Capitulo 34

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MALA SUERTE

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Venus y Harry comenzaron a caminar sin rumbos hasta llegar a un pasillo bastante oscuro y frió, mientras caminaban hablaban cosas de sin importancia hasta que Venus se tropezó con algo y vio el cuerpo de un chico de Hufflepuff, era Justin, los amigos de esos idiotas, pero eso no era todo, arriba de el estaba Nick casi decapitado,que no era ya transparente ni de color blanco perlado, sino negro y neblinoso, y flotaba inmóvil, en posición horizontal,a un palmo del suelo. La cabeza estaba medio colgando, y en la cara tenía una expresión de horror idéntica a la de Justin.

-harry tenemos que irnos ya - dijo Venus mientras se levantaba con prisa, estaba aterrada pero no lo podían dejar ahí y solo salir corriendo 

Aún estábamos allí, paralizados, cuando se abrió de golpe la puerta que tenía a su derecha. Peeves el poltergeist surgió de ella a toda velocidad.

—¡Vaya, si es Potter pipí en el pote! —cacareó Peeves, ladeándole las gafas de un golpe al pasar a su lado dando saltos—. ¿Qué trama Potter? ¿Por...qué acecha? ¿Que tiene De'Ath que está tan blanca como la...

Peeves se detuvo a media voltereta. Boca abajo, vio a Justin y Nick Casi Decapitado. Cayó de pie, llenó los pulmones y, antes de que alguno de los dos pudiera impedirlo, gritó:

—¡AGRESIÓN! ¡AGRESIÓN! ¡OTRA AGRESIÓN! NINGÚN MORTAL NI FANTASMA ESTÁ A SALVO! SÁLVESE QUIEN PUEDA! AGREESIÓÓÓÓN!

Pataplún, patapán, pataplún: una puerta tras otra, se fueron abriendo todas las que había en el corredor, y la gente empezó a salir. Durante varios minutos, hubo tal jaleo que por poco no aplastan a Justin y atraviesan el cuerpo de Nick Casi Decapitado. Todos los alumnos encerraron a ambos en la pared, Venus podría ocupar sus poderes y salir de ahí pero dirían que estaban escapando, hasta que aparecieron los profesores pidiendo calma 

—¡Los han cogido con las manos en la masa! —gritó Ernie, con la cara completamente blanca, señalando con el dedo a Harry y a Venus. 

—¡Ya vale, Macmillan! —dijo con severidad la profesora McGonagall. 

Venus logro ver a Peeves con una sonrisa malvada y Venus pensó que le gustaría saber quien era el heredero y que petrifique a ese fantasmas. Luego de que sacaran los cuerpos, Mcgonagall les pidió a ambos que fueran al despacho de Dumbledore y ella misma los guió 

Haya arriba, Harry se puso el sombrero seleccionador mientras Venus se acerco al bello fénix que había ahí en la oficina, luego Harry se acerco también a su amiga mientras entrelazaba una mano y la otra para acariciar al fénix pero justo este se quemo y Harry soltó un gritito 

-Harry tranquilo, no paso nada - dijo Venus para calmarlo 

-pero..si..si...se- empezó a decir y Venus soltó una risita 

La puerta del despacho se abrió. Entró Dumbledore, con aspecto sombrío. 

—Profesor —dijo Harry nervioso—, su pájaro..., no pude hacer nada...,acaba de arder... 

Y Dumbledore sonrió, cosa que le pareció extraño a Harry 

—Ya era hora —dijo—. Hace días que tenía un aspecto horroroso. Yo le decía que se diera prisa. 

Se rió de la cara atónita que ponía Harry. 

—quiere explicarle señorita De'Ath- pregunto Dumbledore y ella sonrió mientras asentía 

—es un fénix, Harry. Los fénix se prenden fuego cuando les llega el momento de morir, y luego renacen de sus cenizas. Mira... - dijo Venus y Harry se acerco a las cenizas —profesor, como se llama -

—Fawkes- 

—lindo nombre - dijo Venus para comenzar a acariciarlo 

—Es una pena que lo hayas tenido que ver el día en que ha ardido —dijo Dumbledore, sentándose detrás del escritorio—. La mayor parte del tiempo es realmente precioso, con sus plumas rojas y doradas. Fascinantes criaturas, los fénix. Pueden transportar cargas muy pesadas, sus lágrimas tienen poderes curativos y son mascotas muy fieles. 

Solo habian pasado unos segundos y la puerta se abrió se golpe causando que Venus soltara un saltito y Harry recordando de porque estaban en la oficina y agarro la mano de su amiga

—¡No fue Harry, profesor Dumbledore! —dijo Hagrid deprisa—. Yo hablaba con él segundos antes de que hallaran al muchacho, señor, él no tuvo tiempo...¡Y Venus es muy pequeña! ¡Es delgadita y pequeña apenas podría levantar una piedra!

Venus se hubiera molestado sino la estuvieran defendiendo, Dumbledore quería hablar pero con todo lo que decía Hagrid no lo dejaba

—¡Hagrid! —dijo Dumbledore con voz potente—, yo no creo que Harry atacara a esas personas. 

—¿Ah, no? —dijo Hagrid -Bueno, en ese caso, esperaré fuera, señor director. 

—¿Usted no cree que fuimos nosotros, profesor? —repitió Harry esperanzado,mientras Dumbledore limpiaba la mesa de plumas. 

—No, Harry —dijo Dumbledore —. Pero aun así quiero hablar con ustedes. 

Venus aguardó con ansia mientras Dumbledore lo miraba, juntando las yemas de sus largos dedos. 

—Quiero preguntarte, Harry, si hay algo que te gustaría contarme —dijo con amabilidad—. Lo que sea. Y por supuesto tú también, Venus. 

Hubo un momento de silencio ¿le diría Harry la verdad? Penso en Malfoy y su odioso pensamiento sobre los hijos de muggles y en la poción multijugos, que hervía a fuego lento en los aseos de Myrtle la Llorona. Y obviamente en la misteriosa voz que Harry y Venus oía aunque también recordó lo que le dijo su abuelo

"Dumbledore solo le importa quedar bien el, tal vez lo veas como alguien que va a arreglar todo, si lo hará, pero a que precio, el quedar en el historia y nadie mas"

—No —respondió Harry—, no tengo nada que contarle.

—¿Qué hay de ti Venus? 

Venus pudo sentir las miradas de los dos sobre y trague, negando con la cabeza.

—No, señor.

—entonces pueden retirarse-

—entonces pueden retirarse-

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Venus y la cámara secreta [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora