020 "ᴍɪʀᴀᴄʟᴇ"

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—Asombroso, simplemente extraordinario; el efecto que tienes sobre él, va más allá de todo lo que conocemos— Carlisle analizaba la situación, preguntándose el como era posible aquello—. Ahora quisiera hacer un pequeño experimento, si Beth está de acuerdo.


Beth asintió, sin preocuparse de nada.  Había depositado toda su confianza en esa familia tan peculiar. 


—Muy  bien entonces quisiera que ahora enfocaras ese "potencial", en el alguien más que no sea Jasper. 


—Conozco a la voluntaria perfecta— declaró Jasper acariciando la mano de Beth. 


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—Muy bien Rosalie, ahora necesito que estés tranquila, y que evites movimientos bruscos. Cuidado con tu fuerza, ya que Beth no tiene la misma resistencia que todos en esta habitación. 


Rosalie había sido acorralada por la mitad de su familia, intentando descubrir que sucedía con ellos, ¿por qué habían insistido tanto?


—Beth, adelante— señaló Carlisle.


Beth se acercó a Rosalie, ella dio dos pasos hacia atrás con recelo. 


—Te prometo que si cooperas, va a gustarte— dijo Jasper colocándose detrás de su novia.


Rosalie dejó que poco a poco la chica se acercara a ella, aún desconfiada. 

Beth con una sonrisa extendió su mano a su pecho, justo sobre su corazón, y se enfocó en él. 


—¿Qué se supone...?— Rosalie no pudo terminar de formular la pregunta, cuando pudo sentir los débiles latidos en su pecho. Su expresión se suavizó, el odio desapareció completamente; ahora veía a la joven frente a ella con adoración. 


Beth agotada separó su mano del pecho de la mayor. 

Todos estaba sin palabras, había contemplado un verdadero milagro. 


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Beth había pasado el resto de la tarde activando los corazones de la familia Cullen, ganándose su afecto instantáneo.

Querían seguir explorando qué más podría hacer la menor; sin embargo Jasper decretó que debía llevar a la chica a casa antes de que su padre se preocupara, así que Beth prometió que volvería el siguiente fin de semana para así continuar con el pequeño experimento. 


Una vez Beth entró en el auto de Jasper, se desplomó del sueño en su asiento. 

Jasper sonrió y se quitó su gabardina oscura para así cubrirla y que no pasara frío. 

El chico condujo con cuidado, sin hacer ninguna maniobra brusca que pudiera despertar a la dueña de su corazón, que reposaba dormida junto a él. 


Una vez que estuvieron frente a su casa, Jasper besó la frente de Beth para así despertarla. La chica al sentir el frío de los labios sobre su frente, se removió en su asiento, despertándose poco a poco.  


—Creo que aquí es donde termina su aventura señorita Swan.


Beth aún adormilada, sonrió y decidió hacer una locura. 

Se pasó de su asiento, al asiento del conductor, recostándose sobre Jasper. 

Él la recibió gustoso, acurrucándola contra su pecho. 


—¿Puedo quedarme aquí?— inquirió la menor cerrando sus ojos y aspirando el aroma de su novio. 


—Todo lo que quieras— respondió Jasper sintiendo como su cuerpo regresaba a la vida lentamente. 


—Puedo escuchar tu corazón...


—Late por, y para ti Beth...


La chica se sonrojó contra el pecho de su novio. 


—Eso fue tan cursi...


—Ha sido la verdad, y nada más que la verdad. 


Beth despegó la cabeza del pecho de Jasper y conectó su mirada con la suya. 


—¿Cómo es posible que tan solo unos días fueron suficientes para enamorarme de ti? 


Jasper besó su nariz y acarició su mejilla. 


—La verdadera pregunta aquí es ¿Cómo es que puedes lucir tan hermosa aún estando agotada?


Beth no lo dudó dos veces y besó sus fríos labios. 


—Por más que me fascine estar así contigo, creo que es hora de que entres a casa, Charlie te está esperando. 


Beth jugó con los rizos del cabello cobrizo de Jasper. 


—¿Ahora lo tuteas? Que yo recuerde, ayer te estaba apuntando con un arma. 


Jasper rió y tomó con sus manos la cintura de Beth. 


—Se podría decir que tengo un toque especial para agradarle a los Swan. 


Beth rodó los ojos con una sonrisa y abrió la puerta del auto. 


—Buenas noches Jasper Hale.


—Buenas noches Elizabeth Swan. 



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Eʟɪᴢᴀʙᴇᴛʜ SᴡᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora