Pesadillas | TERMINADA |

Cap. 2

Me invadió la desesperación, tenía que hacer algo y rápido. Tomé mis cosas, volví con los chicos, pero los ignoré y salí de allí. A paso rápido logré salir, luego comencé a volar, corrí al único lugar donde Pitch podría esconderse.
Con rapidez llegué a los bosques de invierno, a una cueva, una en donde había pasado algunas veces, que siempre dejé pasar desapercibido, pero ahora me doy cuenta que allí la luz nunca llega, siempre esta a oscuras y aislado de todo.
Entré sigilosamente, pero a pasos rápidos y ágiles, llegué a un túnel que era más pequeño, no veía completamente nada.
-¡¿Pitch!?- grité al vacío del lugar.
-¿...sí?- escucho una voz, la misma voz de la otra vez a mis espaldas.
Volteé pero de igual manera solo vi oscuridad. 
- Sabía que vendrías.- dice.
-¿¡Qué me hiciste?!- grito.
- Nada... Sólo hice que te des cuenta por fuera lo que te esta pasando... es como una advertencia...- responde.
-¿Advertencia de qué?
- De ti mismo... Te estas consumiendo, ya nadie cree en ti y eso es lo que está causando.- siento una mano en mi pecho, seguido de un fuerte sonido que me dejó aturdido, caigo al suelo indefenso.
-Pero puedes pararlo...
-¿Cómo? - pregunto girando y amenazando a la propia oscuridad del lugar con mi vara.
- Ayudándome.- dice - ¿No te lo imaginas? Tú y yo, el frío y el miedo... La combinación perfecta.- dice cínicamente.
- Yo jamás te ayudaría.- le digo.
- Entonces así será... Y así terminara.- dice, pensé que me atacaría o algo por el estilo, pero no lo hizo, en cambió sólo me puso alerta y lancé mi hielo en vano.
...
En el camino de vuelta con los Guardianes había sentido varios dolores diferentes, todos relacionados con mi pecho, me estaba costando caminar y no podía volar muy bien. Como se estaba haciendo tarde decidí dormir allí esa noche y a la mañana seguiría mi camino. Me hice una cama, o algo por el estilo, con ayuda del hielo y algo de nieve como para que no sea tan incomodo, pero aún lo era. Me recosté tratando de calmarme, tenía demasiadas cosas en la cabeza.
¿Cómo que esto es lo que me causa que los niños no crean en mí?
¿Por qué tiene este efecto en mí ahora y no antes?
Al rato logré dormirme.

Estaba caminando por un pasillo con muchas puertas, en cada una había una voz que me llamaba, pero cada vez que me acercaba para ver quién era, esta se cerraba y no la podía abrir. No tenía mi vara, y, aunque sigo teniendo poderes sin ella, no lo conseguía. Comencé a correr por el largo pasillo, todas las puertas se cerraban, no encontraba ninguna salida, me llamó la atención una puerta que no se cerró. Me acerqué a ella y miré adentro, en ella se reflejaba aquella vez que miré la luna con desesperación y confusión esperando una respuesta que sigue sin darme. Comencé a sentir una punzada en el pecho, como algo que se clavaba y no podía quitar, caí al suelo aturdido y con desesperación.
¿Qué me estaba sucediendo?
Me comenzó a doler demasiado, parecía una corriente eléctrica que comenzó en mi pecho y se extendió por todo mi cuerpo, miré mis manos que estaban temblando, para encontrarlas oscuras, cada vez se hacían más negras. Sentí unas punzadas en cuello, me quite el buzo desesperado, tenía casi todo mi cuerpo negro, aquellas líneas oscuras se extendieron a mi cuello y dolían mucho. Apreté los ojos con fuerza cayendo al suelo y retorciéndome de dolor. Puse mis manos en la zona que tanto me dolía del cuello como si de esa forma lograra pararlo. Mis pies descalzos comenzaron a oscurecerse al igual que mis manos y pecho, luego lo mismo en todo mi cuello y sentí una punzada dolorosa en donde comienza la cabeza, más o menos en la pera. Sentí que no podía respirar por el dolor que de esta emanaba, apreté mis dientes al igual que mis ojos y gemí de dolor.
Sentí que las paredes se encogían, que estaba encerrado, que no tenía salida, entonces vi lo que había en la puerta, la única abierta. Los niños de diferente lugares escuchaban a sus madres o abuelos hablar de Jack Frost, de mí, pero los niños se iban, los callaban o les decían que era mentira y que no existía.
Sobre el dolor que ya sentía comenzó a presionarme el pecho, lo sentí otra vez vacío y me dieron ganas de llorar.
Nadie cree en mí.
- Se te acaba el tiempo.

Desperté aturdido y confundido por aquella pesadilla, había parecido tan real...
Decidí ignorarlo, me acomodé, no me sentía tan débil, pero aún me caía y me sentía mareado, comenzé a volar hacia mi destino.
Cuando llegue traté de pasar desapercibido pero no pude, estaban preocupados y no sabía ni porqué.
-¿Dónde estabas?- preguntó Norte.
- Te estas comportando extraño- agregó Conejo.
- No molestes canguro.- le digo impasible.
- ¡No me digas así!- dice enojado.
- Blablabla - digo burlón.
- Ven aquí.- dice Norte, me toma de la capucha y me alza, trato de zafarme pero no puedo, me deja cerca de ellos y Norte me mira extraño.
-¿Qué tienes allí?- pregunta acercando su mano a mí.
- Basta, no tengo nada.
- ¿Pero qué...?- comenzó a decir.
Me toma por sorpresa, me agarra fuerte y me tira del buzo.
-¿Qué es eso?- pregunta.
Pongo mi mano en mi cuello, sintiendo un línea áspera cruzar al costado de esta.
-...Oh no...- susurro, pero Norte me escuchó.
- Jack dinos qué te está pasando.- exige.
- Nada de tu incumbencia - le digo cortante.
Me zafé de su agarre y corrí a la misma habitación, tengo miedo, miedo porque no se qué me esta pasando. Me quito el buzo de nuevo frente al espejo, no podría describir mi rostro en ese momento. Era una mezcla de sorpresa, confusión y miedo.
-....¿Jack? ¡¿Qué está pasando?! ¿¡Por qué no nos lo dijiste?! ¡Esto es muy serio!- dice Norte colándose a la habitación, creo que es su habitación.
Se me acerco, ¿por qué tenía que enterarse él? Él es muy insistente.
- Ven aquí.- me ordena, como ya no sabía qué hacer le obedezco y me acerco.
Norte apoya su mano en mi pecho con cuidado, supongo que sintió lo áspero de mi piel en aquella parte y se alarmó.
- Esto no puede ser... ¿¡Acaso viste a Pitch!? ¿¡Te hizo algo?!- pregunta alarmado.
Por los gritos de Norte, Tooth, Bunny y Sandman entran a la habitación preocupados y se alertan al verme a mí y esa cosa extraña en el pecho.
-¿¡Qué te pasó, Jack?!- gritó Tooth.
- Jack esto es serio, ¿cuándo empezó esto? - preguntó Norte.
- No lo sé... Bueno si sé, creo que ese día que Tooth me encontró.