Park Jimin es un omega que odia por completo serlo
Min Yoongi un psicólogo Alfa que desea ayudarle a amar su naturaleza.
#2- Jimin 09-12-2021.
#2-Yoongi 09-12-2021.
#1-Omega 09-12-2021.
#2-alfa 10-12-2021.
¡Gracias!
Después de lo que paso en la universidad volví a casa llamando la atención de todos los transeúntes, quizás por que mi ojo comenzaba a hincharse impidiéndome ver bien o por que todo mi cuerpo era un desastre.
—¿Qué te sucedió esta vez? — fue lo que pregunto mi hermano una vez que llegué.
ahora me encuentro con una bolsa de hielo sobre mi ojo derecho y la mirada de angustia de Jungkook sobre mi.
—¿puedes dejar de mirarme así por favor? — pido.
—sabes que me preocupo por ti, todos los días llegas a casa con un golpe nuevo.
—supongo que es por que soy un inútil e indefenso omega — respondo.
—eres tan capaz como cualquiera Jiminnie —aprieta los puños — te juro que mataré a los imbéciles que te hicieron esto.
—sabes kook, a veces simplemente desearía renunciar a todo — mi voz se quiebra obligándome a parar de hablar por un momento —es tan difícil ser un omega.
—no digas eso por favor —se lanza sobre mi y me abraza fuerte, lo suficiente para hacerme romper en llanto.
—lo odio kookie — escondo mi cabeza entre su cuello sin dejar de llorar.
—quiero que me prometas algo Jimin— su olor madera es relajante.
—dime — respondo con dificultad.
—conozco un muy buen psicólogo, puedo hacerte una cita con el y podrá ayudarte —acaricia mi cabello —prométeme que iras con el.
Me separó de él y lo miró incrédulo.
—¿para que necesitaría un psicólogo? — preguntó.
—para qué te ayude a darte cuanta que puedes ser tan fuerte como te lo propongas y sobre todo para que te des cuenta que ser omega es mejor de lo que piensas — habla con tanta confianza que da miedo.
—¿Qué sabes tu?
—Lo suficiente como para saber que necesitas ayuda y yo solo no puedo.
—Yo...
—promételo Jimin — me mira serio.
—esta bien... Lo prometo.
—¡Gracias!, de verdad gracias — suelta un gran suspiro aliviado.
3 días después.
no he dormido bien desde esa noche en la que hable con Jungkook, cada caída de sol, en medio de la oscuridad de la noche y el frio abrazador estuve pensando en que era lo que quería, no es fácil para mi vivir de esta manera y quizás desaparecer es la mejor opción, sin embargo hay algo que me detiene y ese es mi hermano, soy el único a quien tiene y prometí que cuidaría de el por siempre.
es por eso que acepte venir con un estúpido psicólogo.
mire el enorme edificio frente mis ojos y camine hasta la entrada donde un vigilante de mediana de edad estaba mirándome.
—¿en que puedo ayudarle jovencito? — examina mi rostros con disimulo y rápidamente aleja su rostro con incomodidad.
—busco el consultorio 121 — respondo.
— piso 7 por el pasillo a mano derecha.
agradezco y camino hasta los elevadores donde presiono el numero que me indico y espero con paciencia, una vez las puertas se abren camino por donde menciono hasta que doy con una señorita bastante linda en el que supongo es su escritorio
—disculpe señorita — llamo.
—¿en qué le puedo ayudar? — responde sin mirarme, A juzgar por qué no siento ningún aroma característico en ella puedo afirmar que es una beta.
—tengo una cita con... Psicología — hablo y ella deja de teclear la computadora para mirarme por primera vez desde que llegue.
—su identificación por favor — pide y se la paso, continua tecleando en la computadora —puede sentarse en las sillas de allí, en un momento lo atienden.
—gracias.
Camino hasta los asientos que menciono y espero impaciente por escuchar mi nombre.
¿Qué se supone que deba decirle a esa persona?
¿Qué sucede si el también me juzga?
¿Cómo podría el ayudarme con mi problemas?
¿Y si es un viejito panzón y mala persona.?
la ansiedad comienza abrumarme y pienso en salir corriendo de ahí cuanto antes, es la primera vez que vengo a un psicólogo y ni siquiera tengo idea de cómo se llama o como luce.
¿Cómo podré confiarle mi vida a alguien que no conozco?
Esto es ridículo no debí hacerle caso a Jungkook.
—park Jimin — la voz de la chica me saca de mis pensamientos —ya puede pasar.
Me levanto y camino por un pasillo algo estrechó hasta quedar frente una puerta de madera con una placa dorada y los números 121 escritos sobre ella.
Tocó la puerta tres veces y espero alguna señal de que puedo pasar.
—bien pueda.
Tomo el pomo de la puerta y la giro abriendo la puerta lentamente.
Un fuerte olor a café y lluvia es lo primero que me recibe, haciéndome sentir mareado por un segundo; un hombre un poco mayor que yo de piel muy pálida y cabello color gris Me mira curioso con unos ojos felinos bastante peculiares.
—mucho gusto, mi nombre es Min Yoongi y seré tu psicólogo desde ahora.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.