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Era un nuevo dia en aquella ciudad, los primeros rayos del sol bañaban a quienes ya estaban en las calles, todo era un tanto tranquilo, pero que vamos ¡nunca aquella ciudad esta tranquila! solo era cuestion de tiempo para que algo surgiera, el sup...

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Era un nuevo dia en aquella ciudad, los primeros rayos del sol bañaban a quienes ya estaban en las calles, todo era un tanto tranquilo, pero que vamos ¡nunca aquella ciudad esta tranquila! solo era cuestion de tiempo para que algo surgiera, el superintendente de la ciudad ya se encontraba en comisaria, en especifico en su despacho, se encontraba revisando diversos papeles, aun no surgia nada importante por lo cual se encontraba tranquilo.

—Superintendente —hablo desde el otro lado de la puerta uno de los alumnos—

—Pasa de una vez, ¿que quieres?

—Los mecanicos estan haciendo una manifestacion, piden verlo 

—¡Vaya mierda! —decia con enojo mientras rapidamente se levantaba de su lugar, toda la tranquilidad se habia esfumado, caminaba con enojo hacia la entrada de comisaria—

La imagen con la que se encontro el superior le molesto demasiado, toda la comisaria estaba rodeada de patrullas, todos los presentes estaban en la entrada, ninguno hacia nada por atentar contra la policia.

—¿Que hacen en mi puta comisaria?, ¡gilipollas! 

—No lo vez —entre la multitud salia un hombre que portaba un mono de color rojo, su rostro se veia tan tranquilo.— Estamos haciendo una manifestacion pacifica 

—¿Sabes que es ilegal?

—Y ¿que hacia?. te venia a preguntar que si podia hacer una manifestacion ¿no?

El superintendente saco la porra, para tal punto ya se encontraba demasiado molesto, odiaba la situacion, queria deshacerse lo mas rapido de esta, aunque le parecia curioso aquel hombre, que tan tranquilo estaba, como si nada estuviera sucediendo, quiza aquello era lo que mas detestaba, ver la tranquilidad en su rostro.

—Y ahora que haras ¿nos vas a aporrear?, yo quiero arreglarlo con palabras 

—No me importa una mierda, quiero que te marches de mi puta comisaria 

—Bien por lo visto usted no quiere hablar y arreglar las cosas, de acuerdo, nos vemos mañana a la misma hora, buen dia superintendente —decia para volver con los demas mecanicos, dio una orden, todos acataron, se comenzaron a llevar las gruas despejando el lugar—

El superintendente solo le lanzo una mirada a aquel mecanico para volver a entrar a la comisaria, la rabia aun lo consumia.


Complicado. NadanwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora