--Me llamo Kyara Miller tengo de 17 años, estudiaba en una universidad privada, mis padres pertenecían a la alta sociedad motivo suficiente para ser "Hija de papá y mamá"; luego de la muerte de mis padres toda mi adolescencia ha sido complicada.
Mi...
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El joven ha pasado ya tres días encerrado en la zona de castigo, está dando vueltas a su alrededor y la puerta se abre dejando notar al joven castaño con una bandeja de comida en sus manos.
Abel lo ve y empieza a respirar agitadamente, se acerca a él y lo pega a la pared trancando la puerta, haciendo que el castaño se le caiga la bandeja al piso.
--Calmate Abel.
--No me digas que me calme Nadir, sabes el por qué estoy molesto.
El castaño se safa de su agarre y le dice--Lo lamento de verdad, no es que yo quiera hacerlo.
--Espero que no seas un bravucón con las mujeres--el castaño esquiva su mirada y Abel se aparta--Recoge la comida del piso Nadir y desaparezcan de mi vista.
--Pero--¡No comeré nada!--interrumpe el joven--Me castigan a mi y los que me dejaron primero en el piso bien gracias--Nadir asiente y sale de allí.
*
Estan las chicas haciendo fila mientras las revisan, al terminar, cada una se sienta en una silla del comedor esperando el almuerzo, la señorita Sellers se acerca a ellas y les dice--Tengo que darles una anuncio importante.
Las jóvenes se quedan espectantes, y ella sigue--Su compañera Louise se retiro del hospital, en unos días avisaré quién se cambiara a esa habitación--se escuchan los susurros de cada una haciendo interrogantes, la señorita Sellers se da la vuelta dispuesta a salir de ahí pero la joven Kyara la toma del hombro.
--Quiero hablar con usted--la psicóloga asiente y caminan por los pasillo hasta llegar a su oficina.
Al entrar la joven cierra la puerta y la psicóloga se sienta en su sillón reclinable--Me alegra que quieras hablar, has sido muy grosera.
Ella niega con la cabeza--No quiero hablar de eso, ¿Qué le paso a Louise?
--¿Sabes quién es?--dice indignada.
--Si, la vi cuando empezó a gritar frente a la habitación donde duermo, días después la vi con unos moretones en la cara, ¿Qué le paso?
--Sus padres la retiraron, nada relevante.
--Usted estaba por el pasillo donde su habitación quedaba, me imagino que tenía sus pertenencias.
--Si, porque ese día justamente se retiro, ya se lo dije.
--No le creo señorita Sellers pero le puedo preguntar algo más.
La psicología asiente algo cansada y la joven le dice--Si uno no hace las cosas bien en esta clase de hospital ¿qué hacen ustedes?
--Hacer que entiendan.
--¿Cómo? porque Nadir me dijo que al doctor Álvaro le gusta que cumplan sus reglas.
--Aquí en este lugar se adoctrinan a los jóvenes, se les tiene que reprender para que entiendan, me extraña que quieras saber pero mejor no busques lo que no quieres hallar--la joven giro el pomo de la puerta y salio de allí sin decir nada.