Miró por última vez su reflejo en el espejo.
Sus pantalones negros llenos de agujeros, una plana camiseta gris junto a sus clásicas converse negras. Al menos la camiseta resaltaba sus amplios hombros, dándole así una imagen bastante masculina.
Trató de calmarse, recordándose a si mismo que solo iba a tomar un trago. Esta vez sin Yugyeom o Bambam, afortunadamente.
Habían pasado ya 5 días desde aquel viernes en el que fue al club Ars y aunque usualmente no saldría a beber un día entre semana, ahí estaba, dirigiéndose con una boba excusa a aquel lugar. Y es que desde esa noche no había podido dejar de pensar en Jackson.
Se encontraba en su día a día pensando casualmente en la voz del castaño, su confiado andar, o la forma en que sus piernas se sentían alrededor suyo. Pensaba también en su sonrisa que se sentía sorprendentemente cálida. Se preguntaba si Jackson pensaba en él, con la misma desesperación.
El viaje en taxi se le hizo largo, en cuanto llegó empezó a cuestionarse de nuevo a si mismo pero ya no podía acobardarse, quien sabe cuando tendría el valor de nuevo.
Así, con todo y nerviosismo, entró al lugar que estaba relativamente animado para ser miércoles. Lo buscó con su mirada esperando verlo por ahí pero no logró encontrarlo.
Se sentó en un taburete frente a la barra y pidió una cerveza.
—¿Los dejaste con la niñera?
JB se sintió confundido —¿Disculpa?
—Lo niños que venían contigo la otra vez.
—Ah ellos, deben estar en sus casas después del trabajo —su mirada flotando por ahí.
—¿Y tú, no deberías estar en casa después del trabajo? —JB frunció el ceño ahora mirando a Jinyoung, ese barman había sido mucho menos entrometido la otra vez.
—Solo vine a tomar un trago —el otro solo asintió—. Me sorprende que un barman recuerde a un cliente de una sola ocasión.
Jinyoung se encogió de hombros —Fueron tus amigos los que hicieron la impresión —se fue a atender un hombre en la otra esquina de la barra.
Empezó a beber, resignado a que probablemente Jackson estaba ocupado o incluso no estaba ahí esa noche. Terminaría su cerveza y se iría con su intento fallido.
El barman se había desocupado pero ya no se acercó a Jaebeom, sino que se quedó en el celular.
Fue cuando Jaebeom iba a dar su último trago que sintió una mano en su hombro, bajó la cerveza sorprendido.
—Hola, cariño —saludó con una suave sonrisa—. Un gusto verte de nuevo.
—Jackson, hola —le regresó el saludo tal vez un poco demasiado emocionado.
—¿Qué haces aquí, viniste a buscarme? —le regaló una mirada llena de picardía.
—No, él solo vino a tomar un trago —interrumpió Jinyoung con voz socarrona.
—Ya veo—retiró su mano—, debería dejarte para que termines tu trago.
—¡No! —lo detuvo de la muñeca— ¿Te parece si... hablamos un poco? —miró de soslayo a Jinyoung— Solos.
—Eso me encantaría, pero no puedo quedarme a charlar, solo puedo bailar. Pero si gustas, puedes pagar un tiempo —lo tomó del cuello—, así podríamos hablar a solas —le susurró a la oreja.
—¿Un tiempo? Pero eso —tartamudeó Jaebeom pero Jackson lo detuvo.
—Vamos, es la única forma en que podríamos pasar un rato. ¿No quieres pasar un rato conmigo? —los ojos cafés y profundos de Jackson resonando en él.
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touch ❀ jackbeom
FanfictionPor circunstancias de la vida, Jackson terminó en aquel lugar, dispuesto a bailar para cualquiera que pueda pagarle. Cuando Jaebeom escucha las ideas de Bambam, seguro terminará en una situación extraña.