Dejé de comer la pizza y le dediqué mi completa atención.
—Es gracioso el hecho de encontrarse con un desconocido por segunda vez y no pensar que es poco más que casualidad, sin agregar claramente el libro que te regaló el día anterior– dije confundida.
Sus ojos avellana me miraban expectantes, al parecer había pasado vacaciones en la playa, pues tenía un ligero bronceado.
Debería dejar de observar tanto a las personas o sería igual de raro que ayer.
—¿Por qué te seguiría?– dijo sentándose sin permiso en la silla que tenía al frente.
—Si ese no es el caso supongo que no tendrás problema de decirme que haces aquí.
—Pues trabajo aquí, te reconocí de lejos y me acerqué a hablarte, ya que la última vez te fuiste casi corriendo.
Su tono tranquilo me desesperaba.
—¿Y el libro?
—Caridad
—¿Parezco necesitada?– pregunté mirándolo fijamente.
—Lo aceptaste, no es para tanto.
Me quedé callada analizando lo que acababa de decir, no encontré fallas en su lógica, así que cerré mi boca por primera vez desde que llegó.
—¿Y tú qué haces aquí?– preguntó tratando de esconder una sonrisa al ver lo callada que estaba.
—Yo... bueno en realidad vivo en Londres, vine un par de semanas para visitar a una tía, la cual está muy enferma, me encargo de ella– dije asintiendo rápidamente.
¡Bien! Estaba siendo consciente que la mentira que acababa de decir iba a ser descubierta en algún punto, pero no es cómo que lo fuera a ver todos los días, seguía siendo un extraño y aunque no sea un destripador, prefería mantener distancia aún más con lo que le acababa de decir.
—Lástima que no podrás conocerme más- dijo apenado.
—De hecho no planeaba hacerlo– dije para dejarle claro que no me interesaba en lo absoluto, no ahora.
Escaneó mi rostro sin ningún descaro, buscando algún rastro de burla, un tanto incrédulo.
-Te veías más bonita de lejos
¿En serio? Y yo que creía que el amor a primera vista existía. Imbécil.
—De cualquier forma gracias– dije con la esperanza que dijera, que tenía que irse.
Sin embargo fue una llamada la que finalizó satisfactoriamente con el encuentro. Jordan el trasero menos quieto de la historia, dijo que si no estaba allí en menos 10 minutos desaparecería y por primera vez me alegraba escuchar su voz.
—Me tengo que ir– dije agarrando las bolsas que había colocado en el suelo.
—¿Cómo te llamas?– preguntó parándose de la mesa también.
—Soy... Zayra– respondí eligiendo mi segundo nombre que se me pudo haber ocurrido en ese momento.
—Soy Luka– dijo antes de también pararse del asiento e ir hacia ninguna dirección.
Con suerte no lo volvería a ver en mucho tiempo, y en cuanto al Mall... teniendo en cuenta que trabajaba allí, podía ir olvidándome de ir.
•••
Traté de apresurarme hacia la entrada, la cual era el punto de encuentro.
—Allí estás hermanita– dijo abriendo los brazos y un puchero.
—Quítate– dije entrando al Jeep negro.
Jordan le dio la vuelta y se adentró con su típica sonrisa.
—Destino: el infierno– dijo con una voz más gruesa de lo normal, me reí de su estupidez y pareció satisfecho.
—En serio que eres un tonto– dije mientras bajaba la ventana.
—Lo sé– dijo mirándome esta vez un poco más serio.
—No pienso opinar en contra de lo que acabas de decir– dije poniéndome unos lentes de sol.
—¿Por qué detestas a Denysse?– soltó de repente, esa pregunta sin duda me dejó helada.
No me malinterpreten, Jordan no era un mal tipo, de hecho no era tan malo como me imaginé y poco a poco entendí su personalidad, no trataba de ser alguien más simplemente era así de tonto y teniendo en cuenta los sucesos de anoche estaba segura de que no era fácil vivir con el tipo de padres que teníamos... Sin embargo, no creía estar lista para explicar cosas que me costaron enterrar.
—¿Por qué detestas a James?– pregunté evadiendo la suya.
—Larga historia, quizás para otro momento– dijo aumentando la velocidad– Mañana es el Hemkomst.
—¡GRANDIOSO! He esperado este momento toda mi vida.
A veces el sarcasmo me posee y cuando digo a veces es siempre.
—Te divertirás, quizás es lo que necesitas, tienes cara de muerta todo el tiempo– dijo apoyando su codo en la ventana despreocupado– mierda lo siento– dijo abriendo mucho los ojos.
Me cubrí la cara con las manos y miré dramáticamente a la ventana, tal como lo imaginé, detuvo el auto.
—Andra lo siento mucho, sé que a veces soy un idiota, pero no quise decir eso, eres mi media hermana y parece ser que tenemos tanto en común, nuestros padre....– se quedó mudo.
—Justo lo que quería oír– dije tratando de sonar tranquila, en pocos segundos ese intento se convirtió en una carcajada.
Jordan me miró extrañado y al comprender todo, frunció el ceño.
—Eres una psicópata– dijo poniendo en marcha el auto nuevamente.
—Sí, sí, como digas– dije rodando los ojos– hace un momento dijiste que eras tú el estúpido, quién te entiende.
—Trataba de ser amable, trata a las personas con amabilidad ¿alguna vez escuchaste esa frase?– respondió restándole importancia.
—Quizás en una canción, pero obviamente te sentiste culpable de la huérfana, como me llamó tu hermana– dije divertida recordando sus palabras.
—Siempre tan honesta– dijo negando.
En cuanto llegamos, Marta nos informó que Denysse y James ya estaban en casa, cada uno se fue a su habitación no sin antes despedirnos con un ligero movimiento de cabeza.
Me recosté en la cama y me fue inevitable no pensar un poco en Luka, parecía tan seguro de sí mismo, casi rozaba narcisista.
No parecía ser el tipo de chico que se le acercaba a alguien que era más desastre que persona, sin embargo, lo había hecho.
Y quizás, solo quizás, por una de esas casualidades que el universo nos regala cada cierto tiempo, nos encontraríamos de nuevo, le diría que soy Andra y que en realidad acababa de dejar mi vida en Londres.
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¡HOLA!, espero que hayan disfrutado este capítulo, no tengo idea de por qué me costó tanto hacerlo
Bien ahora preguntas...
¿¡Expectativas del Hemkomst!? El siguiente capítulo será intenso.
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La Vie en Black
Novela JuvenilAunque el hecho de vivir entre lujos y poder parece tentador, para Andra será el cuarto círculo del infierno. Su recientemente padre fallecido, la tutela de su codiciosa madre y el ostentoso colegio al que deberá asistir serán parte de su vida, Y...