Contra nuestra voluntad

CAPITULO FINAL

Que puedo hacer sin ti, lo eres todo para mí y sin embargo soy el que más daño te ha hecho, ¿me odias? Está bien, lo merezco, sé que un error tras otro error solo hace que me odies más y sé que algún día eso me alejara definitivamente de ti. ¿Algún día me perdonaras? Yo no lo haría.

― Alteza lamento decirle que el príncipe Midoriya está muy mal, solo puedo decirle que es un milagro que aun siga con vida después de todo su lazo con el príncipe Bakugou se ha roto completamente, es más que probable que la razón de no rendirse es el cachorro que lleva en él. ― hablo uno de los hechiceros saliendo de la habitación donde se encontraba el peliverde donde con la ayuda de pociones habían podido estabilizarlo.

La noticia sorprendió a la reina y al mismo tiempo sintió que todo era su culpa y un profundo dolor se apodero de su corazón

― Él está... ¿de cuánto tiempo? ― preguntó

― Creo que entro al séptimo mes, su cuerpo está muy débil y... es probable que no sobreviva después de dar a luz.

Unas horas antes.

Déjame tomar el control y olvida tu dolor, nuestro omega nos ha rechazado y le hemos hecho daño. Déjame tomar el control y olvida. Era como si dos personas diferentes estuviesen viviendo dentro del mismo cuerpo,Bakugou  y su alfa. Tenía miedo de ceder ante el alfa.

― No quiero cometer otro error

Ya no hay vuelta atrás, él nos odia. Necesitamos encontrar a alguien o nos volveremos locos.

― NO, nunca lo haré, prefiero volverme loco.

¿Puedes sentir? Nuestra destinada está cerca. Ya no hay vuelta atrás, somos licans, eres un lobo, has perdido.

― ¡Tú que haces aquí! VETE, VETE, DEJAME SOLO,  no quiero cometer otro error, no, ya no.

Grito el alfa pelirrubio ceniza, ni el mismo está seguro de donde está, hace frió pero el solo tiene calor, y tiene miedo pues ella está ahí a punto de soltar sus feromonas. Quiere correr lejos de ahí pero sus instintos lo están cegando, un paso dos pasos, cada vez más cerca.

― Lo siento, no tengo otra opción.  Sé que lo que haré no tiene perdón. ― Hablo la omega

― No, por favor ― rogó el alfa en medio de llanto queriendo evitar el  contacto con la omega

― Perdóname.

― Por favor vete...

EL alfa empezó a sollozar pues sus instintos los están cegando, MALDITO DESTINO.

― Midoriya no deberías estar levantado, hace frió y no es bueno para tu estado ― dijo el omega pelirrubio poniendo una manta encima del otro omega.

― ¿Aún no lo han encontrado? Esta nevando y él en celo... tienen que encontrarlo, yo, necesito decirle la verdad, ya no hay tiempo

― Lo encontraremos, no te preocupes, aún hay tiempo.

― Hace frió

― te traje un poco de té caliente, te ayudara a descasar.

― Aun recuerdo el día que me dijiste que estabas esperando a Jiki, te veías tan feliz y Kirishima queriendo llorar por la noticia y las atenciones y amor que te daba queriendo cuidar de ti en todo aspecto, yo quería sentir lo mismo con la persona que amo pero nada salió como quería, en cambio estoy todo el tiempo con temor de que pasara con mi bebé y si lo alejaran de mí. Las posibilidades de que sea un humano son tan altas que ni siquiera me quiero hacer ilusiones dándome falsas esperanzas.