𝖢𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝟣𝟧

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𝙴𝚕 𝙿𝚊𝚛𝚝𝚒𝚍𝚘 𝚢 𝙻𝚊 𝙿𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊

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Después de mi pequeño incidente aquella noche no volví a escuchar ninguna voz, aunque a veces escuchaba leves susurros en sueños.

El tiempo pasó volando, de hecho ya habíamos tenido varias reuniones de ED.

Para nuestra mala suerte Umbridge ya se había vuelto Suma Inquisidora y se creía la Reina de Inglaterra.

Draco, Atenea, André, Leo y yo pasamos más tiempo juntos. Después de ver la Sala de Menesteres a Leo se le ocurrió que nos reunieramos allí para evitar que nos encontraran. Draco se preocupa especialmente por eso, después de todo es amigo de una Gryffindor y una Hufflepuff, y lo peor es que somos mestizas.

Dice que quiere hablarle a su padre antes y no lo culpamos, después de todo no queremos que lo castiguen.

Hoy por fin iba a ver mi primer partido de quidditch y estaba que hechaba chispas de la emoción.

Había un aire competitivo en los pasillos y ya habían comenzado a hacer apuestas. Incluso los profesores se veían un poco afectados por el partido.

—Sigo sin entender porque se toman tan en serio esto del quidditch. —dijo Leo, mirando con recelo el grupo que le deseaba suerte al equipo de Gryffindor.

—Es bueno tener algo que Umbridge no nos puede quitar. —respondió Atenea, mientras se comía una manzana.

Esta chica tiene una obsesión con las manzanas, le hace competencia a Draco.

—Concuerdo con Atenea. —dije. —Al menos eso nos mantiene distraídos.

Después de desayunar nos dirijimos ansiosos (yo más que nadie, por supuesto) a las gradas

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Después de desayunar nos dirijimos ansiosos (yo más que nadie, por supuesto) a las gradas.

Los jugadores salieron por fin en filas, Ron parecía a punto de vomitar.

—No me sorprendería que Weasley se desmayara ahí mismo.

—Cállate, Leo. —susurré, después de ver la mala mirada que le lanzó Hermione desde una grada más abajo.

𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐂𝐈𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora