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Abrió sus ojos rápidamente, el sudor bajaba rápidamente por su frente, pasó su mano por su rostro, poco a poco se comenzó a tranquilizar, sentía como sus mejillas ardían, aquel sueño había sido tan ¿peculiar? no sabia ni como decirlo, no podía acabar de creer que tenía aquellos sueños en donde el protagonista era el superintendente lo único que tenía claro en ese momento es que no se sacaría ese sueño y que necesitaba una urgente ducha con agua fría.

Y ahora se encontraba en el taller, era una mañana tranquila, era el segundo en llegar cosa que le sorprendió, y más por el hecho del que había llegado temprano era Yun este tendía a llegar siempre tarde y algunos días ni siquiera asistía.

—Joder, parece que el fin del mundo es hoy —dice el recién llegado con una sonrisa—

—No vuelvo a llegal templano en ese caso Almandito

—Pero ya que estas aquí vamos a trabajar

—Antes te quielo decil algo

—¿El que?

—No soy malicon, pelo es que la veldad no se polque pelo me gustas

En el rostro de Armando se pintó una expresión de completa sorpresa, no sabía simplemente que decir ante aquello, a el no le interesaba, solo lo apreciaba y lo quería, pero más que eso no, comenzó a creer que estaba de nuevo en un sueño, pero oara su mala suerte ¡era la realidad! no sabía como contestar a aquello.

Por su parte Conway se encontraba medio dormido sobre su escritorio, estaba bastante cansado porque toda la noche se la vivió en su oficina como casi siempre, ni si quiera un buen café lo podría despertar, hasta que surgió una emergencia, siendo esta en el taller, cosa que le pareció extraña, eran dos sujetos peleando fuera del taller y se amenazaban con armas, fue extraño pero tuvo la necesidad de ir al lugar.

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Basta me encanta ahora el yunando, se viene otro fan fic 😎👊

Complicado. NadanwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora