Cartas de amor a Roma

Fumar

(Don't you remember de Adele, como en el capitulo anterior)
-No.
-¿Có... Cómo qu... Que no?
Una parte de mi me grita «¡AGUANTA LAS LÁGRIMAS!», pero mis ojos no lo oyen, y por la mejilla me resbala una rebelde lágrima que me muestra lo débil que soy.
-Que...-me mira a los ojos, y yo retiro la mirada- No llores,Úrsula, no llores.
Me abraza, y mi cabeza se pierde en su pecho, inspiro su olor.
-No saldré contigo, o no por lo menos hasta que...
Hace una pausa, una pausa que se me hace eterna.
-Hasta que dejes de fumar, que te he visto al salir del taxi.
Me toma la cara con dulzura y me besa. Y así empieza mi primera historia de amor en italia, lo gracioso es que mi "italiano" es español.
Nadie me asegura que todo vaya a ir bien, nadie me dice que no perderé el tiempo, nadie me puede asegurar que esto va a llegar a algún sitio, pero por otra parte nadie puede decirme lo contrario.

Veinte minutos más tarde, en el bar en el que todo empezó...
-Me he dado cuenta de que todavía no he visitado turisticamente Roma.-digo mientras miro a nuestras manos entrelazadas.
-Niña, el mejor monumento de Roma es ahora tu novio.-dice riéndose.
-Puff... Que comentarios de niño creido...
Reimos, reimos y reimos; y es que la verdad es que no hay motivos para no hacerlo.
-Y con Marco...
Le beso en los labios.
-¿Vale?-le pregunto.
-Vale.