Capítulo 7: Momento incómodo.

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2 semanas después

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2 semanas después

Ya han pasado dos semanas desde que la joven Kyara llego al hospital y hace unos días ella escribió una carta para su tía, se la entrego al doctor Álvaro en la espera que se la hagan llegar, ella ha salido pocas veces de la habitación y no se ha vuelto a topar con Abel, ha tenido que asistir ajuro a las citas de la psicóloga Sellers.

Esta en el comedor haciendo la cola para que le sirvan el desayuno y Andrea esta detrás de ella.

--¿Cómo estás hoy?--dice la joven alegre.

Se gira sobre sus pies y le dice--Hola Andrea bien y ¿tu?

--Bien, ¿cuándo llegaste aquí?

--Hace dos semanas y ¿tu desde cuándo estás aquí?

--Casi todas las personas de esta clínica llegaron hace como ocho meses, yo llevo tres.

No evita sorprenderse y ella le dice--Mira avanza ya es tu turno.

*

La joven no pudo terminar de comer ya que la señorita Sellers las llamo a todas rápidamente para que volviesen a las habitaciones, Kyara esta frente a la pared tachando un día más del calendario cuando escucha que tocan la puerta, al girarse es la psicóloga y le dice--Oye algo que se nos ha olvidado decirte es que en este hospital no se permite tener ninguna relación con otra persona, tus demás compañeras ya lo saben.

Se ríe y le dice divertida--¿Y usted qué cree, que me voy a revolcar con alguna chica a mitad de la noche? Dudo que eso suceda señorita Sellers.

Le voltea los ojos y le indica--Es hora de las duchas aquí tienes una toalla.

Esta cruzando el pasillo, seguido de las demás chicas delante de ella, ve un letrero que dice Baños chicos y chicas separados en distintos baños.

Al entrar, la señorita Sellers se quedo en la puerta esperando; Sofía y Anastasia unas chicas que no les cae muy bien Kyara, entraron con ella, la ven detalladamente, ellas se voltean y se empiezan a desvestir, la joven las inspecciona de reojo y frunce el ceño, toma shampoo y se adentra a la ducha, que separa a las demás por unas cortinas, escucha sus risas y cierta incomodidad le recorre, todavía no logra acostumbrarse a estar delante de tantas chicas; en el internado habían duchas separada y lograba disfrutar largos minutos del agua, excepto cuando Lana se entrometia en sus asusntos.

--¡Lana!--recuerdos le invaden la mente, siempre se metía con ella y le escondían la ropa en las duchas, recuerda como la lograban agredir, memorias estaban corrompiendo su mente, furia llego a sus ojos y apreto la mandíbula.

--¡Kyar!--le llamo Andrea que se había posicionado en la ducha de al lado.

La joven se asomo por la cortina y Andrea le pregunta--¿Estás bien? te ves molesta.

Conversaciones en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora