¨Los años pasan y los recuerdos más dolorosos perduran en los corazones de los humanos desdichados¨
Orzo Bird jamás olvidaría lo sucedido aquel día, en el que su pobre corazón había sufrido como nunca antes. Guardado en su memoria como una marca de dolor e impotencia, mucho más torturante que las producidas en la piel por el hierro ardiente.
Sabía que nunca se curaría de aquel dolor, los años solo podrían acrecentarlo más. No solo el dolor había invadido su inocente existencia, también el odio, un sentimiento que tarde o temprano lo convertiría en un ser desdichado.
¿Qué otra cosa podía hacer?, olvidarlo todo y seguir con su vida no le sería posible, no hasta que no hiciera pagar al desgraciado que daño a su hermana. No podían juzgarle por pensar de esa manera, solo quería justicia, no como la blanda y ciega que dejo en libertad al culpable.
No, él usaría su propio concepto de justicia, uno que no permitía a los criminales, fueran quienes fueran, librarse de sus pecados. No importo cuanto le suplico al jefe del pueblo cumplir con su deber y castigarlo, el viejo simplemente se negó.
Cuando Bird escucho de la negativa, el odio se adueñó de su corazón mezclándose con la rabia, para volverse un sentimiento más fuerte y destructivo.
Para un niño de ocho años presenciar con sus propios ojos como el cadáver de su hermana flotaba en el río fue un duro golpe. Una persona como ella tan llena de vida se había marchado de este mundo, de un modo cruel.
Miriam, su hermana, fue una joven pura, que nunca tuvo enemigos. La única en hacerse cargo de él.
Bird conocía que los pueblerinos se callarían lo sucedido, tal y como fue ordenado. Este sacrificio era necesario para proteger la imagen del asesino, un caballero andante que los visito, pero que ya se había marchado en la madrugada, huyendo de forma cobarde.
Aquel forastero se interesó por Miriam desde el mismo momento en que la vio, era casi imposible que un hombre no se sintiese atraído por la belleza de su hermana. Estuvo todo el tiempo cotejándola, haciendo uso de innumerables piropos para ganarse su simpatía, pero ella era una joven honesta y no aceptaba ese tipo de trato, a menos de que fuesen con serias intenciones.
Cualquiera deduciría que su único objetivo era utilizarla para obtener placer, y que luego se marcharía dejándola atrás. Por eso es que Miriam, que no era ninguna ingenua, lo rechazo.
Molesto con su rechazo empleo toda clase de insultos con Miriam, hasta amenazas. Su ego no lo dejaba aceptar un no como respuesta. La ofendió llamándola tonta, bruja y perra con escrúpulos. Defendió su orgullo diciéndole que muchas mujeres estarían encantadas de estar con él, y de todas las chicas del pueblo vino a fijarse en ella, por eso debía estar agradecida.
Miriam no hizo caso a los insultos, a los imbéciles se les ignora. Bird creyó que las cosas acabarían aquí, pero se equivocó. La noche anterior a su muerte Miriam no regreso a casa.
Como vivían solos, no había nadie más a parte de él, que fuera en busca de la chica. Toda esa noche se la paso con miedo, pensando en su hermana y lo importante que era en su vida, si alguna vez la perdía, se quedaría completamente solo. El desdichado desconocía que eso era justo lo que ocurrió, fue privado de su único familiar.
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La oscuridad del caballero
FantastikUn mundo donde los caballeros andantes existen y hacen lo que desean. Donde a veces tenerlos no es la solución del problema. Algunos avariciosos y creídos, otros movidos por el rencor y muy pocos por el honor, mostrando las dos caras de la moneda. E...