--Me llamo Kyara Miller tengo de 17 años, estudiaba en una universidad privada, mis padres pertenecían a la alta sociedad motivo suficiente para ser "Hija de papá y mamá"; luego de la muerte de mis padres toda mi adolescencia ha sido complicada.
Mi...
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Son las siete de la mañana y Abel está moviendo su cabeza lentamente sobre la almohada.
--¡Auch!--dice sujetando un costado de su cabeza--la luz blanca de la enfermería pegan en sus ojos.
--¡Buenos días joven!
--Usted es la enfermera.
--Si, te echaré una pomada para el golpe, evita esas cosas--le dice con una sonrisa falsa en su rostro.
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--¡Aww!--grita Kyara en frustración.
--Buen día Miller.
--Señorita Sellers ¿qué hace aqui?
--Solo vine a ver como amaneciste.
--Ah si bien creo, no sabía que permitían niños en este lugar.
--¿Niños? Aqui no se permiten menores de doce años Kyara.
--Ah me parecio haber visto a uno.
--Mm bueno, a las ocho es el desayuno, nos vemos--dice no muy convencida...
*
Va saliendo del baño y se encuentra con Andrea.
--¡Amiga!--le dice en un tono alegre.
--¿Cómo estás Andrea?
--Bien.
--¡Desde que has estado aqui has visto algun niño pequeño!
--No, ¿por qué?
--Ah solo por saber, ¿Te has tomado tus pastillas?
--No las necesito, no necesito que me droguen Kyara para sentirme mejor.
--Es importante que las tomes--Andrea frunce el seño y se aleja de ella sin despedirse.
*
Son las once de la noche y la joven Kyara fue al baño un momento a mojarse la cara, va salliendo y se encuentra con ese niño de nuevo, esta inmóvil, ella se acerca hasta él y se agacha.
--Eres muy lindo--una sonrisa dulce se forma en los labios de él y se sonroja, sus ojos tienen un brillo único; el niño alza su mano hacia ella y Kyara también--¿Qué eres?
--¿Solo tu me puedes ver?--dice el niño dudoso.
--Eso creo, si estuvieses muerto no serías tan radiante, ¿verdad?
--Si.
--Tus ojos me recuerdan a alguien--el niño se separa y desaparece frente a ella, Abel va cruzando el pasillo a su habitación y se encuentra con Kyara.
--¿Qué haces ahí?--ella lo toma de la mano y ambos corren hasta su habitación.
--¿Qué viste?
La joven sigue sin decir nada, toma una hoja y el lápiz y empiza a dibujar algo, al terminar estira su mano hacia él y Abel toma el papel.
--Eso vi.
--¿A un niño?
--Lo he visto dos veces, pero Sellers me dijo que aquí no se permiten niños.
--¿Y qué hay de extraño que lo vieras?--dice él alzando una ceja.
--Es como de seis años, lleva puesto una braga azul y camisa azul cielo, tiene cabello negro e inocencia se reflejan en sus ojos.
Abel nota como se iluminan sus ojos y sonrie.
--Es un niño muy dulce, creo que solo lo puedo ver yo, cuando me ve se sonroja.
--¿Y te parece malo?
--Ah y sus ojos--dice risueña.
--¿Qué tienen?
--Son iguales a los tuyos, uno azul y otro gris, es de tez pálida, cabello negro y muy dulce.
Abel le da una sonrisa débil y dice--Creo que me estás describiendo a mi Kyara.
--¿Qué?
--El niño que describes soy yo, pero ese niño dulce e inocente ya no existe--la joven sonríe y se acerca a él--¿Tuviste contacto con él?
--Si.
--Creo que es un ángel, en forma de niño Kyara, esa inocencia que dices es solo de un niño.
--¿Tu crees?
--No se por qué me describes a mi como un ángel si estoy vivo además yo debería acabar en el infierno, pero ¡si! la inocencia y pureza solo la tienen los niños.
La joven le da una sonrisa sincera y lo abraza--Primera vez que no me asusta lo que vi--Abel responde a su abrazo y besa su frente--Me alegra princesa.
La puerta se abre rápidamente y Nadir hace presencia--¡Kyar!--sus palabras se congelan al ver a ambos jóvenes teniendo contacto físico, ellos se separan y el castaño se le irritan los ojos.
Toma a Abel del brazo bruscamente y lo arrastra sacandolo de ahí--¡Nadir déjalo!--grita la joven mientras corre hacia ellos--¡No te metas Kyara, él no debe estar en otra habitación!
Nadir llega hasta la oficina de Álvaro y abre la puerta--¡Nadir escuchame!
--Vete Kyara--dice Abel en un tono débil--El doctor se asoma y su rostro se enrojece.
--¿Qué pasa con ellos Nadir?
--Solo él, ella no tiene nada que ver--dice el castaño con un tono de preocupación mientras le da una mirada rápida.
--Deja de protegerla Nadir, lo que paso con tu hermana no lo podrás enmendar, lárgate yo me haré cargo de ellos dos--dice empujando al castaño y tomando a Kyara y Abel por los brazos bruscamente y lanzandolos a la oficina.