Voces [Usamex]

Voces

[Usa]

Desde que salí del hospital me he encerrado en mi casa, no quería ver a nadie y no quería ser visto. El único al que aceptaba ver era a mi hermano, Canadá.

Me sentía con tanta vergüenza y culpabilidad de lo que paso, que hasta en un momento dado se me olvido por comer (cosa que inmediatamente se arregló con las visitas de Canadá). Sentía que si salía de mi casa todos absolutamente TODOS me señalarían y me mirarían con odio y repulsión. Pensaba que si veía a México, él ni siquiera se molestaría en hablarme o en mirarme simplemente se daría media vuelta y se iría, y eso me dolería más, pues "no hay mayor desprecio que no dar aprecio"; y podría aguantar cualquier desprecio, pero el del mexicano no, ese desprecio me mataría.

Así pasaron varias semanas sumergido en mi desesperación que mi mente lentamente imaginó, hasta que Onu me envió un mensaje avisándome que habría junta y era sumamente indispensable que asistiera.

Reí en mis adentros sabiendo inmediatamente porque era "sumamente indispensable que asistiera" iban a hablar del tema.

Si no fuera porque Canadá se encargo personalmente de asegurarse que fuera probablemente no estaría mirando el edificio que alguna vez miré con esperanza y ansias de solo encontrarme al mexicano y con el único objetivo de conquistarlo. Tan solo pensar en eso me sentí más miserable de lo que me sentía en casa, ahora solo mirar este edificio, rezaba por ni tan siquiera encontrarme al moreno.

Mi mente no dejaba de crear un sin fin de probabilidades donde todo salía mal, me empezaba a sentir mareado y asfixiado.

Sentí un peso sobre mi hombro que me despertó de mi ensañamiento, parpadeé varias veces para encontrarme con la mirada cálida de Canadá.

--Il y aura toujours des voix dans votre tête qui vous diront comment agir, comment ressentir et comment réagir à chaque situation. Mais nous avons le pouvoir de choisir les voix et d'en tenir compte (Siempre habrán voces en tu cabeza que te dirán como actuar, como sentirte y como reaccionar a cada situación. Pero nosotros tenemos el poder de cuales voces elegir y hacerles caso)--Me sonrió y se adentro al edificio.

Di un fuerte suspiro y me acomodé mejor los lentes, antes de entrar justo como todo empezó.

Mi hermano y yo estuvimos todo el trayecto a la sala en un silencio que no era incómodo, si no cálido. Un silencio que me decía que pasara lo que pasara tendría a Canadá apoyándome.

Y sin darme cuenta ya estábamos en nuestros respectivos lugares, Canadá me tuvo que dejarme solo, diciéndome que tenía que resolver varios asuntos, segundos después lo vi riéndose junto a Ucrania e inmediatamente me sentí como un tonto, nadie reaccionó cuando entre, ni de una buena forma ni de una mala, ¡fue cómo si no existiera y no hubiera causado tanto daño!

Bueno, eso pensé hasta que un olor a vodka y chocolate inundó mis fosas nasales. No volteé a verlo ni tan siquiera de reojo, mantuve mi mirada agachada esperando que se fuera, sabía perfectamente quién era y lo menos que quería en estos momentos era una pelea.

Se sentó en el lugar que debería de ser ocupado por el mexicano y una ola de irá recorrió mi cuerpo, apreté mis puños de tan solo pensar en como ese bastardo lo utilizó como un juguete desechable, iba a comenzar a reclamarle pero no tuve la fuerza de hacerlo tan solo recordar que hice lo mismo con Perú.