𝖢𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝟣𝟣

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𝙴𝚕 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚐𝚘 𝚍𝚎 𝙻𝚎𝚘

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La cena en el Gran Comedor fue realmente incómoda. De lo único que se hablaba era de la pelea de Leo, Harry y Umbridge. Era realmente molesto.

—Ni siquiera se molestan en disimular. —murmulló Hermione.

Hoy el Trío de Oro decidió que era buena idea sentarse con nosotros, hoy de todos los días. Es irónico, algo me dice que le tomaron más "aprecio" a Leo por defender a Harry.

 Lo único bueno de eso fue la cara de Leo al ver que sentaban con nosotros.

—Lo que no entiendo es por qué todos se creyeron la historia cuando la contó Dumbledore. —dijo Harry, con voz temblorosa de la rabia.

—Verás, Harry, no estoy tan segura de que la creyeran. —contestó Hermione con gravedad. —¡Vamos, larguémonos de aquí!

Dejaron sus cubiertos sobre la mesa y se levantaron. Me sorprendió mucho que se quedaran ahí parados viéndonos.

—¿Vienen?

A Leo se le escapó una sonrisa burlona, antes de que hubiera dicho algo que aumentará la ira de Harry le di una patada por debajo de la mesa.

—Será mejor que vayamos, Leo. Si nos quedamos aquí vas a ser la cena de los chismosos. —él rodó los ojos, pero me siguió.

Mientras más nos acercábamos a la puerta más altos eran los murmullos.

Mi mirada se cruzó con Atenea, la chica amable del compartimiento. Me sonrió, cómo si se sintiera apenada con todo esto. Le sonreí de vuelta disimuladamente.

El trío siguió hablando-discutiendo, nosotros estábamos un poco más atrás.

—¿Desde cuándo defender a alguien hace que formemos parte de su grupito de desastres? —susurró Leo, bastante molesto.

El odia la atención, le da náuseas.

—Bueno, Harry no tiene muchos amigos solidarios ahora, supongo que esta es su forma de agradecerte.

—Si hubiera sabido que el apoyarlo lo que haría sería meterme en problemas no hubiera ni abierto la boca.

—¿Por qué lo hiciste? —pregunté mirándolo fijamente.

—No sabía que acabaría en la boca de la escuela entera.

—Sabes muy bien cómo son las cosas con Harry, Leo. No me vengas con esa excusa. ¿Por qué lo hiciste?

Si me iba a contestar no tuvo la oportunidad. Justo en ese momento Hermione volteó a vernos y nos sonrió con culpabilidad.

—Lamento mucho lo qué pasó allí. —Moví la mano restándole importancia.

𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐂𝐈𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora