Capítulo 28: ¿Un niño?

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Son las siete de la mañana y Abel está moviendo su cabeza lentamente sobre la almohada

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Son las siete de la mañana y Abel está moviendo su cabeza lentamente sobre la almohada.

--¡Auch!--dice sujetando un costado de su cabeza--la luz blanca de la enfermería pegan en sus ojos.

--¡Buenos días joven!

--Usted es la enfermera.

--Si, te echaré una pomada para el golpe, evita esas cosas--le dice con una sonrisa falsa en su rostro.

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--¡Aww!--grita Kyara en frustración.

--Buen día Miller.

--Señorita Sellers ¿qué hace aqui?

--Solo vine a ver como amaneciste.

--Ah si bien creo, no sabía que permitían niños en este lugar.

--¿Niños? Aqui no se permiten menores de doce años Kyara.

--Ah me parecio haber visto a uno.

--Mm bueno, a las ocho es el desayuno, nos vemos--dice no muy convencida...

*

Va saliendo del baño y se encuentra con Andrea.

--¡Amiga!--le dice en un tono alegre.

--¿Cómo estás Andrea?

--Bien.

--¡Desde que has estado aqui has visto algun niño pequeño!

--No, ¿por qué?

--Ah solo por saber, ¿Te has tomado tus pastillas?

--No las necesito, no necesito que me droguen Kyara para sentirme mejor.

--Es importante que las tomes--Andrea frunce el seño y se aleja de ella sin despedirse.

*

Son las once de la noche y la joven Kyara fue al baño un momento a mojarse la cara, va salliendo y se encuentra con ese niño de nuevo, esta inmóvil, ella se acerca hasta él y se agacha.

--Eres muy lindo--una sonrisa dulce se forma en los labios de él y se sonroja, sus ojos tienen un brillo único; el niño alza su mano hacia ella y Kyara también--¿Qué eres?

--¿Solo tu me puedes ver?--dice el niño dudoso.

--Eso creo, si estuvieses muerto no serías tan radiante, ¿verdad?

--Si.

--Tus ojos me recuerdan a alguien--el niño se separa y desaparece frente a ella, Abel va cruzando el pasillo a su habitación y se encuentra con Kyara.

--¿Qué haces ahí?--ella lo toma de la mano y ambos corren hasta su habitación.

--¿Qué viste?

La joven sigue sin decir nada, toma una hoja y el lápiz y empiza a dibujar algo, al terminar estira su mano hacia él y Abel toma el papel.

--Eso vi.

--¿A un niño?

--Lo he visto dos veces, pero Sellers me dijo que aquí no se permiten niños.

--¿Y qué hay de extraño que lo vieras?--dice él alzando una ceja.

--Es como de seis años, lleva puesto una braga azul y camisa azul cielo, tiene cabello negro e inocencia se reflejan en sus ojos.

Abel nota como se iluminan sus ojos y sonrie.

--Es un niño muy dulce, creo que solo lo puedo ver yo, cuando me ve se sonroja.

--¿Y te parece malo?

--Ah y sus ojos--dice risueña.

--¿Qué tienen?

--Son iguales a los tuyos, uno azul y otro gris, es de tez pálida, cabello negro y muy dulce.

Abel le da una sonrisa débil y dice--Creo que me estás describiendo a mi Kyara.

--¿Qué?

--El niño que describes soy yo, pero ese niño dulce e inocente ya no existe--la joven sonríe y se acerca a él--¿Tuviste contacto con él?

--Si.

--Creo que es un ángel, en forma de niño Kyara, esa inocencia que dices es solo de un niño.

--¿Tu crees?

--No se por qué me describes a mi como un ángel si estoy vivo además yo debería acabar en el infierno, pero ¡si! la inocencia y pureza solo la tienen los niños.

La joven le da una sonrisa sincera y lo abraza--Primera vez que no me asusta lo que vi--Abel responde a su abrazo y besa su frente--Me alegra princesa.

La puerta se abre rápidamente y Nadir hace presencia--¡Kyar!--sus palabras se congelan al ver a ambos jóvenes teniendo contacto físico, ellos se separan y el castaño se le irritan los ojos.

Toma a Abel del brazo bruscamente y lo arrastra sacandolo de ahí--¡Nadir déjalo!--grita la joven mientras corre hacia ellos--¡No te metas Kyara, él no debe estar en otra habitación!

Nadir llega hasta la oficina de Álvaro y abre la puerta--¡Nadir escuchame!

--Vete Kyara--dice Abel en un tono débil--El doctor se asoma y su rostro se enrojece.

--¿Qué pasa con ellos Nadir?

--Solo él, ella no tiene nada que ver--dice el castaño con un tono de preocupación mientras le da una mirada rápida.

--Deja de protegerla Nadir, lo que paso con tu hermana no lo podrás enmendar, lárgate yo me haré cargo de ellos dos--dice empujando al castaño y tomando a Kyara y Abel por los brazos bruscamente y lanzandolos a la oficina.

Conversaciones en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora