1- Sex Tape - BounPrem -finalizada

Prem

*Intervención de Boun*

Sus ojos me observaban expectantes a mis próximas acciones, la intimidad del lugar y el silencio de la noche me hacían sentir como que éramos los únicos dos seres humanos en kilómetros. Acuné su mejilla en mi mano y sus labios se abrieron por la sorpresa. Mi corazón latía fuertemente en mi pecho, lo cual me hacía sentir como un inexperto a pesar de no ser ese mi caso. No era nuestro primer beso, pero Prem es tan lindo que no puedo evitar que todo mi cuerpo se estremezca con la idea de besar esos jugosos labios. Me acerqué hasta que estuvo lo suficientemente cerca para sentir su aliento.

-¿Estás seguro de esto?
-¿Tengo que decirlo?- su voz era un susurro nervioso.

Cerré el poco espacio entre nosotros y uní nuestros labios. La sensación era increíble, como si estuviesen hechos para mí, como si los míos estuviesen hechos para él. Trataba de seguir mi ritmo y eso solo provocaba un deseo increíble de querer aumentar la intensidad del beso. Tomé su cadera y lo acerqué aún más a mí. Quería sentir su calor, su pequeño cuerpo debajo de mí. Lamí su labio inferior pidiendo permiso para entrar pero su respuesta fue más de lo que podía soportar. Sentí su tímida lengua entrar en mi cálido espacio, parecía estar buscando nerviosamente algo en el mismo. Contuve la respiración, temí que cualquier movimiento repentino lo alejara de mí. Mi lengua bailaba ahora con la suya, buscando el ritmo que más le gustara, un jadeo de su parte me dio la respuesta. Sus dedos se hundieron en mi espalda y se aferró a mí como si fuese lo último que podría hacer en la vida. No lo soporte más, suavemente lo recosté en el suelo, dejando con ello que nuestros pechos se tocara. Sentí cada una de sus respiraciones agitadas y sus manos se aferraron a mi cuello.

-Boun...- dijo con dificultad.- necesito aire.

Me separé unos pocos centímetros, el desastre que era mi mayor en ese momento sería una imagen mental digna de enmarcar para siempre en mi cerebro. No importa quien quisiera competir con ese chico jadeante, nadie podría siquiera acercarse a lo hermoso y apetitoso que era ese pelinegro. No esperé más y comencé un nuevo beso, el respondió con entusiasmo haciéndome saber que era algo que también deseaba. El pensamiento de él deseándome igual que yo provocó que mi racionalidad abandonara mi cuerpo dejándonos a merced de mi lujuria. Acaricié su pecho con mi mano y la deslicé por su estómago hasta el inicio de su camiseta. Mi mano subió nuevamente a su pecho con la diferencia que ahora tocaba su piel directamente, tan suave como parecía o incluso más de lo que imaginé. Un gemido sonoro se escapó contra mis labios haciéndolos sentir cosquillas de anticipo cuando mis dedos encontraron su pezón. Lo retorcí suavemente, Prem no sabía dónde enfocarse: ¿En la sensación de cada beso o en mi mano explorando su ser?

-Yo no puedo.- comentó en un jadeo y apartó mi mano.
-¿No te gusta?
Usó su mano para cubrir su evidente erección con la tela de su camisa y sus ojos se desviaron.- Creo que tengo un problema.
-Es mi culpa.- dije en tono de voz grave dando un ligero beso en su mejilla rosada.- Debo hacerme cargo de las consecuencias por mis acciones.

Coloqué mi mano sobre la suya para que soltara la tela de su camiseta, quería que se sintiera tranquilo. Un pequeño beso en sus labios fue suficiente para lograr mi propósito. Sus ojos se clavaron en los míos, sus labios temblaban ligeramente, sus manos se apretaron a mis hombros. Deslicé mis manos a lo largo de su torso, pectorales y brazos. Su piel blanca estaba teñida de un tono rosado precioso, cada temblor que le generaba mis toques jugaban con mi poca tranquilidad. Mis manos llegaron a sus muslos y la presión en sus manos se hizo más fuerte. Acaricié esa suave área lo necesario hasta que Prem cooperó y separó sus piernas para poder ampliar mi rango de caricias. Tembló y trató de alejarme cuando por fin tomé con mi mano ese trozo caliente de carne, no estaba tocándolo directo y aun así su cuerpo estaba reaccionando gratamente.