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Las risas de Armando sonaban por todo el lugar, aunque trataba de que no se escuchara tanto sencillamente no lo podia evitar, es que aquel hombre le lograba sacar aquellas risas,no esperaba aquello si era sincero.
—Hombre,cuando quieres eres gracioso
—Es mejor que cierres el pico
—¿Vas a amenazar de nuevo?, veo que nunca puedes estar tranquilo
El otro simplemente no dijo nada, se quedaron callados por un rato, eso hasta que el mesero llego con lo que hace un rato habian ordenado, cada uno comenzo a comer, a pesar de aquello se seguian lanzado algunas miradas, para el gusto del mecanico el superintendente era un poco dificil de tratar, al ser como una bomba, podria explotar en cualquier momento, cuando menos lo esperaras en pocas palabras, disfrutaban bastante de aquella cena aunque uno de los dos muy en el fondo no quería aceptarlo.
La cena acabó rápidamente, y una pequeña pelea comenzó por quien sería el que pagará la cena.
—Que yo voy a pagar —decía el mecánico mientras sacaba su cartera—
—Mira hombre, entiende que yo voy a pagar —respondía el otro un tanto molesto—
—Yo te invite, así que yo pagaré
Ninguno de los dos cedía, al menos aquello por un rato, Conway cedió, no supo el porqué, quizá sólo quería dejar de estar peleando, no estaba seguro.
—Bien hombre, espero que no volvamos a discutir
—Yo espero que si lo hagamos —le lanzó una sonrisa—
