Jaebeom lo tenía envuelto por la cintura con sus brazos, se sentía bien, se sentía cálido.
No llevaban tanto tiempo saliendo, no sabía el tiempo exacto pues no era muy bueno para recordar fechas pero debía acercarse a los dos meses. Sus relaciones no duraban mucho más de ese tiempo, los chicos siempre se cansaban de él y lo botaban. Probablemente por que a pesar de su apariencia, era muy necesitado, demasiado. Y muy inseguro. Todos lo notaban, aunque el mayor no parecía verlo aún. Pero iba a hacerlo, eso sí que era un hecho, y también se iba a ir, como todos. Era cuestión de tiempo y eso tan solo lo ponía más nervioso.
Y es que se había acostumbrado muy fácil, a su Nora, a Yugyeom. Sobre todo a Jaebeom. No sabía que iba a ser de él si algo pasaba.
—¿En qué piensas, Bam-ah? —le preguntó al oído.
Contestó de manera apacible —En cuanto tiempo le tomará a mi trasero recuperarse para un segundo round.
El coreano se rió en su oído sin mucho cuidado, BamBam solo se removió un poco sin quejarse.
—Mentiroso —dejó un beso en su nuca—. Dime la verdad, algo te preocupa.
—Solo pensaba. En ti y en mi.
—¿Qué sucede con nosotros? —le preguntó mientras empezaba a llenar su espalda de besos.
—Pienso en lo que va a suceder cuando no estemos juntos.
JB se detuvo y le dió media vuelta al menor para verlo a los ojos.
—¿Ya piensas en terminar? ¿Tienes alguna queja?
—No, idiota —sonrió—. Solo imaginaba mi vida sin Nora —explicó mientras la veía dormida en el sillón—, sin el gigante de Yugyeom. ¿Sabes? Nos hemos vuelto buenos amigos.
—Ajá, dejaré deslizar ese insulto por que hay otra cosa más importante.
Rodó los ojos —¿Cuál?
—¿Y sin mi?
—Eso... suena aún más triste —confesó—. Pero no le digas a Nora, ya le he jurado que es mi favorita.
—¿Qué pasa contigo? Estás actuando como un niño adorable, me dan ganas de besarte.
—¿Te gustan los niños, hyung? Eso es asqueroso —arrugó la nariz.
—¡Hey! —se sentó a horcajadas encima de él, sosteniendo sus muñecas— No lo conviertas en algo sucio.
—¡Es broma, hyung! Te quiero.
El pelinegro lo vió a los ojos, brillaban ligeramente —También te quiero, Bam-ah —se acercó y lo besó castamente, luego mordió su inflado labio inferior, el chico que llevaba el cabello blanco ahora estaba ruborizado—. No tienes de que preocuparte, incluso si terminamos seguiré aquí. No tienes que irte.
—No lo dices en serio.
—Lo hago. Ahora deja que la vida fluya, Bambam, mereces ser feliz.
Recordó nuevamente las palabras de Jaebeom. “Mereces ser feliz”. Últimamente tenía que recordarse esas palabras, merecía ser feliz. No importaba que tan extraña había empezado esa relación, ni el poco tiempo que llevaban juntos formalmente. Él merecía ser feliz. Por eso, a pesar de todos sus miedos, se encontraba ahí desempacando en su nuevo departamento con Youngjae.
Por que Youngjae era atractivo, era divertido y era estable. Lo trataba bien y le daba comodidad. Se preocupaba por entender el animalito que tenía por cerebro. No lo juzgaba, en cambio, lo llenaba de halagos y mimos. Sobre todo, Youngjae lo hacia feliz.

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touch ❀ jackbeom
Fiksi PenggemarPor circunstancias de la vida, Jackson terminó en aquel lugar, dispuesto a bailar para cualquiera que pueda pagarle. Cuando Jaebeom escucha las ideas de Bambam, seguro terminará en una situación extraña.