¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
᯽
Creo que hoy no es mi día.
Después de esa rara conversación con Sirius, donde literalmente me confesó que me veía cómo su hermano muerto (algo un poco perturbador, si me permiten decirlo) Sirius por fin me dió su regalo.
Era su antigua chaqueta de cuero negra. Según él, ya era muy viejo para usar ese tipo de cosas, así que decidió regalarmela a mi.
Harry, yo tú me pongo a las pilas porque al parecer alguien te va a quitar el puesto cómo el favorito de Sirius.
Aunque me quedaba algo grande, me encantaba.
Ahora estoy intentando comer. Y digo intentando porque justo cuando me iba a comer mi primer bocado dos pelirrojos decidieron aparecerse y asustarme.
—Buenos días. —dijeron los dos mientras se sentaban al lado mío.
No me da muy buena espina el hecho de estar en medio de ellos. Tengo la mala impresión de que se van a vengar por lo de hace un rato.
Luego recordé que la señora Weasley también estaba aquí.
Sonreí.
Tengo inmunidad, perras.
Mientras la señora Weasley le servía a los gemelos, Remus llegó.
—Buenos días a todos. —dijo, algo cansado.
—Buenos días.—respondimos.
Miré mi plato con anhelo y tomé los cubiertos, dicen que la tercera es la vencida.
No pude ni siquiera tomar un pedazo de tostada cuando Molly de repente comenzó a llorar.
Cerré los ojos.
Sí, hoy no es mi día.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
