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Llegó la hora esperada del día esperado ya el sol muere dejando la sombra, su amiga luna que es esto lo que se ve aparece dejando sólo iluminación y penumbra en el cielo despejado; esas chillantes son las estrellas que son buenas compañeras que como lentejuelas brillan y brillan por toda la noche cómo si fuera una obra de arte.

Aunque parezca que el día murió la realidad es que empieza a vivir y mientras el sol duerme la luna fiel acaricia las espaldas de todos quienes la admiran incluso al joven alfa que bajaba de la limusina como los demás que le seguían todos disfrazados para una fiesta a la que fueron invitados que se encontraba frente a ellos. En lo que escuchaba al querido mayordomo decir <que tuvieran una buena noche> para luego marcharse provocó que temblara en su propio sitio sin querer avanzar sólo prefierio quedarse atrás de su familia con una cara serena dificil de desifrar claro que su aroma decía lo contrario; dentro de su estomago aparecen los síntomas a los que ya esta familiarizado. Tim por lo general se exige así mismo estar siempre a la altura de las circunstancias en que se encuentre cómo lo eran las galas, fiestas de inauguración entre otras que tenga que ver con sentimientos desagradables formándose en su ser en situaciones normales de su vida cotidiana como el tener una conversación con alguien desconocido era algo muy a menudo que pasaba, al ser hijo de un empresario famoso era obvia la atención a la que era sometido llegando a sentirse con pánico social y experimentando rubores, temblores, náuseas, sudoración y dificultad para hablar que le hacia que las situaciones sociales normales en la vida le resultarán ser muy desagradables. Por lo tanto tiene este problema con temas de afrontar las situaciones sociales con gran malestar o simplemente evitaba el contacto con otras personas pero está vez no, quería ser diferente esta noche él venía con un propósito... para él... por él.

Timothy respiró hondo, tratando de calmarse algo reconfortante era que en el camino sacó sus nervios por la ventana antes de venir aqui; puede que haya ganado unas miradas de asco y burlas por parte de sus hermanos Dick su hermano mayor le pregunto si no estaba bien podria regresar, Alfred le apoyó pero el sólo se mantuvo firme y dijo que estaría bien que por favor no se preocuparan que era la emocion por la fiesta muy dudosos aceptaron al menos funcionó en su beneficio.

- Seguro estas bien hijo - Le cuestionó él alfa mayor muy preocupado por su aspecto de siervo asustado.

- Lo estoy de verdad - Le sonrió.

- Mmm.

- No me lo creó - Susurró Richard al oído de su segundo hermano muy disimuladamente mirando por el rabillo del ojo al muchacho detrás de ambos y Jason sólo le asintió en acuerdo.

Rodando sus ojos Jade en fastidio él pequeño alfa dejo salir un chasquido de lengua <Tt>.

"Siempre se preocupan demás por ese raro" Pensó él moreno.

En cuánto estuvieron en la puerta cuatro Dráculas y un Red robin fueron interceptados por él guardia enorme y robusto seguramente un beta por la complexión al recibir las los paces de invitación les fue abierta las grandes puertas del lugar dejando escuchar música fuerte y luces de colores avanzando con cautela juntos se perdieron entre las multitud de personas disfrazadas y juego de luces escandalosas saludando a los conocidos en búsqueda del Anfitrión de la fiesta.

Si bien la fiesta apenas se encontraba en sus inicios todo estaba en sumo orden desde los meseros con sus trajes de momia servian aperitivos a la audiencia hasta en los rincones estaban vestidos de naranja y negro para celebrar la fecha. Adornos afuera y dentro de la Mansión llenan cualquier espacio en ella desde calabazas, fantasmas y telarañas para recibir la noche más terrorífica del año.

Un omega disfrazado del traje de Kitana del clásico juego de Mortal Kombat se encontraba sentado en una de las sillas en la barra alta de bocadillos donde miraba pasar invitado tras invitado sin ver señales de quien esperaba con impaciencia y miedo; frente a él se encontraba el Dj que no paraba de lanzarle guiños junto a otros viejos rabos verdes le comían con la mirada sin descaro, eran unos asquerosos y no debería estar en él ala de los adultos es más deberia estar en su fiesta pero mientras no llegara Tim no se iría todavía. Todavía era demasiado sofocante, mucho más que cuando no tenia con quien hablar y le tocaba jugar con sus abanicos de accesorios. Esté asiento se estaba convirtiendo en su propio paraíso privado lejos del resto más aún cuando quería evitar los ojos curiosos que probablemente se abstenian de acercarse sus miradas cargadas de deseo ocultas de desilusión por no ser capaz de pasar a sentarse y ser su compañía sin importar cuánto tiempo hubiera pasado desde que les haya saludado cordialmente el ser hijo del anfitrión tenia sus ventajas.

7 Minutos en el Cielo || TimKonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora