Venus y la cámara secreta [2]

Capitulo 15

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SUPERANDO LOS MIEDOS 

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—Apuesto a que no le hizo ninguna gracia —dijo Harry, levantándose y frotándose la barbilla. 

-me hubiera gustado ver su cara- dijo divertida Venus -que hiciste para que se fuera-

—le dije que no había leído nunca ninguno de sus libros, y se marchó. ¿Un caramelo de café con leche, Ron? —añadió Hagrid, cuando Ron volvió a incorporarse. 

—No, gracias —dijo Ron con debilidad—. Es mejor no correr riesgos. 

—Venid a ver lo que he estado cultivando —dijo Hagrid cuando Harry, Venus y Hermione apuraron su té. 

En la pequeña huerta situada detrás de la casa de Hagrid había una docena de las calabazas más grandes que Venus hubiera visto nunca. Más bien parecían grandes rocas. 

—Van bien, ¿verdad? —dijo Hagrid, contento

-se ven geniales, nunca en mi vida había visto unas iguales a esas - dijo Venus fascinada viendo las calabazas 

—Son para la fiesta de Halloween. Deberán haber crecido lo bastante para ese día. 

—¿Qué les has echado? —preguntó Harry. 

Hagrid miró hacia atrás para comprobar que estaban solos. 

—Bueno, les he echado... ya sabes... un poco de ayuda. 

—¿Un hechizo fertilizante, tal vez? —preguntó Hermione, entre la desaprobación y el regocijo—. Bueno, has hecho un buen trabajo. 

—Eso es lo que dijo tu hermana pequeña —observó Hagrid, dirigiéndose a Ron—. Ayer la encontré. —Hagrid miró a Harry de soslayo y vio que le temblaba la barbilla—. Dijo que estaba contemplando el campo, pero me da la impresión de que esperaba encontrarse a alguien más en mi casa.—Guiñó un ojo a Harry—. Si quieres mi opinión, creo que ella no rechazaría una foto fir... 

—¡Cállate! —dijo Harry. A Ron le dio la risa y llenó la tierra de babosas. Aunque a Venus no le dio mucha gracias, tal vez había dejado que se quedara con ella en el compartimiento pero seguía opinando lo mismo desde que la vio por primera vez, acaso esa niña no tenia amor propio 

—¡Cuidado! —gritó Hagrid, apartando a Ron de sus queridas calabazas. 

Ya casi era la hora de comer, y como Harry sólo había tomado un caramelo de café con leche en todo el día, tenía prisa por regresar al colegio para la comida. Se despidieron de Hagrid y regresaron al castillo, con Ron hipando de vez en cuando, pero vomitando sólo un par de babosas pequeñas.Apenas habían puesto un pie en el fresco vestíbulo cuando oyeron una voz. 

—Conque estáis aquí, Potter y Weasley. —La profesora McGonagall caminaba hacia ellos con gesto severo—. Cumpliréis vuestro castigo esta noche. 

—¿Qué vamos a hacer, profesora? —preguntó Ron, asustado, reprimiendo un eructo. 

—Tú limpiarás la plata de la sala de trofeos con el señor Filch —dijo la profesora McGonagall—. Y nada de magia, Weasley... ¡frotando! 

Ron tragó saliva.

—Y tú, Potter, ayudarás al profesor Lockhart a responder a las cartas de sus admiradoras —dijo la profesora McGonagall. 

—Oh, no... ¿no puedo ayudar con la plata? —preguntó Harry desesperado. 

—Desde luego que no —dijo la profesora McGonagall, arqueando las cejas—. El profesor Lockhart ha solicitado que seas precisamente tú. A las ocho en punto, tanto uno como otro. 

—Filch me tendrá allí toda la noche —dijo Ron apesadumbrado—. ¡Sin magia! Debe de haber más de cien trofeos en esa sala. Y la limpieza muggle no se me da bien. 

—Te lo cambiaría de buena gana —dijo Harry con voz apagada—. He hecho muchas prácticas con los Dursley. Pero responder a las admiradoras de Lockhart... será una pesadilla. 

-si en algún momento Filch desaparece tal vez podría darte una ayudadita - propuso Venus, Ron solo quiera eso mas que nada 

-Venus eso no se hace, ellos tiene un castigo y lo tienen que cumplir - dijo Hermione seria 

-bueno entonces tal vez podríamos quitarle a Lockhart algunos minutos mientras cumple el castigo Harry, estoy segura que estarás bastante contenta Herms, tal vez puedas conseguir un autógrafo - dijo Venus y se gano una mala mirada de parte de su amiga 

-gracias Venus pero creo que no hay escapatoria - dijo Harry y dejo caer su cara sobre las piernas de su amiga mientras que esta le acariciaba el cabello, Hermione sonreía al verlos 

-sabes agradezco a la persona que heredaste este cabello, me encanta tu cabello - dijo Venus y Harry se sonrojo y Venus pensó que si tal vez hubiera conocido al padre de su amigo le hubiera parecido lindo o hasta le hubiera gustado pero saco esos pensamientos en seguida 

La tarde del sábado pasó en un santiamén, y antes de que se dieran cuenta, eran las ocho menos cinco. Harry y Ron se fueron a cumplir sus castigos, pobre de ellos 

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-bien Venus vamos a comenzar con algo sencillo - dijo Harry, ambos estaban sobre una escoba, no estaban tan altos pero a Venus le daba miedo llegar a la misma altura que una vez se cayo y por eso Venus se había subido con su varita y le había insistido a Hermione que también tuviera la de ella a mano -vamos a volar un rato, solo recto - dijo y Venus asintió, ambos comenzaron a volar pero Venus no aumentaba la velocidad, quería sentirse libre como se sentía antes sobre la escoba pero seguía teniéndole miedo, tal vez cada vez que Harry quería ayudarla o cada vez que a tocado una escoba se le quitaba un poco el miedo 

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Estuvieron un rato mas practicando hasta que ya había pasado un largo rato y decidieron seguir otro día 

-te prometo Venus que al acabar este año ya no le tendrás miedo - dijo Harry y Venus len dio un largo beso en la mejilla 

-gracias Harry, estoy segura que sin ti seguiría con el miedo a una escoba y ni siquiera me subiría a una - dijo Venus y Harry no pudo evitar sonrojarse 

-todo por ti Venus - dijo y la abrazo mientras se acercaban a sus amigos que estaban sentados en el césped un poco alejados a ellos 

-estuviste genial Venus - dijo Ron 

-se que soy fabulosa pero gracias a Harry superare mi miedo - dijo Venus 

-estoy seguro de eso - dijo Harry 

-es verdad, Harry es un gran maestro- dijo Hermione.