"Su belleza ha vuelto a nacer en ti, pero tú no eres ella, tú eres mejor; mucho mejor"
ᴊᴀꜱᴘᴇʀ ʜᴀʟᴇ
Elizabeth Swan regresa a Forks junto a su padre, y descubre que después de todo, el pequeño condado en Washington es más interesante de lo que pensaba...
Beth no recordaba como había llegado a casa aquella noche, pero al despertarse en la mañana no le importó en absoluto.
Encontró una nota junto a Mr. Brown, que se encontraba descansando enseguida de su cama.
"Te quedaste dormida entre mis brazos, te ves tan hermosa cuando duermes. No te preocupes por Bella o tu padre. Vendré por ti en la mañana."
Jasper
Beth vio el reloj, diez de la mañana. Tenía derecho a levantarse tarde, era sábado, así que seguramente su padre no estaría en casa, ya que tenía turno en la comisaría.
Salió para ir al baño y alistarse para lo que sea que fuera a hacer ese día con Jasper.
Revisó el cuarto de Bella, donde la chica aún se encontraba durmiendo. La puerta de la entrada sonó y Beth bajó corriendo, encontrándose al otro lado al chico que hacía que su corazón se acelerara.
—No quise entrar por la ventana porque no sabía si te estabas cambiando.— Jasper besó su frente como saludo.
—¿Entonces por ahí te metes cada noche para espiarme?— bromeó la chica dejando que Jasper pasara al interior de la casa.
—No me avergüenza en lo absoluto— respondió con una sonrisa socarrona en su rostro.
Beth se sonrojó nuevamente.
—No es que me moleste para nada, pero ¿qué te trae por aquí Jasper Hale?
Jasper tomó su mano y la acarició lentamente.
—No sé si lo recuerdes muy bien, pero ayer, antes de que cayeras rendida en mis brazos, te dije que te explicaría todo. Además, debía verte, me es muy difícil estar alejado de ti.
Beth abrazó al chico frente a ella y sonrió entre sus brazos.
—Y vaya que tienes mucho que explicar maldito pervertido... Me hiciste creer que estaba soñando contigo.
Jasper avergonzado, rió con nerviosismo. El estómago de Beth gruñó, anunciando que tenía que alimentarse pronto.
—Creo que tienes una necesidad humana que satisfacer ¿podría invitarte a desayunar?— Beth se separó de Jasper y asintió con gusto.
—Me encantaría.
Beth dejó una nota en la mesa para Bella, y envió un mensaje a su padre diciendo que saldría un rato.
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—Entonces, no tienes necesidad de respirar o comer...
—No necesito oxígeno, sin embargo es un poco incómodo no poder detectar los olores.
