capitulo 2

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— ¿sabes cachorro?, cuando sea tú presentación no me importara si eres  alfa, omega o beta, no permitiré que nadie te lastime — dice con voz suave.

seré un feroz alfa mamá y te voy a cuidar de todo el que desee hacerte daño.

El dulce resonar de su risa se escucha por toda la habitación contagiándome al instante.

—claro que si mi pequeño — deposita un tenue beso sobre mi frente.

te quiero mucho mamá

—y yo te amo Jiminnie.

abro los ojos pesadamente y siento como una escurridiza lagrima baja por mi mejilla.

solo fue un sueño.

me levanto con pereza de la cama y camino al cuarto de baño, miro mi reflejo en el espejo; un notable hematoma en mi cuello comienza a tomar tonos azules y verdes, me doy una rápida ducha y aplico un poco de base sobre sobre el lugar pero el moretón aún es visible, opto por usar una bufanda y salgo con sigilo de mi casa.

subo a mi bicicleta y pongo marcha hasta la facultad a la que asisto; el cielo es gris sin rayos de sol visibles y la brisa es fresca, un clima que muchos detestan pero a mi me da paz.
llego mas pronto de lo deseado y me adentro esquivando la multitud de universitarios llenos de feromonas y sudor.

— llegas temprano — la voz de mi animado amigo me sobresalta.

— hola Hobi — el  característico aroma a duraznos que desprende mi mejor amigo es más intenso que otros días— deberías usar supresores.

—debo conseguirlos — sonríe tímido.

asiento con la cabeza mientras entramos al aula de clase, no pasa mucho tiempo en lo que siento que alguien pone sus manos sobre mis hombros.

—Hey Jimin-ah, que sexy te ves hoy — juega con el extremo de mi bufanda haciendo amague de querer quitarla pero lo detengo.

—detente Jackson, por favor — lo miro directo a los ojos pero eso solo lo motiva a querer molestarme mas.

intenta de nuevo pero no se lo permito por lo que forcejea usando su fuerza hasta que logra su objetivo; cierro los ojos con cansancio esperando que comience a hablar.

—ya sabia que eras una perra Jimin — ríe — mira nada mas como te dejaron, tuvo que ser intenso.

—déjalo en paz —defiende mi amigo.

¿Qué tan estúpido debo ser para que siempre deban defenderme?.

—cállate y consigue algo que oculte tu desagradable olor o prefieres que te ayude un poco? — sonríe.

—con Hoseok no te metas — le fulminó con la mirada.

— no me digas que fue tu amigo quien hizo esto — con su índice recorre las marcas de mi cuello —son repugnantes.

—y si fue de esa manera ¿A usted que le importa? —contra ataca mi amigo.

—estoy seguro que a toda la clase le interesa saber lo que esté par de omegas hacen cuando nadie los ve — habla lo suficientemente alto para que los presentes escuchen.

Toda la clase clava sus ojos sobre nosotros, los murmullos y risas se hacen presentes.

— que persona inmadura eres Jackson Wang, ¿crees que haciendo ese tipo de cosas vas a lograr algo?— escupo.

— claro que si, demostrarle a todos con que clase de omegas no deben estar.

— lo único que logra es demostrar la clase de persona que es usted— Hoseok lo reta con la mirada.

𝙽𝚘 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚘 𝚜𝚎𝚛 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora