Capitulo 5

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Simone

Han pasado varios días desde que me castigaron, últimamente Addie se esta sintiendo mal y eso no es normal en ella.

Algo le sucede pero no me quiere decir, no la presionare sólo intentare averiguar que pasó, estoy en la habitación de descansó viendo el televisor, el cuál solo pasan infomerciales, estoy aburrida; con Addie enferma no tengo mucha gente a quien molestar.

Por mí vista se cruza ladinamente Chellby y sus amigas, a todas les conozco la vagina así que algo quieren.

—¡Hola Simone!, no te vimos alli sentada —dice Chellby con su peculiar tonito.

Claramente si me vio, aquí sentada.

—Hola Chellby, ¿necesitas algo?—pregunto sin ánimos.

—De hecho ya que lo preguntas, si.

No sé se por que he preguntado eso, Chellby se para en frente de mi, mientras yo continúo sentada, al nivel que me queda su cuerpo; básicamente tengo sus chichis en mi cara, no me molesta en lo absoluto pero no estoy de humor para esas cosas.

Termina de rematar su coqueteó abrazandome y hundiendo mi rostro en sus pechos, como decia NO me molesta, ¡pero oyee!, minimo avisame, no seas tosca.

Después de ese lindo afectó, no puedo negarle lo que pide a gritos, asi que me levantó  y la dirigo a la habitación.

—¿Vamos a otro lugar? —preguntó ella por cortesia, aunque ya se que dira que si.

Sólo asiento con la cabeza y la llevo casi corriendo a la habitación, esperando que Addie no este allí.

—¿Addie, nos va a ver? —dice Chellby con preocupación.

—No creo, ella esta profundamente dormida. No te hare gritar tanto para que no la despertemos —le digo guiñandole el ojo.

Entramos a la habitacion y para mi sorpresa está vacia, probablemente Addie ya se sintió mejor y se fue por allí.

Esperó que no regresé en un buen rato, por que estaré muy ocupada.

Ella se recuesta en la cama y comienza a quitarse el uniforme, yo solo la observo por que no pienso quitarme nada, este día solo haré lo mio y ya.

Despues de ya estar desnuda comienzo con mi chamba (trabajo). Abro sus piernas con brusquedad de mi sorpresa que ya esté mojada para mí, estoy entrenida con oirla gritar y aguantarse el placer, temblar y correrse para mi, seria más satisfactorio si fuera otra chica también rubia.

En eso la puerta se abre y se que es ella, no tengo tiempo para pensar en ningún movimiento asi que solo me quedó impactada.

—¡Disculpen! —grito Addie super apenada y cerro la puerta.

Sinceramente creo qué Chellby ni se dió cuenta por que continuaba en la cama rebolcandose, ¿debería ir tras Addie o terminar con esto?.

Cumpliré con mi palabra y acabaré.

—¿Qué paso? ¿Ya no vas a seguir?— pregunto Chellby siendo Chellby.

—Por supuesto que si, solo que me las cobrare luego —respondi, viendo su cara de exitacion cuando introduci mis dedos en ella.

Término de vestirse y me miro.

—Gracias, Simone eres la mejor —dijo e intento besarme.

—¡Hey!¿Que haces?, sabes que esto es sin besos —respondi alejandome de ella.

Aunque suene ironicamente estupido, mis labios nunca tocaron otros.

Mierda.

A eso no me refería, bueno, que yo nunca besare a alguien en la boca si no siento algo por ella... o el porque otros labios claro que he besado.

Antologia de una drogadictaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora