2.

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Unos gritos y silbidos hicieron que me levantara de golpe algo aturdido, mire a todas direcciones, hasta que por fin logré ubicar el lugar donde me encontraba.

Suspire, me quité las mantas del cuerpo y me levanté, los huesos de mi columna comenzaron a sonar, luego moví mi cabeza y de igual forma sonaron, por último mis dedos.

Cuando ya estaba menos tenso mire a Nochu, estaba recostado a un lado de la puerta de la celda, no me miro, pero yo sí, se veía bien para ser algo temprano, agradecí que el teniente Min me dejara entrar con mi reloj. Al ver la hora eran...

- ¡Las seis de la mañana! - grite haciendo mi voz más aguda.

Nochu me miro confundido, soltó una maldición y luego una risa seca que erizo cada vello de mi cuerpo.

- Si vuelves a gritar así lo más seguro es que te "castiguen".

- Pero, son las seis de la mañana, es demasiado temprano.

- Todos los días nos despiertan a esta hora, debes levantarte más temprano para que así estés listo.

- ¿Listo? ¿Listo para qué?

Él me iba a responder, pero abrieron la celda, un oficial y un guardia entraron, el guardia se quedó afuera, el oficial se acercó a Nochu y lo revisó de manera total, luego se acercó a mí, retrocedí un par de pasos.

- Si te resistes será peor. - advirtió.

Mordí mi labio, no hice nada, el oficial se acercó y comenzó a tocar mi cuerpo revisando, pronto acabo y me dejo para luego darme una toalla y un jabón.

- Vayan a bañarse, ahora. - ordeno.

Sin decir nada camine detrás de Nochu, es estúpido, pero no he visto a nadie más en toda esta prisión y dudo mucho que vayan a ser gentiles o buenos conmigo.

Llegamos a unas duchas, sus paredes eran blancas y el azulejo de igual forma, camine un poco, lo único que cubría nuestros cuerpos desnudos era una pared de cemento con azulejos que estaban un poco para arriba de la cintura.

Me quité la ropa y dejé todo de lado, el agua era helada, traté de no mirar a nadie, quizá todos fueran hombres, pero de igual forma es incómodo.

- Te vez ridículo. - escuche esa ronca voz a un lado, mire, era Nochu.

- ¿Que? ¿Por qué?

- Solo bañate, rápido.

Pase el jabón por mi cuerpo, pero al ver al chico a mi lado, deje de hacerlo, estaba desnudo, pero su torso fue lo que llamó mi atención, lo tenía bien trabajado, pero también tenía dos grandes cicatrices, una cerca del ombligo y la otra por su clavícula, la que había visto en la foto.

Volteé mi cara, me quité el jabón, salí y me vestí lo más rápido que pude, pronto me llevaron a la celda de nuevo, en unos minutos apareció Nochu.

[...]

Ya eran las siete con treinta, otros guardias abrieron la celda para ir al comedor, una vez allí habían miles de reclusos haciendo fila para que les sirvieran lo que fuera que había.

Hice fila detrás de Nochu, mire a todas direcciones, pude notar, gracias que sé leer labios que hablaban de mí, mencionandome como "el nuevo", esto es grandioso.

Por no poner atención choque con la ancha espalda de Nochu, que se dio la vuelta con el ceño fruncido.

- No digas nada, da igual. - siguió caminando - No te sientes conmigo, ya te lo advertí. - tomo la comida en la bandeja y se fue.

Una vez que me acerque mire a los cocineros que no parecían muy amables, pero le sonreí al que me dio la comida, él respondió el gesto.

- Gracias. - murmuré para luego buscar un lugar.

Un lugar alejado, un lugar alejado, ¡un lugar alejado! Lo encontré.

Tome asiento para luego ver la comida, arroz, no estaba bien cocido, pero ya daba igual, tome la larga cuchara y comencé a comer.

Comí de forma lenta, para ser un "desayuno" era un tanto extraño, o quizá esto comían a todas horas, no lo sé, pero debo acostumbrarme.

Dos hombres se acercaron poniendo sus bandejas sobre la mesa para luego tomar asiento, trague duro, no quiero hablar o estar con alguien.

- ¿Compartes celda con Nochu? - interrogó un chico con voz grave.

- S-sí. - murmuré volviendo a comer.

- Ah... - no dijo nada más y comenzó a comer.

El otro hombre habló en otro idioma, en chino, hablaba de mí, que, obviamente sabia chino por todos los estudios y demás cosas.

- No, Nochu no intento matarme y no, no conozco a Nochu desde antes. - respondí a lo que dijo el hombre.

- ¿Cómo sabes lo que dije? - pregunto esta vez en coreano.

- Sé hablar chino. - me encogí de hombros.

- Soy Jackson.

- Y yo ChangHyeop, pero dime solo Hyeop.

- Me llamo JiMin, un gusto supongo. - sonreí levemente.

- Igualmente.

- ¿Comen esto siempre?

- Sí, no podés esperar más, estamos en una prisión.

- Sí. - termine de comer, deje la bandeja y fui a la celda minutos después llegó Nochu.

Se acercó a la mesita baja y volvió a escribir en aquella libreta, mientras, nuevamente murmuraba algunas cosas.

Mi primer día y aún sigo con vida es un tipo de avance, bueno casi, o algo así.

Mi primer día y aún sigo con vida es un tipo de avance, bueno casi, o algo así

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UwU ya va el capítulo dos.
Bueno hay una pequeña posibilidad que en esta historia me tarde un poquito más en actualizar, pero bueno veremos que pasa, bye.

Presos «KookMin» •COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora