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Naomi se despertó de la siesta cuando sintió unas ganas de ir al baño. Quitó suavemente el brazo de su novio y se levantó con delicadeza, procurando no despertarlo.
Una vez realizado sus necesidades, se lavó las manos y se quedó mirando en el espejo. Pasó sus dedos con delicadeza por la zona baja de sus ojos, los cuales estaban llenos de ojeras y seguían hinchados debido al sofoco que cogió hace unas horas.
Comenzó a recordar todo lo sucedido... El beso de Adrien con Kagami, su reconciliación, que su mejor amiga los viera besarse, la discusión con ella y cómo salió corriendo... Apretó los dientes en el momento que sintió unas ganas inmensas de llorar otra vez, pero se quedó quieta al escuchar la voz de alguien.
— Pobre chica... Su mejor amiga se enfada con ella tras ver cómo se besaba con la persona de la cual se había enamorado, sintiéndose traicionada por ella. Puedo ayudarte a recuperarla si tú me traes los Miraculous de Ladybug y Chat Noir.
No sabía porqué había comenzado a sentirse tan furiosa, pero no pensó dos veces aquella oferta.
— Entendido, Lepidóptero — su sonrisa se ensanchó.
Tras eso, su vestimenta cambió a una oscura. En su cabeza tenía dos objetivos: buscar a Marinette y conseguir los Miraculous de los héroes de París. Uno de ellos era sencillo, pues esa persona era su novio, pero... A pesar de estar poseída por el akuma, ella no quería hacerle daño, así que salió por la ventana y se fue en busca de su mejor amiga, comenzando a lanzar una especie de onda sonora que afectaba de manera negativa a los ciudadanos de París. Aquella honda hacía que se sintieran enfadados con sus seres queridos, que se insultaran y se alejaran.
— Maldita sea. ¿Dónde está? — se estaba comenzando a impacientar al no encontrar a su mejor amiga.
— Naomi... — la voz de su novio la hizo tensarse.
No quería encontrarse con él porque tendría que quitarle su Miraculous, pero ahora que estaba ahí no tenía otra opción. Además, no sabía por qué, pero al verlo se había comenzado a sentir molesta con él. Seguramente fuera porqué había sido akumatizada y sus sentimientos negativos se hacían mucho más fuertes, incluidos el dolor que sintió con lo de Kagami.
— Naomi, escúchame, no te dejes engatusar por Lepidóptero. Solo te está utilizando.
— ¡Cállate! No eres el más indicado para decirme eso. ¡Tú solo me has utilizado para tener sexo! — intentó activar su pulsera, del cual salían esas ondas sonoras, pero Chat Noir la detuvo con su bastón, golpeando su mano sin hacer mucha fuerza.
— ¡Eso es mentira y lo sabes! Si solo quisiera sexo no estaría solo contigo, idiota. No desearía con toda mi alma que lo nuestro se hiciera público. Tampoco soñaría contigo todos los días.
— ¡Mientes! — intentó darle una patada, pero el rubio la detuvo. — ¡Sentiste algo por otra chica cuando se suponía que me amabas! ¡Encima por tu culpa he perdido a mí mejor amiga! ¡Es tu culpa haberme enamorado!
