Capitulo / 17

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Louisa

Tocan la puerta de mi consultorio.

—Adelante —digo mientras ordeno los papeles de mi próximo paciente: Larry un joven con problemas de personalidad y baja autoestima.

Por la puerta se asoma la cabeza de mi asistente Abigail; una chica de unos dieciocho años de tez blanca, ojos marrones, y una larga cabellera rubia. 

—Solo vine a decirle que Larry ya se encuentra aquí.

—Él ya puede pasar.

—Ya lo hago pasar —desliza la puerta para cerrarla.

—Abigail —la llamo.

—Si, señora.

—¿Cuántos pacientes restan?

 —Dos, señora.

—Ok, gracias —asiente y se retira.

Un minuto después Larry ingresa al consultorio, me pongo de pie para recibirlo con los brazos abiertos.

—Hola, Larry —lo estrecho entre mis brazos y él con timidez pone sus brazos en mi espalda —.¿Cómo estas?

—B-bien —se sonroja.

—Ya sabes que conmigo puedes ser tú —lo hago pasar a la salita a un lado del salón. Tomo asiento en el sillón y él en el sofá frente a mi, coloca su mochila a un lado de él—. ¿Cómo te has sentido?

—M-me he sentido como en una montaña rusa, hay d-días en el que me siento triste y no quiero hablar con nadie —asiento—. Otros solo quiero per-permanecer en casa y no salir por una semana, un dia me embarga una felicidad que no sé de donde sale y ese día quiero hacer de todo, charlar, correr, hacer ejercicios —anoto lo que me acaba de decir en su expediente.

—Recuerda, Larry, que esos son pensamientos negativos y lo que eso provoca es que te sientas de esa forma: triste, aburrido, sin ánimos alguno de salir de casa, abatido y te hacen llegar a pensar que eres insuficiente, hace unos días atrás hablamos sobre eso, ¿Recuerdas? —asiente—. ¿Qué es lo que debes hacer cuando te sientes así? —le pregunto.

—Hacer lo contrario —cruza las piernas.

—Exactamente, Larry, no importa si te sientes triste, o si no tienes ganas de salir, debes ser fuerte y demostrarle a esos pensamientos que eres más que eso, es la única forma de salir adelante —asiente—. Intenta salir de tu zona de confort, sal a correr, lee si es que te gusta la lectura, haz algo que nunca te has atrevido a hacer por miedo a ser criticado y veras que te sentirás mejor, mantente positivo todo el tiempo, Larry, y no dejes que el miedo a ser rechazado te domine, domínalo tu mejor.

—M-mi mamá me repetía constantemente que yo era una ba-basura, un ser humano inútil y yo le creí, ¿sabe?, le creí porque eso es lo que soy —baja la mirada y juega con sus manos en su regazo.

—No, Larry, eres más que eso, si fueras un "inútil" no estarías aquí, no estarías buscando ayuda, tampoco estuvieras estudiando, los inútiles prefieren quedarse estancando a tener que hacer algo por su vida, Larry, prefieren no salir de su zona de confort, evitan todo a toda costa, tu no eres un inútil, recuérdelo siempre, eres más que eso —asiente—. Repite conmigo: Soy.

—Soy —repite.

—Más.

—Más —repite.

—Que eso.

—Que eso.

—Bien hecho, Larry, repitelo siempre que pienses de esa forma, ¿de acuerdo? —asiente.

Volviendo A Levantarme © BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora