CAPITULO XXII

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Ver el cielo intentando buscar la libertad, ver los pájaros intentando querer seguirlos. Como poder hacerlo si pareces un pájaro al cual le cortaron las plumas para no poder volar, un pájaro el cual aun con la posibilidad de ser libre estas encadenado por cadenas invisibles.

― Ya deja de hacerlo ― hablo el pelirrubio ceniza mirando a peliverde, ambos se encontraron sin querer en uno de los pasillos del castillo.

― ¿Hacer qué?― el omega sabía a lo que s referencia pero de todas formas pregunto al alfa.

― Deja de ocultar tu aroma, no puedo sentirte en ningún lado y eso me pone inquieto

― ¿Inquieto? Sé que me tienes vigilado. Tranquilo no pienso escarpar si eso es lo que te inquieta, he madurado lo suficiente para saber la carga que esta sobre mis hombros si llego a romper el acuerdo entre humanos y licans. Ahora déjame en paz por favor. ― Dije.

Nuestra relación se ha roto, aun después de escuchar las explicaciones de los Bakugou ya no me importa nada, no puedo perdonarlos, quisiera intentarlo pero no tengo ni fuerzas para hacerlo solo he pedido mi espacio, en lo personal ya no quiero lidiar con nada, de todas formas los licans durante años solo me han visto como un humano, aun cuando estoy casado con su príncipe solo sigo siendo un humano.

Para la gente que está fuera de nuestro círculo parece que todo sigue normal pero no es así, he alejado a casi todos de mi lado, la habitación al lado de mi laboratorio se ha vuelto mi habitación, Kaminari ha decidido mantenerse a mi lado a pesar del todo el desprecio que le he desmostado, es insistente, no tengo a nadie más en quien confiar más que en él.

Estoy esperando un hijo, y nadie más que Kaminari lo sabe así que necesito de su ayuda para que todo parezca normal. Ya ha pasado casi seis meses desde lo sucedido, mi vientre crece con el pasar de los días, es invierno así que la ropa me ayuda a esconder mi estado, Momo vino hace un mes, no hable con ella, por lo menos sé que Katsuki no ha estado con ella por la marca que tengo, he dado un no uno tras otro incontables veces, tal vez soy muy orgulloso, tal vez tenga que ver algo con mi estado actual, a veces simplemente quiero correr al lado de Katsuki para nunca separarme de él, he anidado, Kaminari me ha ayudado, siempre quiero comer cosas picantes a pesar de que me desagradaban. ¿Qué haré si mi hijo llega ser humano? Lo alejaran de mí. No debo estresarme, le hago mal al bebé. Debo intentar hablar con Katsuki.

Después de mucho volví a entrar a la habitación de Katsuki aquella que solía ser de ambos, su aroma, puedo sentirlo en todos lados y me trae tanta calma, él no está aunque ya es tarde, ¿Debo esperarlo para hablar? ¿Estoy siendo débil?

Tal vez estaba demasiado cansado o relajado pero sin notarlo me había dormido en la cama de Katsuki esperándolo, tal vez su aroma me puso somnoliento pero al despertar él estaba a mi lado tomando mi mano, de la impresión salí rápido de la cama y de la habitación.


Desde lo que a pasado ya no he vuelto a sentir el aroma de Izuku, mi alfa lo necesita y cada día me pongo peor. Ni su celo, ni su aroma, ni su presencia, a un inicio no fue difícil alejarme de él pero después de tantos años ahora es imposible porque el es parte de mi. Te he hecho daño y sé que no merezco tu perdón pero te necesito, mi cuerpo está alcanzando la madurez suficiente y es cuando mi alfa te necesita más. Pero no quiero forzarte a nada, temo no resistir y cometer una locura.

― Katsuki, pronto será tu celo y... sabes que para nosotros los licans especialmente los lobos es una etapa complicada. Debes hablar con Izuku, necesitas de su ayuda. ― Hablo mi madre

― Ha pasado meses e Izuku no ha cambiado de parecer, no quiero forzarlo a nada.

― Debes hablarlo con él o tendrás que buscar a alguien que te ayude. Sin la presencia del aroma de tu omega... necesitas buscar otro.

Contra nuestra voluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora