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Changbin miraba por la ventana de su salón de clases mientras el profesor explicaba algo que no le interesaba realmente. La escuela no era algo que el alfa disfrutara mucho, al contrario, no veía la hora en la que su martirio terminara.

Las clases largas y aburridas, sus compañeros unos idiotas que no hacen más que burlarse de su aspecto y lo único que alivia su horario son los recesos y los almuerzos con su mejor amigo -y vecino- Jeongin quién tiene un dulce aroma a fresas y un gran carácter, lastimosamente el omega es dos años menor que el así que obviamente no van juntos a ninguna clase. Aún así Changbin siempre espera con ansias que la campana suene y así poder literalmente escapar de su clase e ir corriendo hacía el menor.

Cuando la clase acabó por fin Changbin simplemente se levantó de su asiento y fué hasta la puerta pero, antes de que pudiera salir del salón, uno de sus compañeros de clases le puso una traba para que cayera y lo logró. Changbin cayó al piso y por suerte pudo atajar su cuerpo con sus manos para evitar golpearse el rostro.

—Lo siento —dijo su compañero alfa— no te ví —dijo burlón, luego de eso el y su grupo de idiotas se fueron del salón, Changbin hizo lo mismo y se fue a la cafetería sin ánimos para comer, el alfa de Changbin le reclamó una vez más por no defenderse de los otros alfas, pero ese lado de Changbin aún permanecía oculto dentro de el.

A pesar de haber recibido burlas toda su vida aún no entendía que tenía de malo, no era alto como todos los alfas pero no entendía por qué razón era malo ser un poco más pequeño que los demás. Trataba de no ponerle atención a los comentarios maliciosos pero era algo difícil cuando todos los días te lo recuerdan sin falta.

Changbin suspiró ante sus pensamientos y miró al rededor, esperando a ver a su amigo en alguna mesa, ya que el omega siempre le guardaba un lugar, pero no lo vió así que supuso que se le había hecho tarde. Se sentó en una mesa y no empezó a comer para esperar a Jeongin. El alfa sacó su teléfono para distraerse un rato así que no pudo ver al omega acercarse, solo notó su llegada cuando éste le saludó.

—Changbin hyung —dijo el menor para llamar su atención. El alfa levantó su vista para ver a Jeongin pero el omega no estaba solo, otro chico lo acompañaba y Changbin captó rápidamente el olor, era un omega, bueno no era solo un omega si no que era el omega más lindo que había visto hasta el momento.
Cabello castaño, perfectamente arreglado y un olor suave a caramel macchiato, además traía puesto un enorme suéter de color crema.

—Hola Innie —dijo Changbin tratando de parecer calmado aunque su alfa se estuviera volviendo loco ante la hermosa vista.

—Hola —el omega sonrió a su amigo— El es Seungmin, hyung —dijo presentando al otro omega— Se mudó la semana pasada y apenas hoy empezó la escuela así que estuve mostrándole un poco el lugar.

—Hola Seungmin —Changbin se sintió realmente bien pronunciando ese nombre, como si toda su vida hubiera estado esperando para decirlo.

—Es un gusto, Changbin hyung —Seungmin estiró su mano hasta el alfa y éste correspondió al gesto, la mano de Seungmin era tan suave, el normalmente no era fan de hacer contacto físico con alguien que apenas conoce pero esto era completamente diferente, todo dentro de el quería acercarse a Seungmin.

Luego de la presentación ambos omegas se sentaron frente al alfa para comer con el.
Jeongin notó rápidamente que Changbin estaba algo interesado en Seungmin, además de que obviamente su olor había cambiado así qué decidió ayudar un poco a su Hyung.
Ambos omegas se sentaron a almorzar con Changbin.

—Seungmin vive a tres cuadras de nuestras casas, así que le dije que se podía ir con nosotros para que no se pierda —dijo Jeongin.

—Solo si no molesto, puedo usar Google maps así que no hace falta.

tiny alpha ꒱ seungbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora