El Soldado Fantasma (AnaObi) [Traducción]

Capítulo 7/10

- ¿Estás seguro de esto, Obi-Wan?

El Jedi sonrió, volviéndose para ver la cara preocupada de Padme. Ella se paró detrás de él, en la entrada de su nave privada. Esperaba que ella apareciera y lo despidiera antes de irse en su misión. Se alegró de ver que tenía razón.

- Quiero decir, quiero que traigas a Anakin a casa, pero ¿estás seguro de que esta es la mejor manera? Estás prácticamente entrando en una trampa.

Obi-Wan se acercó y colocó una mano tranquilizadora sobre su hombro -. No es una trampa si no sabemos en qué nos estamos metiendo, Padme.

Padme le devolvió la sonrisa ante eso -. Tienes razón, no es una trampa. Es solo un plan realmente estúpido.

Obi-Wan se permitió una risa tranquila en respuesta. Quitó la mano del hombro de Padme para envolverla en un abrazo.

- Dado que es un plan estúpido, ¿estás seguro de que no quieres venir? Podríamos usarlo para contrarrestar mi estupidez.

Padme lo apretó con fuerza -. Necesito proteger a los gemelos. Dudo que sean un objetivo ahora, después de 5 años, pero no puedo ser demasiado cuidadoso. Mi lugar es con mis hijos.

- Entiendo - dijo Obi-Wan -. Me alegra que tengan a su madre que los cuide. Con suerte, al final de esto, finalmente podrán conocer a su padre .

Padme se apartó del abrazo con lágrimas en los ojos -. Obi-Wan ... por favor. Tráelo de vuelta a nosotros. Para que finalmente seamos una familia.

El Jedi le dio otra sonrisa, esta llena de esperanza y determinación -. Lo haré, Padmé. Lo prometo.

Los dos amigos cercanos se despidieron del resto y luego se separaron. Padmé, de vuelta a Naboo para estar con los pequeños Luke y Leia. Obi-Wan, a la nave de transporte donde esperaban los generales Windu y Korin.

En el momento en que entró en la nave, Mace estaba allí para regañarlo -. Finalmente, Kenobi. Estuvimos esperando tanto tiempo para despegar. ¡Esta misión es sensible al tiempo, ya sabes! El resto de nosotros no nos despedimos sinceramente con su cuñada - se burló Mace.

- Eso es porque no tienes una cuñada, Mace - Obi-Wan le arrojó de vuelta -. Los gemelos y su madre son muy importantes para mí. Les debo una deuda, a causa de Anakin.

Mace puso los ojos en blanco -. Hmpf. Después de todos estos años, la pensión de emoción de Skywalker todavía te está contagiando.

Obi-Wan se echó a reír, golpeando a su amigo en la espalda -. Por favor, Mace, como si fueras uno para hablar.

- ¡¿Qué demonios se supone que significa eso, Kenobi?! ¡Oye, no te alejes de mí!

Obi-Wan se alejó caminando hacia los controles de la nave, con una sonrisa en su rostro. Sus bromas con Mace fueron una distracción bienvenida al gran miedo y las altas apuestas que esta misión trae para él.

Llegó a los controles y se sentó junto al general Korin, asintiendo con cortesía. Aunque su inteligencia había perdido algunas piezas vitales, no fue su culpa. Después de todo, ¿cómo podría haber sabido que el Soldado Fantasma era Anakin? El general Korin rara vez tuvo contacto con Anakin cuando todavía estaba vivo, ya que estaba estacionado en el borde exterior.

Obi-Wan sabía que no podía culpar a Korin por nada, pero el propio Korin no sentía lo mismo. Se había disculpado con su compañero Jedi en varias ocasiones, lamentando no haber podido al menos darle a Obi-Wan más advertencia antes de reunirse con su antiguo padawan.

Ahora, cuando Obi-Wan miró la cara de Korin, parecía que estaba experimentando el mismo arrepentimiento. Abrió la boca para disculparse, sin duda, otra vez, pero Obi-Wan lo interrumpió.

- En serio, Korin, está bien. No tenías forma de saberlo, igual que yo no tenía forma de saberlo. Me estás haciendo un gran favor al venir a ayudarme hoy con esta misión - Korin dudó ante sus palabras, pero siguió escuchando -. No te molestes más. Te necesitaré sensato cuando lleguemos allí - no hace falta decir que Obi-Wan estaba a cargo de esta misión.

Korin respiró hondo como para tranquilizarse y asintió ante las palabras -. Muy bien, Kenobi. Haré todo lo posible para ayudar a rescatar a Skywalker cuando lleguemos al planeta Sith.

El planeta Sith del que hablaba era conocido como Korriban. Era una antigua fortaleza Sith, que databa de antes de los días de la Antigua República. Ningún Jedi se ha atrevido a ir allí durante siglos, tanto porque era un lugar oscuro, tentador y prohibido, como porque simplemente no era necesario. Los Sith no habían sido una amenaza hasta hace poco. No hasta Dooku, y Palpatine, y el Soldado Fantasma.

Palpatine, o más bien Darth Sidious, fue inteligente al elegir a Korriban como su escondite. Sabía que los Jedi tenían prohibido ir allí y, como tal, era una base relativamente segura para sus operaciones. Ahora, sin embargo, las cosas habían cambiado.

El consejo Jedi había dado permiso explícito para que los tres generales fueran a Korriban para esta misión. Inicialmente dudaron por el peligro de Korriban, pero finalmente fueron persuadidos por Anakin. El consejo no podía tolerar la existencia de un ex Jedi que fue utilizado como asesino Sith contra su voluntad. Fue impensable. Fue un desaire contra el Jedi que no pudo ser ignorado.

Y así, Obi-Wan, Mace y Korin estaban en un barco de transporte con destino a Korriban. Esperaban encontrar la base de Darth Sidious y sabotearla, pero aún más importante era localizar y rescatar a Anakin Skywalker.

Obi-Wan miró las pantallas que lo rodeaban y suspiró. Todavía estaban a unas dos horas de Korriban. Parecía que tenía dos horas adicionales para prepararse para la misión. Pero en realidad, Obi-Wan sabía que pasarían dos horas pensando en Anakin.

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