El balcón de mi habitación no tenía vista al estanque, pero sí a una parte de la piscina, era mucho más grande que el antiguo apartamento en el que vivíamos y no bromeaba.
Saqué algunas cosas de una de mis maletas y me adentré al baño, necesitaba ducharme.
Nada de lo que había llevado fue necesario pues este estaba completamente equipado, me resultaba tan extraño todo, de hecho aún no lo terminaba de digerir, el ver nuevamente a mi madre estaba entre una de mis más grandes pesadillas, la muerte de mi padre era una de las razones del vacío que últimamente sentía, incluso el estar aquí me hacía sentir culpable ¿Estaría traicionando a mi padre con todo el daño que ella nos hizo?
En este momento entraría al segundo turno en el trabajo, luego pasaría por comida y la llevaría a casa para mi padre.
No me di cuenta del momento exacto en el que empecé a sentir ese sabor salado tan familiar últimamente, el agua se mezclaba con gotas de derrota, así se sentía.
Tras varios minutos logré salir, abrí el clóset y entonces comprendí todo.
Ella quería que fuera como ellos, que usará aquellas cosas que ni con mi alma siquiera hubiera podido pagar... como si eso lo hiciera todo diferente, como si eso fuera a cambiar los podridos de basura elitista que estaban por dentro.
Mi madre había deseado ser parte de ellos toda su vida, no dudó un solo segundo al engañar a mi padre con uno de los inversionistas mejor pagados de la ciudad, resultado de esto su salida de nuestras vidas ella quería que sea parte de ellos.
Dejé de lado las camisetas que usualmente usaba y las remplace por algo mejor.
La avergonzaba, y la razón de esa triste realidad iba más allá de mi ropa, la verdadera razón era mucho más cruda pues, frente a sus cínicos ojos tenía al reflejo de mi padre, ese que cambió por diamantes y perlas, yo era el recordatorio de su vida antes de todo esto, el hilo que la halaba a su verdadera realidad, una muerta de hambre con cara bonita y suerte.
Me puse uno de los vestidos más casuales que pude encontrar, solo tenía ganas de dormir, el viaje me había agotado demasiado y la ducha tibia termino de adormecerme, me recosté un momento en la cama hasta que alguien me llamara para la hora de comer.
Un ruido seco me despertó de sobresalto y asumí que esos "minutos de descanso" en realidad fueron mucho más tiempo.
Mi atención se dirigió a la persona que estaba en parada en la puerta.
—Debes ser Andra— dijo aún con la mano en la manija de la puerta– deberías ponerle seguro a la puerta.
—No tocaste— de pronto me sentía mal humor al saber de quién se trataba.
—Lo hice, un par de veces– dijo girando los ojos– Soy Jordan.
—Encantada– dije escondiendo el sarcasmo.
Sabía quién era, había investigado un poco antes de llegar aquí, Jordan Marshwell hijo de James, esposo de mi madre.
Muchos amigos, viajes y fiestas.
Al terminar de stalkearlo por Instagram me sentí mal al deducir que tipo de persona era sin siquiera conocerlo un poco, ahora no tanto de hecho, era desagradable.
—Mi padre ya está en casa, quiere conocerte, dentro de poco la cena estará lista–suspiró– deberías arreglar un poco tu cabello.
Dicho esto se fue como si nada hubiera pasado no sin antes dedicarme una sonrisa malintencionada.
—idiota– dije en voz baja.
Nunca me peinaba, me puse zapatillas y a regaña dientes me arreglé el cabello en una coleta.
Me tomó tiempo bajar las escalas, si tenían una casa de ese tamaño, podrían hacer considerado tener un ascensor, como sea ricos issues.
Bajé con la mejor cara que pude y observé la larga mesa de vidrio.
James estaba en la punta de esta, Denysse a su lado, Jordan estaba sentado al lado de la que parecía ser Agatha, ¡regalo del matrimonio feliz!
—¡Andra!, al fin puedo conocerte, tu madre me habló mucho de ti– dijo con una sonrisa que transmitía todo menos confianza... entonces este era un inversionista o narcotraficante.
— Y tú eres James– afirmé tomando asiento al lado del muñequito, sin duda prefería eso a estar al lado de la bruja.
—Andra, ella es Agatha tu hermana– dijo Denysse con una sonrisa bastante convincente.
—¿Ella es la huérfana?– soltó de repente.
No supe cómo reaccionar, las ganas de clavarle el tenedor en la mano parecían más tentadoras que una noche con Christian Grey.
—¡Agatha!, controla tu vocabulario– dijo James en un intento de regaño, pero parecía más bien una caricia.
—Entonces, ¿cuánto tiempo se quedará aquí?– preguntó sin ganas.
Iba a hablar, pero mi madre me interrumpió
—Andra será parte de nosotros desde ahora, también asistirá a la escuela en la que ustedes estudian– dijo mirándome fijamente, le sostuve la mirada por unos segundos hasta que la comida fue servida.
—Andra, cuéntanos más de ti, ya que eres parte de esta familia– dijo James mientras cortaba un pedazo de carne.
Jordan emitió una risa amarga y el rostro de James de inmediato cambió.
—¿Qué te da tanta gracia?– dijo en un tono cansado, como si ya estuviera acostumbrado a su actitud.
—Pierde la gracia si lo cuento en voz alta, pero..., ya que insistes– dijo antes de darle un sorbo a su copa de vino– ¿interesarte por la vida de las personas? Eso es nuevo, ¿Cuántos libros de Paulo Coelho leíste?
¡Drama familiar alert!
James en cualquier momento iba a explotar, su mirada se volvió oscura y quiso pronunciar algo, pero supongo que mi presencia lo limitaba, en ese momento pasó algo que no terminé de asimilar, de hecho fue tan rápido que haber cogido una chaqueta hubiera sido imposible, Jordan encendió el auto y no me miró en ningún momento.
—¿Siempre sales corriendo?– pregunté un tanto molesta por haberme incluido en su escena.
—Deberías agradecerme– respondió, aquí vamos de nuevo...
—No entiendo el por qué debería– me abroché el cinturón resignada dedicándole aún una mirada de molestia.
—Si quieres podemos volver, puedes quedarte en ese pedazo de farsa, pero yo paso– mantuvo la mirada frente al camino todo el tiempo con el ceño fruncido.
—¿A dónde vamos?– dije luego de entender, de lo que acaba de librarme.
—Ya verás– sonrío satisfecho.
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La Vie en Black
Teen FictionAunque el hecho de vivir entre lujos y poder parece tentador, para Andra será el cuarto círculo del infierno. Su recientemente padre fallecido, la tutela de su codiciosa madre y el ostentoso colegio al que deberá asistir serán parte de su vida, Y...