Capitulo/ 21

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Louisa

No soy una persona muy bebedora pero cuando bebo, lo hago con ganas, como si fuese la ultima vez que lo haría. Ayer fue unos de esos días en el que dije: A la mierda todo, a la mierda Jake, a la mierda todo lo que me hace sentir atemorizada, a la mierda todo lo que me tiene preocupada y, saben lo que también dije: Que nada ni nadie iba a opacar mi día y sin lugar a dudas ayer fue el día en el que me sentí la mujer mas feliz del mundo mundial, me dije a mi misma; tengo un techo donde dormir, tengo a mis padres, tengo a mi novio, tengo a mis amigos, a mi familia, tengo salud. No podía permitir que ese loco hiciera lo que le viniera en gana conmigo, no le daré el gusto de verme atemorizada... insegura... No se lo iba a permitir.

Palmee el lugar donde se supone debería estar Max pero no esta, me froto la cara a la vez que abro los ojos, lo primero que veo es el techo, luego la ventana y desde la cama puedo apreciar la playa, las olas... espera, esta no es mi habitación, esta no es la habitación que comparto con Max. Me siento abruptamente en la cama lo que ocasiona una arcada construyéndose en mi garganta, salí de la cama y corrí al baño, y descargue todo lo ingerido la noche anterior en el váter. Cuando he terminado me pongo de pie con el apoyo de mi mano derecha.

Salgo de esa habitación y camino a la que si es la recamara que comparto con Max y guio mis pies directo al baño sin mirar para ningún lugar.

Cepillo mis dientes y utilizo el enjuague bucal de Max porque siento la bocas super amarga, me lavo el rostro y me miro al espejo detenidamente. Hoy tengo la cara mas pálida que nunca y unas tremendas bolsas negras debajo de los ojos y la cabeza se me quiere explotar en mil pedazos. Busco una aspirina en mi bolso, rebusco en el pequeño refrigerador que tenemos en el cuarto una botella de agua y cuando la he hallado introduzco la pastilla en mi boca y me la trago junto con el sorbo de agua que acabo de tomar. Dejo la botella de agua en la mesita de noche.

Suspiro y salgo del baño rumbo a la cocina, bostezo a medida que me acerco a la cocina y Ellen quien se encuentra en el taburete de la isla usando su celular levanta la vista.

—Buenos días —digo al tiempo que busco una taza de la alacena.

—Buenas tardes —me responde, me viro y la miro confundida—. Son las dos de la tarde —aclara. Vierto café en la taza y lo llevo a mi boca.

—¿Y Max? —tomo un sorbo de mi café al tiempo que me siento a su lado.

—Haciendo el check out.

—¿Por qué nadie me despertó?.

—Max dijo que te dejaran descansar.

  —¿Y los demás?

—Jayden se fue hace un par de horas, Mike y David andan con Max, Megan fue al gimnasio y los demás se fueron esta mañana.

—No recuerdo nada de lo que paso ayer —confieso al tiempo que tomo otro sorbo de café.

—¿Ni lo de la propuesta? —me mira con extrañeza.

—Eso si pero después de eso no recuerdo ni de lo que dije.

—Ay Louisa, si supieras todo lo que hiciste e dijiste quisieras que se abriera la tierra y te tragara —mis ojos se abren a medida que habla.

—¿Q-qué hice? —hace el amago de levantarse—. Ellen, ¿qué hice? —se levanta del taburete—Ellen, no te muevas —sentencio pero ni caso me hace sino que huye de este lugar.

La puerta se abre revelando a Max, seguido de Mike y David.

—Y yo pensaba que era su amiga o algo —dice Max entrando a la estancia. Cuando me ve se acerca a mi—. Hola, dormilona —me besa la frente y se aparta para dirigirse al refrigerador.

—Hola —le doy un sorbo largo a mi cafe.

—Hola, Lu —Mike besa mi frente y camina hacia su habitación.

—Pecosa —David soba mi cabello a modo de saludo y lo que logra con eso es desgreñarme mas pero no importa soy hermosa como sea.

—¿Como amaneciste, amor? —Max se posa detrás de mi y besa mi cuello.

—¡Ay! —rio—, b-bien, ah, ya para —me levanto del taburete y me alejo de él.

—Nos iremos a las seis —anuncia al tiempo que sube las escaleras.

—Esta bien —susurro a pesar de que no me va a escuchar, termino de beberme mi café y le echo un vistazo al reloj, es temprano todavía me digo a mi misma, son las dos y media así que piscina te disfrutare un rato mas. Enjuago la taza y la coloco en el escurreplatos.

Subo las escaleras y me adentro a la habitación que comparto con Max, cojo mi celular de la mesita de noche y me acuesto en la cama; reviso mis redes sociales y contesto algunos mensajes de personas cercanas a mi felicitandome y uno de mamá diciéndome que me esperaba con ansias para celebrar mi cumpleaños como se debía.

Escucho la voz de Max cantar y debo admitir que canta bellisimo, me pongo de pie y camino hacia el baño, observo a Max lavarse el pelo a la vez que canta una canción que no recuerdo quien la canta pero que sin duda mi no... prometido la canta preciosa.

—No, nobody but me can keep me safe and I'm on my way —una idea me cruza por la cabeza así que sin pensarlo dos veces me desnudo sin hacer ruido y en puntillas entro a la ducha. Me pego a su espalda—. ¡Ah! —su piel se tensa y por el hombro me observa—. Me asustaste, pecosa —reparto besos en su espalda, mis manos se cierran en su cadera atrayéndolo a mi—. Louisa, ¿que haces? —un suspiro se le escapa cuando chupo la carne de su espalda.

—Dandote cariñitos —bajo mis manos a su zona intima y agarro su miembro entre mis manos.

—Louisa, no —agarra mi mano y la retira de su miembro, se gira hacia mi y sus ojos lucen mas oscuros, hay una lucha interna en ellos de lo que quiere hacer y de lo que debe hacer—. No me provoques de esa forma, sabes que no podemos —aparta el pelo que le cae en la frente al tiempo que sacude la cabeza en una negativa.

Le hago caso omiso a sus palabras y me rodillo frente a él bajo su atenta mirada.

—Loui... ¡Ah! —entro su miembro en mi boca, le doy placer con mi boca hasta que se viene dentro de mi boca.

Me ayuda ponerme de pie y cuando estoy a su altura me besa con ferocidad... como si hubiesen pasado años sin besarme, agarra mis dos manos y la coloca a la altura de mi cabeza al tiempo que hace fricción entre nuestros sexos. Un gemido se me escapa cuando la punta de su miembro choca con mi clitoris. Libera unas de mis manos y lleva su mano a mi clítoris donde ahi me lleva a la cima con sus caricias. Grito su nombre cuando alcanzo el orgasmo. Luego, entre besos y mas caricias nos duchamos juntos.


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Nos vemos en el próximo capítulo.

Los quiero un montón, ♥♥

atentamente,

Ámbar Figueroa.

Volviendo A Levantarme © BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora