Capítulo 9: Interrogante.

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El joven ha pasado ya tres días encerrado en la zona de castigo, está dando vueltas a su alrededor y la puerta se abre dejando notar al joven castaño con una bandeja de comida en sus manos

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El joven ha pasado ya tres días encerrado en la zona de castigo, está dando vueltas a su alrededor y la puerta se abre dejando notar al joven castaño con una bandeja de comida en sus manos.

Abel lo ve y empieza a respirar agitadamente, se acerca a él y lo pega a la pared trancando la puerta, haciendo que el castaño se le caiga la bandeja al piso.

--Calmate Abel.

--No me digas que me calme Nadir, sabes el por qué estoy molesto.

El castaño se safa de su agarre y le dice--Lo lamento de verdad, no es que yo quiera hacerlo.

--Espero que no seas un bravucón con las mujeres--el castaño esquiva su mirada y Abel se aparta--Recoge la comida del piso Nadir y desaparezcan de mi vista.

--Pero--¡No comeré nada!--interrumpe el joven--Me castigan a mi y los que me dejaron primero en el piso bien gracias--Nadir asiente y sale de allí.

*

Estan las chicas haciendo fila mientras las revisan, al terminar, cada una se sienta en una silla del comedor esperando el almuerzo, la señorita Sellers se acerca a ellas y les dice--Tengo que darles una anuncio importante.

Las jóvenes se quedan espectantes, y ella sigue--Su compañera Louise se retiro del hospital, en unos días avisaré quién se cambiara a esa habitación--se escuchan los susurros de cada una haciendo interrogantes, la señorita Sellers se da la vuelta dispuesta a salir de ahí pero la joven Kyara la toma del hombro.

--Quiero hablar con usted--la psicóloga asiente y caminan por los pasillo hasta llegar a su oficina.

Al entrar la joven cierra la puerta y la psicóloga se sienta en su sillón reclinable--Me alegra que quieras hablar, has sido muy grosera.

Ella niega con la cabeza--No quiero hablar de eso, ¿Qué le paso a Louise?

--¿Sabes quién es?--dice indignada.

--Si, la vi cuando empezó a gritar frente a la habitación donde duermo, días después la vi con unos moretones en la cara, ¿Qué le paso?

--Sus padres la retiraron, nada relevante.

--Usted estaba por el pasillo donde su habitación quedaba, me imagino que tenía sus pertenencias.

--Si, porque ese día justamente se retiro, ya se lo dije.

--No le creo señorita Sellers pero le puedo preguntar algo más.

La psicología asiente algo cansada y la joven le dice--Si uno no hace las cosas bien en esta clase de hospital ¿qué hacen ustedes?

--Hacer que entiendan.

--¿Cómo? porque Nadir me dijo que al doctor Álvaro le gusta que cumplan sus reglas.

--Aquí en este lugar se adoctrinan a los jóvenes, se les tiene que reprender para que entiendan, me extraña que quieras saber pero mejor no busques lo que no quieres hallar--la joven giro el pomo de la puerta y salio de allí sin decir nada.

Conversaciones en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora