fruncida por el dolor.-Voy a estar bien-le digo con la fuerza que me queda.
-No, claro que no… no sanas como yo-dice y yo asiento
-Lo sé, pero se de medicina. Necesito que me ayudes-le digo y ahora me mira interesado. Trato con fuerzas de seguir adelante y no preocuparlo, necesitamos la fuerza de ambos.
-¿Qué necesitas?-pregunta con ansiedad.
-Hielo bien picado, agua caliente y templada, antibiótico, vendas y un paño limpio-le digo con la voz temblorosa. Él asiente y se pone de pie. Sale del vagón y aprieto los dientes. Tomo la toalla que esta tendida en el borde de la cama y la pongo en el suelo. Me quito la camisa con el mayor cuidado posible, luego me recuesto sobre la toalla boca abajo y espero por Zeus, mientras aprieto mis puños tratando de aguantar las ganas de arrancarme la piel de la espalda. Late, late con una fuerza segante late hasta dejarme sin aliento.
Escucho como Zeus llega y lo pone todo al lado derecho mío. Busca el agua caliente y la templada en el baño luego esta a mi lado.
-¿Y ahora?-pregunta y siento como el cansancio va ganando.
-Ahora…-digo con pesadez-no permitas que me duerma, tengo que decirte que hacer-le indico-limpia la herida con agua caliente. Toma el paño mójalo y exprímelo y con mucho cuidado me limpias.-le digo, él suspira con desencanto.
-Voy a… desabrochar tu sostén-dice con timidez
-Solo avanza por favor-le digo con dolor…de no ser por la situación me sentiría muy nerviosa. Él asiente y siento como sus manos evitan el tacto en la espalda, pero la tela elástica de mi sostén lastima levemente mi sensible piel. Toma el paño y lo pasa con mucho cuidado.-Ahhh-me quejo y más lágrimas salen de mis ojos. Él se tensa pero continúa. Cuando termina suelto todo el aire atorado con otro gemido-Ahora tienes que limpiar el paño en el agua templada-le digo. Él lo hace-toma el antibiótico y úntalo en la herida con mucho cuidado-le digo. Él lo hace con el más cuidadoso trabajo. Duele mucho que haiga contacto directo.-Bien… ahora busca una toalla y ponla en mi espalda, luego pon el hielo sobre toda la espalda-le indico, él asiente con el seño fruncido. Cuando lo hace suspiro mientas voy a la deriva.
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12 Dioses del Olimpo
General FictionZeus fue enviado a la tierra con un proposito, completar el circulo de los dioses, para cambiar el mundo. Pero a él no le correspondia eso, ese no era su deber, sin embargo, lo enviaron como castigo. Sin tener mas que la ayuda de Taylor, el debe en...