Singto

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El corazón de nuestro querido protagonista latía escandalosamente en su pecho. Había cenado, hablado y hasta reído con el niño más lindo que sus ojos habían visto. Era diferente a lo que creyó pero ¿Siquiera importaba? Era amable, tierno y sobre todo agradable. Las pocas horas que pasó en ese apartamento fueron suficientes para darse cuenta lo cómodo que se sentía a su lado. Su risa era baja pero muy linda y cada que lograba hacerla aparecer su corazón saltaba de felicidad. Se encontraba viendo el cielo de su habitación, no podía calmar la adrenalina que recorría en su cuerpo. Su móvil vibró y pensó en ignorarlo para seguir sumergido en su felicidad, la persona del otro lado no planeaba dejarlo cumplir con su plan.

-¿Qué?- preguntó realmente sin querer saber lo que su amigo necesitaba.- ¿Kao?
-¿Qué haces?
Silencio de su parte.
-Bien ¿Tienes el Line de Yihwa?
Colgó la llamada.

Su amigo podía parecer un mujeriego, llamarlo en cualquier momento y pedirle lo que fuese, pero esos instantes de felicidad debían ser apreciados. Tecleó un claro “No”  como respuesta y decidió que era momento de dormir. Su cerebro le recordó su pequeño juego de móvil y la música de entrada resonó en la habitación. Buscó entre la lista de amigos y sonrió ampliamente ante el único usuario que le interesaba:

“Team: Activo hace dos minutos
Estado: Primer amigo”

Estaban jugando al mismo tiempo, se sintió como si estuviesen conectados. Sabía que estaba pensando como un niño enamorado. Quería disfrutar esa sensación, era la primera vez que se sentía así por una persona que no fuese la de su preciada cinta. Era divertido ya que se trataba de la misma persona. El recordatorio de que ya no solo lo miraba al otro lado de una pantalla era suficiente para elevar su estado de ánimo hasta las nubes.
*****
Boun se esforzaba en verse genial mientras esperaba sentado en las gradas cerca de la piscina. Ocultando sus evidentes ansias por el anuncio del club. En la noche estaba tranquilo pero despertó con un dolor de estómago increíble, debía culpar a algo pero no se decidía ¿Comida o nervios? Aun no podía decidir cuál de las dos era la correcta. Observó entrar a varios miembros con sus mochilas en sus hombros, jugando y haciendo chistes. La hora se estaba acercando y sus manos sudaban más que nunca. Uno de los chicos que entraron segundos antes se acercó a él.

-¿Nervioso?
Asintió.
-Tranquilo, siempre habrá una segunda oportunidad.- el castaño reía fuertemente a tiempo que colocaba la mano en su hombro.- Yacht, segundo año en medicina.
Sus ojos se abrieron ¿Era compañero de clases de Team? Quería preguntarlo pero era dejar demasiada evidencia de su obsesión por el atleta.
-Los resultados serán dados al final de la práctica ¿Quieres entrar a la piscina?
-¿Puedo?
-No le mientas Yacht, solo los alumnos del club pueden usar la piscina.
Hizo una pequeña rabieta que el chico que acababa de llegar ignoró.- Aun no se darán los resultados.
-No estoy aquí por ello.- respondió claramente mintiendo.- Espero a P' Prem, debo darle algo.
Su entrecejo se arrugó.- Está dentro de la oficina del club, puedes ir a buscarlo. Distraerás a los demás estudiantes.

Su corazón bailaba salsa dentro de su pecho ¿Realmente estaba buscando a Prem dentro de los vestidores? ¿Qué iba a decirle? Las manos le sudaba, mente trataba de producir una excusa lo suficientemente elaborada para que no pensara que era raro. Mis ojos divisaron los casilleros y cerca de ellos se encontraba el peli negro que estaba buscando; sus ojos clavados en varias hojas, sus labios fruncidos como si hubiese un problema, su cuerpo cubierto por su chaqueta blanca con azul, pantalones cortos a juego y con su rostro totalmente concentrado. Boun quería verlo por mucho tiempo pero como si quisiera frustrar sus planes sus ojos se encontraron. Y una leve sonrisa o lo que creyó fue una sonrisa le dio la bienvenida.

-Prem.- saludó juntando sus manos y el chico más bajo lo imitó.
-¿Pasa algo?
-Yo.- no supo cómo seguir, su tiempo se había ido en admirar al chico.- ¿Puedo invitarte a comer?
El rostro del peli negro hizo gesto de confusión, no por la invitación, estaba imitando al rubio.- ¿Comer?
-Quiero agradecer lo de anoche.- su voz era todo menos segura.- Solo si… quieres.
Una leve sonrisa.- No es necesario.
-Pero…
-Podemos cenar.- su rostro estaba pintado de un leve color carmesí.- Si quieres.
El corazón de Boun se había ido a hacer su viaje para encontrar el One piece.- Sería un placer.

1- Sex Tape - BounPrem -finalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora