9. Debimos ir pa' Cinaruco.

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—Hace un año, siete meeeses con dos semanas y un díaaa, amor de la vida míaaa, que rompimos con lo nuestrooo

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—Hace un año, siete meeeses con dos semanas y un díaaa, amor de la vida míaaa, que rompimos con lo nuestrooo.

Marico, que ladilla Changbin. Le maté los ojos de inmediato.

—¿Qué rompimos, piazo 'e gei? Todavía te sigo aguantando —regañé en un murmullo.

Seo llevaba casi dos años ya en Apure y se había vuelto más llanerito que yo que pasé más tiempo allá. Que bolas. Ahora me llamaba rascao' cantándome las de Jorge Guerrero cuando se acordaba de mí a mitad de sus peas junto a los muchachos, muy bonito todo de no ser porque eran las cuatro de la mañana, y porque no me estaba llamando borracho, si no que estaba fuera de mi casa.

—Felix, decíle a tu novio que se regrese al llano —entró al cuarto mi hermana Rachel, prendiendo la luz, con los pelos alborotados y lanzándome una almohada.

Yo me paré como un loquito, con los cachetes llenos de saliva seca, con la cara hinchada y to' chuzúo. Al darme cuenta de que no estaba soñando, le fruncí el ceño a mi hermana. —¿Me estás mamando gallo, verdad?

—¿Vos creés que me voy a parar a las cuatro de la mañana na' más pa' echáte verga? ¡paráte que ese loco andá fuera jodiendo desde hace rato, shh!

Mi hermana se retiró y yo sin poder creerlo me fui a asomar por la ventana en la sala. Ahí estaba el que era novio mío, en medio de la calle oscura, cantando a todo lo que le daban los pulmones y con otros maricos cerca. Era un batallón de gente a los que, entre la oscurana, de vaina y reconocí a Hyunjin por el pelo de jeva rubio y porque era el único al que un poste alumbraba.

Que gente tan loca, ¿qué hacían en Punto Fijo? Y más importante, ¿quién les dijo la ubicación de mi casa si yo de vaina les conté que era en el sector universitario? ¿o con qué rial se vinieron esos locos si todos eran unos pata en el suelo que ni un pasaje en Encava cuadraban?

Por lo menos, por suerte mi papá no estaba en casa esa noche o les hubiese salido con un machete. Ese don estaba muy al tanto de mis aventuras de cuando estaba en cuarto año con Changbin, a lo mejor por eso me metió aquí en un liceo privado más resguardao' que er coño y me llevaba y me traía de ahí. El resto del bachillerato fue un asco, menos mal ya me había graduado y pronto iniciaba mi carrera.

Que pa' más ñapa, escupía y el salivazo caía a pata de mingo de la universidad.

Me metí pal cuarto y a la velocidad con la que el bolívar soberano se devalúa me medio acomodé esa cara y pelo. Salí con lo que se llama una cara de culo.

Los tekaeme a todos pero vercia, son las cuatro de la mañanaaaa.

—¡¿Qué coño de la madre pasa aquí?! ¡¿ustedes quieren que los vecinos me corran de esta güevonada?! —grité, no tan fuerte para que no me corran de esa verga, cuando abrí la puerta.

Toitos quedaron mudos un momento.

—Viste, yo les dije que sí vivía aquí —el salío' de Minho fue el primerito en hablar. Estaba sentado en la acera, a un lado de la puerta, sonriéndome como si no hubiesen pasado como año y ocho meses sin verlo feis tu feis. Ni siquiera se paró a darme un abrazo el caretabla, pendiente del jevo Jisung como todo el tiempo que lo tenía sentado en las piernas.

Somos Tú Y Yo [SKZ - CHANGLIX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora