Capítulo 8: La pelea.

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Todos los varones están haciendo fila mientras la señorita Sellers los revisa de arriba abajo para ver si tienen algún objeto peligroso, Abel esta al lado de Albert y Marco unos jóvenes con los que ha podido entablar conversación esas dos semanas;...

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Todos los varones están haciendo fila mientras la señorita Sellers los revisa de arriba abajo para ver si tienen algún objeto peligroso, Abel esta al lado de Albert y Marco unos jóvenes con los que ha podido entablar conversación esas dos semanas; la señorita Sellers se posiciona frente a Abel, y él no evita recordar sobre aquella noche en la oficina, le da una sonrisa pícara y ella le dice.

--¿De qué te ries?--eso fue suficiente para que el joven volviera a la realidad, subio los brazos mientras ella lo revisaba y él dice--Cuidado encuentra un cuchillo en mis bolsillos--escucha las risas de los demás jóvenes y al terminar la revisión, ellos se dirigen a las duchas.

El varón entro a un baño seguido de otros, se quito la ropa y entro a una ducha; paso un largo rato ahí, al salir se coloco el mono del uniforme, antes que pudiese pasar la puerta recibe un empujón y cae en el piso, sacude su cabeza y se encuentra con Jason y Richard dos jóvenes que tienen problemas de conductas.

--¿Qué paso niñito no te lo esperabas?--se intenta parar pero fue en vano ya que lo vuelven a empujar.

Jason le da una patada por el estómago y le dice--¿Por qué tu tienes preferencias en este lugar? Eres un tipo cualquiera ¿por qué tienen que cumplir tus caprichos?

Abel les da una sonrisa ladeada pero no responde asi que Richard se coloca arriba de él y empieza a golpearlo--Tu no eres nadie aquí para que te traten distinto--recibe dos golpes en la cara pero de un momento a otro Abel esta sobre Richard golpeandolo repetidas veces, las venas de sus brazos se le habían brotado y sus ojos habían tomado un aspecto escalofriante, Jason empezó a gritar pidiendo ayuda y de inmediato entraron al baño un guardia y Nadir, el joven castaño estaba intentando levantar a Abel pero no podía, y él seguía golpeando en la cara al joven ya inconsiente, vio como le sangraba la nariz y se levanto, vio a su alrededor y los demás estaban petrificados al ver esa reacción tan extraña que tuvo, Nadir miro a Abel y se concentro en sus ojos, el varón noto que sangraban sus nudillos al igual que al joven inconsciente asi que tomo su camisa, su toalla y salió del baño.

Esta caminando por un pasillo y la señorita Sellers esta saliendo de la habitación de la joven Louise con sus pertenencias en mano, al notar a Abel se sorprende, el joven tiene el cabello a los lados de su cara y los puños cerrados, él se detiene frente a la habitación y dice--De ahí hace semanas había salido una chica con unos morados en su rostro.

La doctora ignora su comentario, toma a Abel por el brazo y le dice--¿Una pelea, en serio? Aqui no se permiten esas cosas, estas sancionado te quedarás en la zona de castigo una semana--al cruzar el pasillo hacia la oficina de la psicóloga se consiguen con Kyara, la joven se sorprende al ver a Abel, él baja la cabeza y siguen su camino--Te dare una venda--muscita la psicóloga.

Son las doce de la medianoche y la joven Kyara no ha podido cerrar los ojos en toda la noche, esta recostada en las almohadas y ese olor a perfume impregna de nuevo su nariz, de inmediato se sienta en la cama y tapa sus ojos con fuerza.

La puerta se abre y ella alza la mirada, se encuentra con Abel frente a ella--¡Abel!

--¿Qué te pasa Kyara?--la joven enciende la luz y nota que el joven tiene los nudillos rotos y su cara llena de moretones, ella se levanta preocupada y él toma su cara entre sus manos, la alza y se ven fijamente, el joven nota ¿miedo en sus ojos?--¿Kyara qué tienes?--pregunta con su voz quebrada, ella esquiva su mirada y se sienta en la cama, él se detiene frente a ella.

--¿Por qué tienes tus nudillos rotos Abel?

--Unos estúpidos en los baños me golpearon y bueno me defendí asi que no puedo salir por una semana.

--Pero estás aquí, tienes morados en la cara--dice la joven bajando su mirada.

--Eso fue otra cosa--la joven indaga curiosa--No te puedo decir creo que es la manera como castigan a los que hacen cosas indebidas--ella no dice nada y él sigue--¿De qué tienes miedo Kyara?

--No tengo miedo--dice con determinación.

El joven se acerca a ella y le dice sentandose a su lado--Puedes confiar en mi te prometo que quedará entre los dos.

--No lo entenderias Abel.

--Pero explicame--ella lo ve detenidamente y dice--Me internaron aquí porque supuestamente veo cosas extrañas.

--¿Cómo que?--dice el joven dudoso.

--Veo a los muertos y escucho voces--el joven se sorprende por sus palabras y le dice--Tranquila aquí estoy yo, los dos podemos luchar contra esos seres extraños.

A ella se le salen dos lágrimas gruesas y dice--Yo estudiaba en un internado, pues hubo una fiesta en el sótano y me parecio ver a una chica con una bata llena de tierra y cubierta de sangre, entonces unas chicas que me odian le dijeron al director que estoy loca y me trajeron aqui, nadie me cree.

--Yo si te creo Kyara, yo si te creo--dice el varón trayendola hacia su pecho.

Conversaciones en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora