10.

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Tres días después:

Algo dentro de mí, me ha dicho en todo este tiempo que llevo de encubierto que Nochu no hace esto porque quiere, si no porque lo obligan, y también puedo asegurar que jamás me haría daño, así que debía probarlo.

Anteayer uno de los reclusos lo llamó por su apellido y él lo golpeó un poco, no tanto como a Kai, pero sí, además de decir que nadie debía llamarlo así.

Yo ya lo he llamado por su nombre, así que idee una teoría, quizá si sea inocente y tal vez no me haga daño, hoy lo voy a probar.

Estamos en la hora de almuerzo, una vez que veo que Nochu se va a ir, pongo en marcha mi plan, es fácil, solo lo voy a llamar por su nombre completo frente a todos los reclusos, veamos que pasa, solo espero quedar con vida.

Deje la bandeja, agradecí como siempre y me posicione en el centro del comedor, tenía algo de miedo, respire profundo estaba listo, era hora de provocar a Jeon JungKook.

- ¡Jeon JungKook! - grité llamando la atención de todos, inclusive la de los guardias, todos murmuraban cosas entre sí, él se dio la vuelta de manera lenta, pude notar su mandíbula completamente tensa, mierda.

- ¿Qué? - mascullo entre dientes, él jamás habla, y mucho menos lo hizo con el recluso anterior, trague con fuerza.

- ¿No me harás nada, Jeon JungKook? - lo volví a desafiar.

Todos murmuraban cosas entre sí, escuchaba como apostaban que iba a morir, otros los que eran aún más jóvenes decían que tenía agallas, las tengo sí, pero también soy idiota.

- ¿Qué querés? - volvió a preguntar mientras se acercaba.

Sentí como mi corazón se detuvo, tenía los puños apretados, los nudillos se le pusieron blancos por la presión, además de que en sus brazos se resaltaban más venas, estaba molesto.

- ¿No me harás nada, JungKook~? - repetí.

Se estaba acercando demasiado, su rostro se comenzó a tornar rojo, estaba demasiado molesto, en su cuello se resaltó una vena, mantenía la mandíbula tensa, su mirada se convirtió en una totalmente oscura.

- No te conviene, JiMin. - murmuró, pero aún así lo escuché.

- ¿No me conviene que, JungKook? - retrocedí y pegue con una mesa, hasta acá llegué, veamos si me teoría funciona.

- ¿Que dijiste? - bufo más que molesto a menos de un metro de distancia, a este punto los prisioneros hacían un círculo, esperaban una pelea.

- Te llamé JungKook. - sonreí de lado - ¿O prefieres que te llame JungKookie~ o Kookie~? - a este punto estábamos tan cerca...

Levanto su mano con el puño cerrado, cerré los ojos, me iba a golpear, lo provoque y lo merezco, pero el golpe jamás llegó.

Abrí los ojos lentamente, JungKook comenzó a relajar sus facciones, se le veía menos tenso, su puño se deshizo, ya no se veía molesto, se veía triste, con la mirada casi perdida.

Bajo la mano lentamente, soltó un suspiro seguido de una maldición, me tomo del cuello y me acercó demasiado a su rostro, su respiración se mezcló con la mía.

- Llámame como quieras, pero nunca de esa forma, ¿me oíste, JiMin? - su tono era algo amenazante, frío y dolido.

Solo mordí mi labio, no podía decirle nada, tenía demasiado miedo y un nudo en la garganta, sin pensarlo mucho me soltó de golpe, empujandome un poco.

Con la mirada de todos puesta en él se fue caminando supongo que a la celda, o no se en realidad.

Poco a poco mi respiración se comenzó a regular, Jackson y Hyeop se acercaron, ambos me llevaron al patio de la prisión, no objete nada, sentía algo de miedo así que preferí solo ir.

[...]

Habían pasado demasiadas horas desde lo sucedido en el comedor, realmente pronto seria la cena, me encontraba en la celda, a un lado estaba JungKook, escribía en aquella libreta, desde que llegué se encontraba escribiendo.

Una vez que ya era hora de irnos a la celda para dormir un guardia llegó por él, se lo llevó y sabía que no volverían en un buen rato, así que tomé la libreta, quería leer que escribía tanto.

<Sigo sin entender que me pasó, cuando me llamo por esos apodos, sentí como un balde agua fría caía sobre mí, nuevamente hizo que te recordara>

<No pude, no pude golpear a JiMin, realmente no quiero y dudo que pueda golpear a alguien, esto es un estúpido martirio>

<Creo que JiMin me hace sentir diferente, mejor, no sé que es, pero no quiero que se aleje de mí>

<JiMin, si en algún momento lees esta libreta, o está parte te quiero pedir algo, solo abrázame, cuando me veas, abrázame, sacame de esta mentira, sálvame...>

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, además de que sentí como mi pecho se oprimió al leer lo último, lo sabía, sabía perfectamente que JungKook esta sufriendo.

Cerré la libreta para acostarme, pero por más que intente no pude dormir...

Eran cerca de media noche cuando abrieron la celda, me levanté de golpe, era un guardia, tenía a Nochu, lo tiró a la celda y me miro mal.

Una vez que me aseguré que estaba lejos me acerqué a él, me miró un poco, tenía la cara golpeada, su labio lo tenía roto, algo había pasado.

Preferí no hablar, así que como pude lo abracé, al principio se tensó, pero luego se comenzó a relajar, con las manos temblorosas me rodeó la cintura, escondió su cara en mi cuello y puedo asegurar que estaba llorando.

- Sálvame... - susurro entre sollozos.

Solo alargue más el abrazo, era lo que él necesitaba, esta sufriendo y nadie lo ve, sé perfectamente que hay algo más, pero hasta ahora, solo lo abrazare, toda la noche, incluso toda la vida si es necesario.

Es momento de que el KookMin brille

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Es momento de que el KookMin brille.
Asies

Presos «KookMin» •COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora