Capitulo 20

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SEÑORA NORRIS

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—¡Mentira! —gruñó Filch—. ¡Él vio la carta de Embrujorrápid! - de que carta esta hablando, se preguntaba Venus

-Si se me permite hablar, señor director -dijo Snape desde la penumbra. Oh, no. Snape no los beneficiaría en nada.- Potter y sus amigos simplemente podrían haberse encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno.

Venus trató de no parecer sorprendida ante las palabras de Snape. Pero se arrepintió segundos después.

-Sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿por qué se encontraban en el corredor del piso superior? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween? -preguntó Snape con una expresión casi parecida a una sonrisa en los labios.

Los cuatro dieron una explicación acerca del cumpleaños de muerte.

-Pero ¿por qué no se unieron a la fiesta después? -preguntó Snape.

-Porque..., porque... -dijo Harry, con el corazón latiéndole a toda prisa; buscó la mano de Venus para intentar calmarse. Al encontrarla, le dio un apretón que la chica devolvió. McGonagall notó ese gesto y no pudo evitar una pequeña sonrisa.- estábamos cansados y queríamos ir a la cama.
-¿Sin cenar? -preguntó Snape. Una sonrisa de triunfo había aparecido su adusto rostro-. No sabía que los fantasmas dieran en sus fiestas comida buena para los vivos.

-yo había llevado unos sándwich- dijo rápidamente Venus 

-no creo que se hubieran llenado con unos pocos o si -dijo Snape y ahora fue turno de Venus apretar la mano de su amigo

—No teníamos hambre —dijo Ron con voz potente, y las tripas le rugieron en aquel preciso instante. 

La desagradable sonrisa de Snape se ensanchó más.  Venus cerro los ojos maldiciendo, quería darle un gran golpe a la cabeza de Ron, enserio no podía controlar su estomago y se pregunto si era buena idea decirles sobre la voz y que solo la siguieron, así no tendrían tanto problemas 

—Tengo la impresión, señor director, de que Potter no está siendo completamente sincero —dijo—. Podría ser una buena idea privarle de determinados privilegios hasta que se avenga a contarnos toda la verdad. Personalmente, creo que debería ser apartado del equipo de quidditch de Gryffindor hasta que decida no mentir.- dijo y Venus sentía rabia, solo quería sacar a Harry porque era mejor que todos esos idiotas sin neuronas de su casa 

—Francamente, Severus —dijo la profesora McGonagall bruscamente— no veo razón para que el muchacho deje de jugar al quidditch. Este gato no ha sido golpeado en la cabeza con el palo de una escoba. No tenemos ninguna prueba de que Potter haya hecho algo malo. -punto para Mcgonagall, Venus suplicaba que Dumbledore le hiciera caso 

—Es inocente hasta que se demuestre lo contrario, Severus —dijo con firmeza. 

Snape parecía furioso. Igual que Filch. 

—¡Han petrificado a mi gata! —gritó. Tenía los ojos desorbitados—. ¡Exijo que se castigue a los culpables! 

-pero nosotros no hicimos nada - dijo Venus 

—Podremos curarla, Argus —dijo Dumbledore armándose de paciencia—.La señora Sprout ha conseguido mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que revivir a la Señora Norris. 

—La haré yo —acometió Lockhart—. Creo que la he preparado unas cien veces, podría hacerla hasta dormido. 

—Disculpe —dijo Snape con frialdad—, pero creo que el profesor de Pociones de este colegio soy yo. -punto para Snape, a Venus le comenzó a agradar a Snape que depreciaba a Lockhart 

Hubo un silencio incómodo. 

—Podéis iros —dijo Dumbledore a Harry, Venus, Ron y Hermione. 

Se fueron deprisa pero sin correr, Harry y Venus no se soltaron de las manos en ningún momento. Cuando estuvieron un piso más arriba del despacho de Lockhart, entraron en un aula vacía y cerraron la puerta con cuidado. Harry miró las caras ensombrecidas de sus amigos. 

-¿Creen que tendría que haberles hablado de la voz que oí? -preguntó Harry.

-No -dijo Ron sin dudar-. Oír voces que nadie puede oír no es buena señal, ni siquiera en el mundo de los magos.

Harry se volvió hacia la casi pelinegra

-¿Me creen, verdad? -preguntó en plural, pero veía hacia aquellos ojos, que eran sus favoritos.

-Por supuesto -contestó Ron rápidamente-. Pero... tienes que admitir que parece raro...

Harry no escuchaba. Se había quedando esperando una respuesta de su mejor amiga. O tal vez, se había quedado hipnotizado por sus ojos. Tal vez. Pero de sus labios no salia nada, ella solo observaba a sus amigos nerviosa 

-no me crees - pregunto desilusionado Harry y su amiga negó rápidamente -entonces -

-es que....yo también lo escuche - dijo 

-que- dijeron Hermione y Ron mientras que Harry decía 

-enserio-

-si..daba mucho miedo esa voz- dijo y volvió a temblar mientras Harry la abrazaba 

-bueno, lo que tenemos que descubrir ahora es porque ustedes pueden escucharlo y no nosotros - dijo Hermione 

—Todo el asunto es muy raro.¿Qué era lo que estaba escrito en el muro? «La cámara ha sido abierta.» ¿Qué querrá decir? 

—El caso es que me suena un poco —dijo Ron despacio—. Creo que alguien me contó una vez una historia de que había una cámara secreta en Hogwarts...; a lo mejor fue Bill. 

-podríamos escribirle -propuso Venus

-es buena idea - dijo Ron

—¿Y qué demonios es un squib? —preguntó Harry. 

Para sorpresa de Harry, Ron ahogó una risita. 

—Bueno, no es que sea divertido realmente... pero tal como es Filch...- dijo Ron 

-Un squib es alguien nacido en una familia de magos, pero que no tiene poderes mágicos. -dijo Venus

-Si, es todo lo contrario a los magos hijos de familia muggle, sólo que los squibs son casos muy raros. Si Filch está tratando de aprender magia mediante un curso de Embrujorrápid, seguro que es un squib. Eso explica muchas cosas, como que odie tanto a los estudiantes. —Ron sonrió con satisfacción—. Es un amargado. 

De algún lugar llegó el sonido de un reloj. 

—Es medianoche —señaló Harry—. Es mejor que nos vayamos a dormir antes de que Snape nos encuentre y quiera acusarnos de algo más. 

En el camino Venus entrelazo sus dedos con la mano que tenían sujetada. El corazón del chico dio un vuelco. Tener sus manos unidas así, era una gran sensación, casi tan buena como los besos que ella le daba.

 Tener sus manos unidas así, era una gran sensación, casi tan buena como los besos que ella le daba

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Venus y la cámara secreta [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora