𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑿𝑰𝑽

1.6K 174 178
                                    

HOLA PRECIOSAS. Disfruten este capítulo, sorry.

• ★ . · ☆ . • ✧ ·

La estadía en Manchester se alargó un poco, y Louis y Harry regresaron a Londres una semana antes de que comenzaran las clases, la cajuela del auto  estaba llena de regalos y comida que Jay les había dado.

A Harry se le rompió un poquito el corazón cuando se dio cuenta que a Louis se le llenaban los ojos de lágrimas para despedirse de su familia, porque luego de regresar a Londres, Louis tenía que arreglar todos sus papeles para viajar a Stanford y quien sabe, tal vez vería a sus padres nuevamente a finales de año.

Clementine no lo quería soltar, y fue ahí, cuando Louis se quebró. El abrazo con su familia duró un poco más de lo normal, leves sollozos y suaves "te quiero" se escapaban de aquel núcleo.

Harry no dijo nada durante el camino y dejó a Louis absorto en sus pensamientos mirando el paisaje a través de la ventana, solo posando la mano libre en el muslo del menor, cariñosamente, como para hacerle saber que estaba ahí.

La semana restante lo pasaron de la misma manera. Juntos. Louis se quedaba en la casa de Harry, pues su padre nunca estaba y Constance era como su cómplice. La primera noche, Harry se quedó en el piso de Louis, pero Niall y Liam —y Zayn, que parecía ya vivir ahí— se lo robaron para tenerlo jugando videojuegos o sólo los molestar, alardeando sobre  lo lindos que se veían juntos.

Louis decidió que quería a Harry sólo para él, algo egoísta, pero sus últimos días juntos estaban contados antes de tener que volar a Stanford, y quería disfrutarlos, crear un vínculo tan fuerte con Harry que ni siquiera los kilómetros o el océano que los separaba fuesen capaces de terminar con ellos. Aun no hablaban sobre el tema, porque cada vez que alguien mencionaba algo sobre la pasantía de Louis en el continente americano, Harry no podía ocultar la mirada triste.

Louis quería que Harry supiera que siempre estaría con él y para él, cuidándolo, aun si el rizado se negaba, a pesar de la distancia.

Acompañó a Harry a sus citas con el doctor Hallward, las cuales, habían disminuido recientemente y eso era bueno, pues nada era tan caótico o preocupante, el rizado se veía feliz y tranquilo. Entonces, pasaban el resto de la sesión hablando sobre anécdotas graciosas o comentando sobre los partidos de fútbol del fin de semana.

Harry estaba mejorando, pero aun no creía estar  lo suficientemente preparado como para que el resto de las personas conocieran lo que sucedía realmente con él.

• ★ . · ☆ . • ✧ ·

Las clases comenzaron para todos, menos para Louis. Sólo iba a la escuela a firmar papeles o a recoger otros que necesitaba para tener todo listo para su intercambio. La temporada de fútbol comenzaba un mes después de que él partiera, así que solo se aparecía en los pasillos para esperar a Harry y a sus amigos, ya sea para almorzar o sólo para pasar el rato. También aprovechaba para ponerse al día con su madre, casi siempre, la llamada terminaba con uno de los dos llorando, la mayoría de las veces era su madre, que no se cansaba de repetirle lo orgullosa que se sentía y que le dolía ver a su pequeño pajarito partir y hacer su propio camino.

El primer día, fue todo un espectáculo. Harry llegó de la mano con Louis, y antes de despedirse para que el rizado entrara a su clase, le plantó un gran beso en la boca. Algunas chicas los miraban como deseando ser ellas, se les partía el corazón ver a Harry Styles, el capitán del equipo fútbol, el chico por el que la mayoría suspiraba, con pareja. Y que esa persona, fuera nada más y nada menos que un hombre, Louis.

No era secreto la sexualidad de Harry, pero aun así, todos apostaban a que gustaba más de chicas que de chicos.

Tal vez era cierto, pero, ¿quién se le iba a resistir a los bonitos ojos azules de Louis? ¿A su piel caramelo y al cabello que parecía brillar más que el sol? Tal vez esa fue la perdición de Harry, como su medicina, un analgésico que calmaba y desenredaba todos los nudos de su mente. La calidez que emanaba, apaciguaba toda la frialdad que sentía en los días grises. La risa de Louis y su empatía, tranquilizando todos los malos pensamientos. 

𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 || 𝒍.𝒔.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora